Una férrea defensa por las montañas del mundo

Crónica escrita por María José Masías

 
 
"Ya no es la época de las montañas, es de las llanuras. La agricultura y la ganadería se desarrollan en las llanuras exitosamente".

 

Citando a un amigo economista peruano, así comenzó el conversatorio el profesor y biólogo peruano Juan Torres, moderador del evento, a quien algunos de sus alumnos llamaban cariñosamente "el charro", tal vez por el gran bigote que tiene que lo asemeja mucho a este ícono popular mexicano.

 

En algún momento, en alguna conversación coloquial, entre amigos, el economista quiso convencer a Torres que ya no era el momento de las montañas, que ya habían pasado de moda. Sin embargo, no lo logró.

 

El 11 de diciembre, el pasillo de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) en Perú estaba abarrotado de alumnos ansiosos por escuchar a los expositores del conversatorio en el marco de la celebración por el Día Internacional de las Montañas, que tuvo como tema principal la gestión de riesgos de desastres.

 

En este evento, los expositores, quienes se oponían a la opinión del economista empezaron lo que sería una defensa férrea a las montañas del mundo.

 

"Las montañas son el centro de atención por la gran diversidad y los recursos que almacenan, como el agua", aseguró el moderador dando pie a que los demás expositores también argumentaran a favor de estas grandes elevaciones.

 

Además dio varias características de las montañas del mundo. "Constituyen el 20% de la superficie terrestre y vive el 10% de la población mundial. Son centros de origen de las cuencas más grandes, de la agricultura, de diversidad biológica, de plantas cultivadas; son lugar de asentamiento de grandes culturas, pero la gran mayoría pobre".

 

Con una exposición enérgica y apasionada acerca de la vida de las montañas Julio Nazario, geólogo y profesor de la Facultad de Agronomía de la UNALM, tomó también como punto de partida la controversial cita del economista para defender a las montañas, asegurando su importancia. "En la costa, en los valles, se siembra todo el material que viene de las alturas, de las montañas".

 

La cordillera más importante de América y una de las más jóvenes del mundo, los Andes, también estuvo presente en la exposición del geólogo cuando habló acerca de la perspectiva histórica de las montañas y su influencia en el territorio peruano.

 

"Casi todo el territorio peruano está influenciado por esa cordillera, hasta la costa, a la que se llama llanura pre-andina".

 

Terminando de agradecer al profesor Nazario por su exposición, el moderador dio paso a María Paz Montoya, ingeniera agrónoma que asistió al evento en representación del Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN).

 

Montoya también quiso intervenir en la defensa de las montañas.

 

"Con el calentamiento global, las montañas vuelven a ser el centro de atención de los procesos de investigación", aseguró Montoya.

 

Con una exposición ágil y animada, Montoya empezó a hablar acerca del papel de CONDESAN en el tema de montañas. "Somos conscientes que los Andes albergan una extraordinaria diversidad ecológica y cultural, y sobre todo es una región muy vulnerable por la población que alberga". "Desde el 2005 en su carta de navegación CONDESAN centró sus esfuerzos en dos grandes pilares ligados a las montañas, que son la gestión de recursos hídricos y el enfoque de los sistemas de innovación agraria"  e interesó a varios alumnos del curso de Ecología de Montañas, quienes la llenaron de preguntas al final de la exposición. 

 

Además, Montoya dio a conocer que CONDESAN alberga al nodo regional de la Alianza para las Montañas en América Latina.

 

Llegaba el fin del conversatorio, por lo que la última expositora salió al frente para continuar con la defensa de las montañas.

 

Uno de los aspectos más importantes de las montañas son sus recursos naturales y humanos. La voz de la experiencia, María Scurrah, investigadora en mejoramiento genético del Centro Internacional de la Papa (CIP), expuso acerca del lado humano, la reciprocidad y ayuda mutua entre los campesinos. "A pesar de la gran biodiversidad que existe, los niños sufren de malnutrición".

 

Al final, la experimentada investigadora, originaria de Huancayo en la sierra peruana, instó a los alumnos a pensar claramente en cómo contribuir al reconocimiento de los agricultores que están ayudando con la biodiversidad, que están manteniendo el paisaje de las montañas y el ecosistema.

 

"Si el cambio climático no va a tener un punto de quiebre y no van a poder sostener su vida en las montañas, hay que buscar una nueva manera para que su vida tenga una mejor calidad", concluyó la especialista del CIP.

 

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