Por qué los bosques son fundamentales para el clima, el agua, la salud y los medios de subsistencia

Tuesday, 29 November, 2016 - 10:22

¿Ha bebido agua, ha comido una fruta o ha respirado profundamente hoy? Debe agradecer a los bosques por todas esas cosas.

Las cuencas y humedales forestales proveen el 75 % (i) del agua dulce accesible en el mundo para satisfacer necesidades domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas, y además actúan como filtros naturales del aire.

Los bosques son los principales almacenadores de carbono de nuestro planeta. Sin embargo, cuando se talan los árboles por razones agrícolas o para construir infraestructura se emiten a la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.

Al mismo tiempo, los bosques en pie ayudan de manera decisiva a abordar los impactos del cambio climático no solo absorbiendo los gases de efecto invernadero, sino también creando paisajes con una mayor resiliencia. Esto lo hacen regulando el flujo del agua, mejorando y manteniendo el suelo para la agricultura, y protegiendo tanto las comunidades costeras contra los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar como los corredores migratorios para la flora y la fauna.

Tras el acuerdo de París alcanzado en la COP21, varios países han mostrado un fuerte compromiso con sus planes de acción climática —conocidos como contribuciones previstas determinadas a nivel nacional (INDC, por su sigla en inglés)— sobre medidas de adaptación y con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la deforestación, la degradación forestal, el cambio del uso del suelo y la agricultura. En conjunto, estas actividades son responsables de casi una cuarta parte de las emisiones mundiales, pero representan una proporción mucho mayor de emisiones en numerosos países en desarrollo.

Estos planes nacionales pueden traducirse en una demanda potencial de billones de dólares por parte de los países para realizar inversiones forestales y relacionadas con el clima. Para cumplir con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados, estos compromisos deberán convertirse en inversiones, en particular en iniciativas que aborden el tema de los bosques y paisajes con capacidad de adaptación.

Mejorar la gestión de los bosques ofrece oportunidades para reducir la vulnerabilidad actual y futura al cambio climático, avanzando al mismo tiempo en los objetivos de mitigación y adaptación. 

La relación entre los bosques y las personas es igualmente importante. Se estima que alrededor de 1300 millones de personas —una quinta parte de la población mundial— obtienen beneficios directos e indirectos de los bosques consistentes en empleo, productos forestales y contribuciones a los medios de subsistencia e ingresos. Unos 300 a 350 millones de personas, de los cuales alrededor de la mitad son indígenas, que viven dentro o cerca de bosques densos, dependen casi exclusivamente de estos para su subsistencia. Cientos de millones de personas más, incluyendo personas que habitan en las ciudades, necesitan los recursos forestales para obtener alimentos, materiales de construcción y fuentes de energía. 

Además, los bosques contribuyen a la generación de riqueza y la creación de empleo. Gracias a la creciente demanda de productos forestales, se espera que esta contribución aumente en las próximas décadas. El sector forestal formal emplea a más de 13,2 millones de personas, produce más de 5000 tipos de productos a base de madera, y genera un valor agregado bruto de poco más de USD 600 000 millones (dólares estadounidenses) —casi un 1 % del producto interno bruto mundial— cada año. 

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