Royal Society advierte: geoingeniería como salida al cambio climático

Monday, 9 November, 2009 - 00:00

La Royal Society, academia nacional de ciencias del Reino Unido, propone el uso de geoingeniería para contrarrestar el cambio climático si las emisiones de gases de carbono siguen tomando el curso que hasta ahora, a pesar de la incertidumbre que rodea a este tipo de tecnología y los posibles riesgos de su adopción.

El informe Geoingenieering the climate. Science, governance and uncertainty, publicado recientemente por esta entidad, aseguró que "si las reducciones logran muy poco y llegan muy tarde, habrá una gran presión por considerar un plan B: buscar formas de contrarrestar los efectos del cambio climático con geoingeniería".

La geoingeniería, a veces referida como Ingeniería Planetaria, es una rama de la ingeniería que aplica los avances científicos y tecnológicos con el propósito de modificar el ambiente terrestre a gran escala para que se ajuste a las necesidades humanas y promueva la habitabilidad. Existen dos tipos principales de técnicas de geoingeniería: la eliminación de dióxido de carbono (EDC) y la gestión de la radiación solar (GRS).

Según se explica en el informe las técnicas de EDC se centran en el cambio climático mediante la eliminación de gases de efecto invernadero de la atmósfera, mientras que las técnicas de GRS buscan contrarrestar los efectos de elevadas concentraciones de gases de efecto invernadero haciendo que la Tierra absorba menos radiación solar. Las técnicas de EDC se consideran más seguras que las de GRS, puesto que implican un camino más directo hacia la eliminación de emisiones contenidas en la atmósfera.

Algunos científicos hablan de poner en órbita trillones de pequeñas lentes de un metro cada una, muy finas y con un peso ligeramente mayor que el de una mariposa; colocar "islas" de plástico blanco flotando en los océanos, de manera que se pueda reflectar la luz hacia el espacio; abonar el mar con hierro para generar grandes extensiones de plantas que absorberían el dióxido de carbono y, al morir, lo arrastrarían con ellas hacia el fondo del océano o llenar las tierras agrícolas con carbono y silicato para transformar los campos en "esponjas de carbono" que absorberían grandes cantidades de dióxido de carbono; por citar algunos ejemplos.

Sin embargo, la geoingeniería corre el riesgo de ser más perjudicial que beneficiosa para la vida del planeta si no se estudia a profundidad y no se determinan las bases de su uso, por eso los países que consideren su adopción "deben enfocar la idea con precaución", advirtió el informe. Entre los efectos colaterales de la geoingeniería figuran el debilitamiento de los monzones asiáticos, la alteración de la oxigenación del océano, una mayor degradación de la capa de ozono; entre otros.

Según John Shepherd, geocientífico de la universidad de Southampton (Reino Unido), quien comandó el reporte, la ciencia y la política alrededor de la geoingeniería es tan compleja que cualquier potencial esquema de intervención tardaría décadas en ponerse en práctica. Por ello Sheperd advirtió que si bien esta tecnología podría ayudarnos a salir del problema del cambio climático en el presente siglo, "tenemos que investigar lo más pronto posible".

Lea el informe de la Royal Society en la sección Recursos de nuestro portal http://tinyurl.com/yfu7pzo

Vea una nota relacionada publicada por SciDev.net en http://tinyurl.com/yhkkpt8

Vea una infografía sobre la geoingeniería publicada por New York Times en http://tinyurl.com/yfnh6bf

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