El Otro lado de Cajamarca

Monday, 14 October, 2013 - 14:47

Por Luis Alberto Mesones

Monitoreo de la calidad y cantidad de agua para el desarrollo sostenible de Jaén y San Ignacio

Por la Carretera Fernando Belaunde, por el extremo Nor Oriental del Perú, a solo seis horas de la ciudad de Chiclayo, se encuentran las dos provincias norteñas de Jaén y San Ignacio.Dos de las trece provincias del  convulsionado departamento de Cajamarca. 

Tanto Jaén como San Ignacio, son reconocidas no por su oro ni por los minerales de sus cerros, sino por su café, el cual es exportado por todo el mundo, y compite con el café colombiano en su propios país. Además, el café, junto con otros productos agrícolas, como el arroz, la granadilla y el cacao, dan trabajo a miles de familias, siendo un motor económico y de desarrollo para la zona.

Desde el Instituto Peruano de Educación en Derechos Humanos y la Paz, venimos desarrollando un proyecto “Fortalecimiento de las Rondas Campesinas en Jaén- San Ignacio y en la sierra de La Libertad para la vigilancia de la calidad de agua en zonas de extracción de recursos naturales”, el cual es financiado por la Unión Europea, y en el que tenemos como actor principal a las Rondas Campesinas-con quienes venimos trabajando desde 2007-. El objetivo final del proyectoes contar con modelos de vigilancia participativa de la calidad de agua, en el que participen las rondas campesinas[1], los gobiernos locales y entidades privadas en procesos de desarrollo sostenibles.El proyecto incluye en su segundo resultado la elaboración de estudios técnicos sobre el estado de los recursos hídricos, con el fin de completar el proceso de Zonificación Ecológica Económica (ZEE) que las provincias vienen desarrollando y el cual servirá para el Ordenamiento Territorial.

De la protesta al diálogo

Desde el proyecto reconocemos que existe una gran cantidad de conflictos socioambientales, los cuales están principalmente motivados por el uso y cuidado del recurso hídrico, así como por la superposición de actividades agrícolas y extractivas en todo el país, ante la falta de un ordenamiento territorial.

Así pues, para el cuidado del recurso hídrico, reconocemos la existenciade la normativa que establece los Estándares de la Calidad para Agua (D.S 002-2008-MINAM) siendo éste un referente importante para su cuidado. Sin embargo, también reconocemos las pocas capacidades que tiene el Estado para monitorear y vigilar sus ríos y cuencas a nivel nacional (entre ellos, los casos de Madre de Dios,Ancash y la sierra de La Libertad).

Por ello, a través del Gobierno Provincial de Jaén y San Ignacio, venimos desarrollando estudios técnicos que atienden a dos tareas urgentes, la primera se refiere al inventariado de las fuentes y cuerpos de agua de toda la provincia, para luego diseñar una línea de base de la calidad de agua, viendo los niveles de contaminación que se encuentra en las aguas de estas dos provincias, para así ubicar fuentes contaminantes y determinar responsabilidades.

Con estos estudios se procede a realizar una transcripción a documentos pedagógicos, con los se publican y desarrollan mesas técnicas y de diálogo sobre el estado de las agua en estas zonas, para luego conformar comités de monitoreo y vigilancia de la calidad del agua, que incluyan a organizaciones de la sociedad civil,  autoridades competentes en recursos hídricos y empresas extractivas y de explotación de recursos naturales.

La Naturaleza y la Tecnología de nuestro lado

Si bien los estudios son desarrollados por equipos de profesionales, entre ellos, ingenieros ambientales, forestales, geológicos, sociólogos.  Las actividades del proyecto son realizadas en conjunto con las rondas campesinas, quienes son las que conocen con mayor detalle sus zonas, sus problemáticas, así como los lugares en que se ubica la contaminación, y con los que desarrollamos procesos de capacitación para el análisis de las propiedades físicas, químicas y biológicas del agua. Entonces, podemos decir que si bien éste puede ser un tema de “expertos”, con algo de práctica y conocimientos básicos, los ronderos se encuentran en la capacidad de seguir los protocolos para la medición y toma de muestras de agua.

Pero  ¿cómo medimos el estado del agua? Existen dos mediciones, la primera se realiza en el lugar (in situ) en el que, a través de un aparato parecido a un multitester que usa un electricista, medimos: a) la cantidad de oxígeno que tiene el agua, la cual brinda mejores condiciones para la vida. b) la turbidez, c) la temperatura, d)  el nivel de acidez (el ph, para los entendidos); y la segunda medición, que es llevada a un laboratorio, en el que se miden tres parámetros de contaminación: Nitritos y nitratos (para las actividades agrícolas por el uso de pesticidas,fertizantes, etc.), metales totales (para la contaminación por actividad minera) y las coliformes (vinculadas a la contaminación por uso poblacional).

La comprensión de estos parámetros es importante, ya que vincula a las rondas campesinas en el cuidado de la calidad del agua no solo frente a la contaminación minera, sino a la agrícola, la cual está vinculada al uso de fertilizantes y al lavado del café. Por ello, la naturaleza nos brinda la información necesaria, mientras que la tecnología nos permite comprender qué estamos haciendo mal para corregirlo. Sin embargo, no todo está de nuestro lado, hemos identificado un problema urgente que puede ser solucionado por las autoridades locales y regionales, pero que sobre todo debería importar a la autoridad nacional: el laboratorio.

El problema de los laboratorios

Como hemos mencionado, se miden algunos parámetros in situ, mientras que otros van al laboratorio para medir sus niveles elemento por elemento –por ejemplo, solo en un laboratorio podemos medir los niveles de cianuro y mercurio los cuales son usados en la extracción del oro-.Esta última medición en laboratorio tiene algunas trabas, su acceso y sus costos. Aquí detallo algo sobre el mismo:

El acceso: Por ejemplo, una vez tomada la muestra, ésta debe llegar al laboratorio antes de las 48 horas, pasado este tiempo la muestra queda inutilizada.  ¿Dónde se encuentran la mayor parte de estos laboratorios? en Limay en algunas ciudades capitales. ¿Se imaginan llevar una muestra a Lima, desde una cuenca alejada donde no existen carreteras?

Los costos:Medir la contaminación por agricultura y coliformesse encuentra entre $10 y $20 por muestra. En cambio, la medición por metales está por los $80 o 90$. Tomando en cuenta que para medir una sola cuenca pueden ubicarse hasta 30 puntos de monitoreo, y que deben realizarse mínimamente cuatro veces al año… ¿de cuánto dinero hablamos?,¿quiénesestán en la capacidad de pagar?, ¿los gobiernos locales tienen presupuesto para esta actividad?, ¿el Estado dónde mide estos parámetros?

El problema no es nuevo, siendo una solución inmediata la construcción de laboratorios públicos. Entre los ejemplos, los gobiernos regionales de Cajamarca y Ancash  cuentan ya con los equipos necesarios, sin embargo en Cajamarca aún se encuentran en proceso de “certificación”, mientras que en Ancash, los equipos se encuentran inutilizados de hace varios años.

Reemsamblando lo político, los actores locales se apoderan de la acción

Las provincias de Jaén y San Ignacio han recibido el proyecto con mucho entusiasmo, en el caso de Jaén, la municipalidad provincial viene desarrollando desde 2009 un proyecto de Zonificación Ecológica Económica, la cual busca “censar” su territorio para ubicar sus potenciales y riesgos, lo cual les asegurará una mejor explotación de sus recursos, y un desarrollo sostenible. Finalmente con la ZEE se iniciará el proceso de Ordenamiento Territorial, con lo cual se podrá saber en qué lugares es factible el desarrollo de actividades agrícolas, mineras, ganaderas, zonas de protección entre otras, llevando así lo técnico a lo político. Consideramos una labor importante lo desarrollado por ambas municipalidades, ya que de ello dependerá el modelo de desarrollo de estas zonas, siendo su posición, más que antiminera, a favor de un desarrollo sostenible, que no comprometa los recursos naturales de las siguientes generaciones.


[1]Las organizaciones de Rondas Campesinas aparecen en los 80s, en este mismo departamento, siendo una organización que agrupa de manera voluntaria a campesinos para “rondar” y cuidar sus tierras de los delincuentes y abigeos, así como administrar justicia. Esto debido a la poca presencia de instituciones del Estado como la policía, poder judicial, gobiernos locales, entre otros. Las Rondas Campesinas tienen reconocimento constitucional (art. 89 y 149)

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