La Declaración de Jujuy sobre Desarrollo Sustentable de Montañas
Introducción:
Por invitación de la Asociación de Montañas Andinas (AMA) los académicos andinos, los funcionarios del gobierno nacional y gobiernos provinciales, los miembros de organizaciones no gubernamentales, y los representantes de las organizaciones comunitarias de base, reunidos en el Hotel Altos de la Viña de la ciudad de San Salvador de Jujuy, República Argentina, del 25 de Abril al 1 de Mayo de 2005, para el Quinto Simposio Internacional de Desarrollo Sustentable de los Andes , con el fin de analizar la realidad social, ecológica y económica de los ecosistemas andinos bajo el tema unificador "Promover la participación fortaleciendo vínculos", arribaron a las siguientes consideraciones:
Considerando que:
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Que los paisajes andinos son una de las fuentes más importantes de diversidad biológica, social y cultural en el mundo y que los paisajes vivos de los Andes continúan siendo sometidos a una creciente presión por procesos de cambio cuyas causas y consecuencias deben ser debidamente reconocidas y estudiadas tanto por los científicos cuanto por los tomadores de decisión y comunidades afectadas.
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Que la totalidad de la población andina depende directa o indirectamente de los recursos naturales —hídricos, energéticos, biológicos— y culturales —redes y organizaciones sociales, saberes, conocimientos y valores— de la gran cordillera andina y que la vitalidad de los paisajes de montaña depende de la gente que allí vive, por lo que se debe garantizar la sustentabilidad de sus modos de vida;
- Que los Andes constituyen un articulador natural y cultural para la integración pacífica entre las naciones y los pueblos latinoamericanos, no solamente económica sino también académica, social, cultural y espiritual, que estimule el desarrollo común ante las amenazas y oportunidades generadas por la globalización;
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Que los Andes genera una visión cosmológica irrepetible, basada en un mestizaje que integra los valores, ideales, actitudes y conocimientos de los grupos indígenas, colonos, campesinos y citadinos; constituyendo una cosmovisión irremplazable de interacción entre la naturaleza y la sociedad, garantizando la permanencia de la diversidad de los recursos y servicios ambientales y sociales;
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Que los Andes son un fenómeno sagrado para la mayoría de sus habitantes. La gente andina ha administrado sus ambientes en una manera integrada con esta visión espiritual de las montañas. La dimensión espiritual es un factor clave para la interrelación entre la gente local y otras culturas y pueblos;
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Las regiones andinas constituyen bordes de marginalidad que son relegados por los gobiernos centrales, desfavorecidos en la distribución de los recursos provenientes de los presupuestos nacionales, poseen una menor infraestructura y por tanto, mayores dificultades de acceso a los centros de comercio e industria nacionales e internacionales; las menores inversiones económicas y sociales, junto a la fragilidad ecológica y cultural, tornan especialmente vulnerables estas áreas ante las amenazas y riesgos de la globalización;
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Que los procesos actuales de globalización, sin embargo, están desarticulando los sistemas económicos locales y produciendo tensiones económicas, políticas, socio-culturales y ambientales severas, tanto a nivel de la región como al nivel local;
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Que deben fortalecerse las acciones destinadas a consolidar los capitales naturales, sociales y culturales que aseguren la participación activa y beneficiosa de las comunidades locales ante los desafíos de la globalización;
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Que advertimos con preocupación el crecimiento inorgánico y explosivo de las ciudades que cubre paulatinamente las áreas de montaña y pedemontana, contaminando, alterando y destruyendo las fuentes de servicios ambientales, drenando los recursos que legítimamente pertenecen a los pueblos de montaña y favoreciendo la especulación en el precio del suelo al extender los límites urbanos sin planificación alguna;
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Que en este contexto, la intervención humana en los paisajes andinos —por efecto de la política y los proyectos de desarrollo en áreas tales como la minería, la aforestación exótica y sustitución de bosques nativos, y los cultivos intensivos de exportación— se traduce en la ampliación ilimitada de la frontera agrícola y forestal con una exclusión de las sociedades locales y aumento de la vulnerabilidad frente a los desastres naturales, tales como el volcanismo, la sequía, los derrumbes e inundaciones;
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Que todavía no existen mecanismos participativos disponibles para las comunidades locales en los Andes, en los esfuerzos de toma de decisiones que afecten su futuro y que es necesario observar comportamientos éticos de las partes que participan en las transacciones y acuerdos para el desarrollo de las áreas de montaña;
Recomendaciones:
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Fortalecer las actividades de investigación de las instituciones y agencias encargadas de generar conocimientos para adoptar iniciativas de desarrollo que sean científicamente sustentadas. Revalorizar a las instituciones académicas y a la profesión para que la investigación deba ser utilizada como requisito básico en los proyectos de desarrollo, al mismo tiempo sensibilizar a los investigadores respecto a su rol social, pertinencia de su trabajo y sentido ético que debe guiar su trabajo.
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Vincular estrechamente a la investigación con las necesidades y aspiraciones de las poblaciones locales involucradas en las iniciativas de desarrollo sustentable, incluyendo la restauración, conservación y administración de la ecodiversidad andina. Ampliar la interacción y articulación de las redes de investigación para favorecer el intercambio de experiencias, la evaluación conjunta de trabajos, y la aplicación de los beneficios de la investigación comparativa para la aplicación del conocimiento en la toma de decisiones.
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Comprometer a la comunidad científica para que reasuma su rol social en la región y que reconozca su papel investigador como un aporte a la discusión de los problemas de las sociedades andinas para que el conocimiento generado sea transparente a los grupos locales y para convertir este mensaje explícito y práctico en una herramienta pertinente para consulta apropiada en el proceso de toma de decisiones y su implementación.
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Promover y asegurar la participación efectiva y permanente de las comunidades locales en los Andes en la formulación, ejecución y evaluación de los proyectos de conservación y desarrollo.
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Incentivar el uso de los criterios e indicadores de sustentabilidad adaptados a las diferentes realidades de los paisajes andinos, con la participación de la comunidad local en la identificación de los problemas y en los esfuerzos de seguimiento.
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Favorecer la creación de áreas protegidas nacionales, binacionales o internacionales, en categorías de manejo que impliquen la conservación y restauración del paisaje andino, promocionando la sustentabilidad social, económica y ecológica de las poblaciones afectadas.
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Recomendar a los gobiernos nacionales y organismos internacionales la conveniencia de garantizar el desarrollo y la conservación de las áreas andinas, considerando su alto valor ecológico y patrimonial, regulando el uso de sus recursos naturales y adoptando decisiones a favor de la permanencia de las comunidades locales, controlando la expansión urbana y las fronteras agrícolas y forestales, y fiscalizando efectivamente el cumplimiento de compromisos y normas que deben cumplir las empresas que son autorizadas a intervenir en los paisajes de montaña.
Emitida en San Salvador de Jujuy el día Miércoles 27 de Abril de 2005 en la asamblea de clausura del Quinto Simposio Internacional de Desarrollo Sustentable de los Andes.
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