Argentina: Biocombustible con residuos de bebidas gaseosas sin alcohol

Martes, 13 Agosto, 2013 - 08:37

Por Fundación Agreste, corresponsal de InfoAndina

 

Según investigadores de la Universidad Nacional del Litoral y del CONICET, Argentina podría producir 3.000 toneladas del biocombustible al año a partir de residuos de bebidas gaseosas sin alcohol.

 

El etanol se obtiene generalmente del azúcar o almidón del maíz y de la caña de azúcar, entre otros cultivos, pero en este caso, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) descubrieron una fuente alternativa para producir este biocombustible, principalmente demandado por el sector energético: los efluentes de la industria de bebidas gaseosas.

 

“No se conocen antecedentes acerca de la utilización de este tipo de efluentes como materia prima para la producción de etanol. En este sentido, la propuesta es novedosa. Permite, simultáneamente, disminuir la carga contaminante de los efluentes y obtener bioetanol como producto de valor agregado. Además, este proceso es de bajo impacto ambiental porque no genera contaminantes adicionales”, explica Kevin Schanton, estudiante de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que participa en este proyecto.

 

Los investigadores seleccionaron algunos efluentes líquidos de la industria de gaseosas, en particular, aquellos generados por “operaciones de descarte”: rechazos durante el proceso de elaboración por políticas de calidad, devoluciones desde góndola por falta de gas o cumplimiento de la fecha de vencimiento, entre otros.

 

A partir de un proceso biológico aplicado, los investigadores lograron producir con alta eficiencia bioetanol, un recurso energético que está cobrando importancia a nivel mundial y que, en Argentina, entre otros factores, es importante para dar cumplimiento a la Ley Nacional 26.093, la cual establece la obligatoriedad de mezclar el 5 % de alcohol anhidro en nafta.

 

“Dependiendo del tipo de gaseosa, obtuvimos entre 0,40 y 0,50 gramos de bioetanol por gramo de azúcar procesada”, señala el Dr. Miguel A. Isla, profesor titular de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química, que depende también del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

 

Según datos de la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol, en el país se comercializan anualmente alrededor de 4.500 millones de litros de gaseosas. “Fuentes consultadas permiten estimar en forma conservadora un descarte del 2%, de modo que con el proceso que se propone podrían producirse alrededor de 3.000 toneladas/año de bioetanol a partir de gaseosas”, destaca el Dr. Miguel A. Isla.

 

El proceso biológico utilizado se conoce desde hace cientos de años: la fermentación alcohólica mediada por levaduras, el mismo que se emplea, por ejemplo, en la elaboración del vino o de la cerveza. “Las levaduras son capaces de consumir los azúcares presentes en los efluentes estudiados y liberar etanol al medio”, explica el investigador. “Para que el proceso sea exitoso, se deben controlar y optimizar diferentes variables, entre ellas, los niveles de acidez, de oxígeno, de nutrientes y de temperatura.”

 

Los costos y la duración de los procedimientos convencionales suelen ser elevados en relación con este proceso que proponen los investigadores “Las operaciones clásicas de tratamiento de efluentes requieren equipos costosos que consumen mucha energía. La posibilidad de obtener simultáneamente productos con valor de mercado, como proponemos en nuestro proyecto, permitiría reducir esos costos. Además, el tiempo de tratamiento con este método es menor”, puntualiza Kevin Schanton.

 

El grupo de investigadores tiene importantes antecedentes en el aprovechamiento de diferentes efluentes industriales, habiendo demostrado, por ejemplo, la factibilidad técnico-económica de producir bioetanol y/o vinagre de cerveza o de alcohol a partir de efluentes de cervecería. “El proceso, que permite una reducción del 95% de la carga contaminante de los mencionados efluentes, se ha registrado ante el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI) y concretado parcialmente la transferencia de los conocimientos desarrollados. Esperamos dar un paso similar con el procesamiento de residuos de la industria de gaseosas”, resaltó el científico.

 

Además, este proyecto, denominado "Producción de bioetanol como estrategia de bajo impacto ambiental para el tratamiento de efluentes de la industria gaseosa", obtuvo el noveno lugar en un orden de mérito de 20 trabajos seleccionados en la convocatoria a Becas de Innovación Tecnológica, realizada por la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe.

 

Fuente: UNL | Agrovalor

 

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