Opinión: Hacia una gestión sustentable del agua

Juan Eduardo Gil Mora, consultor en temas de Gestión Ambiental, describe el valor de las cuencas hidrográficas y los recursos hídricos, además de los desafíos y necesidades en su gestión.

Cambio climático y el recurso hídrico

Uno de los mayores problemas que afecta a los sectores más vulnerables del Perú, como son las comunidades altoandinas, los ecosistemas frágiles de montaña, las cabeceras de cuenca, los humedales, etc. es el cambio climático, que debe constituir parte de la agenda en todos los niveles de gobierno. Por lo tanto, sus consecuencias deben ser consideradas en los procesos de planificación para tomar medidas de adaptación y disminuir los efectos que tienen consecuencias sociales, ambientales y económicas.

Las alteraciones vinculadas al cambio climático (fríos extremos, incremento de temperaturas, lluvias atípicas, etc.) afectan a los ecosistemas locales, a aquellos cuyas poblaciones se encuentran en condiciones de vulnerabilidad, ya sea por los desórdenes generados en la variabilidad climática, como por la ocurrencia de eventos extremos. Estos hechos, deben ser medidos no sólo en la variabilidad del clima, sino en sus efectos sobre el sector productivo y los recursos hídricos, que repercuten en la disminución de la producción agrícola, la pérdida de cosechas, en la muerte del ganado, en enfermedades que afectan a la población local. Por lo tanto, se hace necesaria la investigación sobre las respuestas locales de los cambios microclimáticos. Es decir, son necesarias agendas locales enfocadas en investigar y generar adecuadas medidas de adaptación y mitigación.

Gestión del agua

Existen dos recursos que a su vez, son bienes comunes: el agua y el aire. El agua es un bien común, lo que implica que cada persona o comunidad tiene derechos indiscutibles en relación al acceso, en calidad y cantidad necesaria. Es decir, a gestionar el agua.

La importancia del agua en el marco de la evaluación de los recursos naturales se caracteriza por ser un elemento que desempeña un rol vital en el funcionamiento del conjunto de los ecosistemas terrestres, formar parte del requerimiento de todos los habitantes de la cuenca, ser portador de fuerzas simbólicas en cada cultura y constituir un elemento económico, social y político que no reconoce fronteras.

En sentido amplio, la gestión sustentable del agua puede ser entendida como el estado de condición (vinculado al uso) del sistema hidrológico en el momento de producción, renovación y movilización de agua u otros elementos de la naturaleza, minimizando la generación de procesos de degradación del sistema.

Existen 4 principios básicos vinculados al agua:

1. El agua es un recurso estratégico, finito y frágil.
2. El agua es un bien económico, cultural y social, por lo tanto tiene valor económico,  cultural y social; sin embargo no es una mercancía.
3. En la gestión de los recursos hídricos deben participar, los tomadores de decisión, técnicos y la comunidad.
4. La gestión de los recursos hídricos se lleva a cabo utilizando como unidad de gestión: la cuenca.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL, sostiene que “desarrollar un enfoque integrado de gestión de cuencas es útil para mejorar el manejo de los recursos hídricos y forestales y para proporcionar los servicios ambientales”. (OCDE CEPAL, 2005). Por lo tanto, la gestión integrada de cuenca constituye la herramienta integradora de todas las actividades en la cuenca, incluyendo la población que emplea los recursos naturales en dicho espacio.

Entonces, antes de la planificación en el uso del territorio en la cuenca, se debe proyectar el uso del agua y territorio en forma conjunta; esto implica, planificar las actividades en el ámbito de la cuenca considerando los aspectos vinculados al agua.

La gestión sustentable del agua debe reflejar no un valor monetario, sino su valor estratégico. En este sentido se debe considerar diversas fases de su valoración:

-       Valor Social, como elemento imprescindible para el desarrollo.

-       Valor Cultural, rescatar los valores simbólicos, estéticos y éticos del agua, como factores de consolidación de los espacios locales y regionales.

-       Valor Ambiental, como elemento central en el funcionamiento y salud de los ecosistemas y tecno sistemas.

-       Valor económico, en el sentido de recurso no renovable y finito.

La cuenca hidrográfica como unidad de gestión sustentable del agua

La cuenca hidrográfica es considerada como una unidad espacial compuesta de una gran diversidad de componentes bióticos y abióticos que interactúan entre sí, reciben una fuente de energía de materia e información, las cuales son transformadas en respuestas de "salidas" de acuerdo a cómo sea su estructura y dinámica interna. La cuenca actúa entonces como un "operador sistémico" (Cayssials, 2000) por lo cual, cualquier alteración incidirá tanto en el funcionamiento global, como en el de sus subsistemas componentes.

Lo anterior provee la oportunidad de hacer un balance entre los diferentes usos que se le pueden dar a los recursos naturales y los impactos que éstos tienen en el largo plazo para la sustentabilidad de los recursos. Implica la formulación y desarrollo de actividades que involucran a los recursos naturales y humanos de la cuenca. De ahí que se requiera la aplicación de las ciencias sociales, económicas, tecnológicas y naturales. Asimismo, conlleva la participación de la población en los procesos de planificación, concertación y toma de decisiones. Consecuentemente el concepto integral implica el desarrollo de capacidades locales que faciliten la participación. El fin de los planes de manejo integral es el conducir al desarrollo de la cuenca a partir de un uso sustentable de los recursos naturales.

Por lo tanto, la cuenca es la unidad de gestión ambiental, pues constituye la unidad territorial donde el agua, proveniente del ciclo hidrológico, es captada, almacenada, y disponible como oferta de agua. Con frecuencia las cuencas hidrográficas poseen no sólo integridad edafo-biógena e hidro-climática sino que, además, ostentan identidad cultural y socioeconómica, dada por la misma historia del uso de los recursos naturales y la interacción del poblador con este recurso que emplea para su supervivencia y desarrollo.

La cuenca como unidad básica para la gestión ambiental

En el ámbito de una cuenca se produce una estrecha interdependencia entre los sistemas bio-físicos, constituido por las características del entorno y la diversidad biológica y los recursos naturales y, el sistema socio-económico formado por los habitantes de la cuenca, lo cual genera la necesidad de establecer mecanismos de gobernabilidad. Por esta razón, la cuenca hidrográfica es una adecuada unidad para la gestión ambiental, a condición de que se logren compatibilizar los intereses de los habitantes de sus diferentes zonas y las actividades productivas de las mismas. El proceso de implementación de las políticas públicas que garanticen la conservación de los recursos y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población en las cuencas hídricas, es la gestión ambiental. 

Finalmente, podemos decir que la cuenca entendida como unidad básica para la gestión ambiental:

• Permite un manejo integral de las variables económicas, sociales, de recursos naturales y culturales con la finalidad de elevar la calidad de vida de las poblaciones localizadas tanto aguas arriba como aguas abajo.
• Es estable, como unidad físico geográfica y para la materialización de las acciones dentro de un sistema complejo e interactivo en el cual la protección y el manejo del ambiente y sus recursos van unidos al desarrollo económico y social.
• Se establece un balance de los flujos de energía en el territorio, derivado del manejo del agua, pastizales, cubierta vegetal, suelos, diversidad biológica, humedales, asentamientos humanos, el desarrollo industrial, las actividades agrícolas, ganadería y el patrimonio cultural.

Juan Eduardo Gil Mora

M.Sc. en Ciencia y Tecnología Ambiental.

Consultor en temas de Gestión Ambiental.

Email: mundoandino2005@yahoo.es