Una cruzada para salvar la vida en las montañas

Jueves, 5 Junio, 2014 - 16:51

Vivir en las montañas es un desafío diario y esa lucha se vuelve cada vez más dura cuando las personas se alejan del nivel del mar. Por eso, llegar a los picos más altos del mundo es una hazaña que es digna de reportarse. Estos macizos son los protectores del clima templado de los pisos bajos y, sobre todo, son los guardianes de las aguas perpetuas que abastecen a muchas ciudades del mundo.

La semana pasada se realizó en la ciudad de Cusco el Foro Mundial de Montañas, en el cual cientos de especialistas debatieron sobre la amenaza para este ecosistema: el cambio climático.

“Está demostrado que la población que vive en las montañas es una de las más pobres del mundo. Empezando porque son pocas las que acceden a servicios básicos como el agua potable. Mucha de esta población son campesinos que solo cultivan para el autoconsumo”, comenta Stephen Mugabi, funcionario del Ministerio de Agua y Medio Ambiente de Uganda.

Mugabi llegó a Cusco y le llamó la atención que muchas de las prácticas tradicionales de los incas –como el uso de andenes para la agricultura– sean las claves para evitar la erosión de las montañas.

Según los especialistas reunidos, las montañas son cada vez más vulnerables no solo por la erosión y degradación de las tierras de cultivo, sino también por la gran amenaza de sus cumbres: el retroceso glaciar. “En el tema del deshielo hemos llegado a un punto de no retorno”, asegura Jean Gabriel Duss, jefe de la Cooperación Suiza en el Perú. Para Duss, esto representa un desafío de adaptación para las poblaciones de montaña. “Las reservas siguen ahí, solo que ya no es hielo. Es nuestra obligación cuidarlas”, sentencia.

PREPARADOS PARA EL CAMBIO
A los 4.200 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.), Silverio Choqueneyra, un poblador de la comunidad de Pucacancha, ubicada en la provincia cusqueña de Canas, empezó a darse cuenta de que la lluvia no alcanzaba para mantener sus cultivos. Por ello, recibieron con entusiasmo la propuesta de Víctor Bustinza, del Programa de Adaptación al Cambio Climático (PACC). Este ingeniero agrícola les enseñó a rescatar una técnica ancestral de ‘cosecha’ de agua.

Se identificaron zonas donde se podría recolectar agua de lluvia con ayuda de pequeños diques. “Estos reservorios infiltran agua en la tierra y por acción de la gravedad aparece en las partes bajas, dando suministro natural para casi 1.700 personas. Todas ellas viven ahora más preparadas.

Bustinza afirma que a futuro el desafío será evitar la migración de esta población a las ciudades, a fin de que las montañas se queden sin guardianes.

MEJORANDO LA CASA
El Programa de Adaptación al Cambio Climático (PACC) es un proyecto de la Cooperación Suiza en alianza con el Ministerio del Ambiente. Se implementó en la cuenca del Huacrahuacho (Cusco) y en Mollebamba (Apurímac), con una inversión de dos millones de soles.
 
El PACC, que del 2013 al 2016 realiza la segunda fase del proyecto, también apoya a las familias beneficiarias con estimulación temprana para los menores de 5 años, cocinas mejoradas y biohuertos para garantizar el acceso de alimentos frescos. 

El proyecto será administrado por las municipalidades distritales y los gobiernos regionales.

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