Biodiversidad y patentes

Tuesday, 18 September, 2012 - 10:21
Andrés Valladolid, Comisión Nacional contra la Biopiratería del Indecopi

De acuerdo con las estadísticas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en el año 2010 (último año con registros completos) se presentaron 1’979,000 solicitudes de patente en aproximadamente 100 oficinas del mundo. De este total, la región asiática concentra la mayor cantidad de solicitudes (51.3%) registrándose para la Región de Latinoamérica y el Caribe un 2.6 %. Individualmente, los Estados Unidos de Norteamérica registran el 24.8% y sumando los registrados en las oficinas de patentes de China y Japón, se obtiene el 62% del total de las solicitudes de patente presentadas en el mundo. 

Analizando dicho informe en base al campo tecnológico al que pertenecen los registros, encontramos que de los 35 campos, el correspondiente al sector eléctrico registra el mayor porcentaje de todos (6.4%), sin embargo, si juntamos los campos que podríamos considerar relacionados con el uso de la biodiversidad (biotecnología, farmacia, alimentos) encontramos un interesante 7.2%. 

Si bien es cierto que una patente es un derecho exclusivo concedido a una invención, es decir, un producto o procedimiento que aporta, en general, una nueva manera de hacer algo o una nueva solución técnica a un problema, también  pueden ser consideradas como indicadores del grado de innovación, así como puede reflejar el grado de interés sobre un determinado sector. 

En un estudio denominado Agro biodiversidad Nativa del Perú y Patentes del año 2008, se investigó la existencia de solicitudes de patente o patentes concedidas relacionadas con 220 especies nativas del Perú en la base de datos de la Oficina Europea de Patentes (dicha base de datos consulta a su vez las bases de datos de mas de 60 oficinas de patentes del Mundo). Se encontraron 946 documentos de patentes relacionados con 91 de las especies consideradas en el estudio, resaltándose también el incremento del número de patentes en relación a los años. 

Según un estimado, el mercado global de los productos derivados de la biodiversidad, en los campos de la salud, agricultura y cosmética, puede alcanzar anualmente entre 500 y 800 billones de dólares, cifras semejantes a las generadas por la industria petroquímica y de la computación respectivamente. (Ten Kate and Laird, 1999). 

Esta es una realidad que países como los nuestros, ricos en biodiversidad, pero tecnológicamente poco desarrollados, no debemos  desatender. Debemos promover la investigación y desarrollo de nuestros propios recursos y dejar de ser solo países exportadores de materias primas sin mayor valor agregado. 

Paralelamente debemos actualizar nuestras normativas, muchas veces muy restrictivas, actualizándolas de acuerdo a los nuevos tiempos y al avance de la ciencia. Creemos firmemente que la mejor manera de proteger, ya no es el prohibir, si no el promover el bueno uso de nuestros recursos, de manera responsable, respetando el derecho de sus legítimos propietarios y compartiendo los beneficios derivados. 

De esta forma todos salimos ganando: el Estado dueño de los recursos, los pueblos indígenas con derecho sobre sus conocimientos tradicionales, las empresas que invierten en la innovación y comercializan los productos y el consumidor mundial que necesita de los productos derivados de la biodiversidad para mejorar su calidad de vida.

 

Bibliografía consultada: 

  • Pastor, S. 2008. Agrobiodiversidad Nativa del Perú y Patentes. Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, The Genetic Resources Policy Initiative. 56 pp.  
  • Ten Kate, K. y S. Laird. 1999. The Commercial Use of Biodiversity. Access to Genetic resouerces and Benefit-sharing. Earthscan. 
  • World Intelectual Property Organization. 2012. Wipo IP Facts. And Figures. WIPO Economics and Statistics Series. 

 

 

 

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