Convenio para conservar los recursos naturales en áreas militares de Argentina

Mercredi, 16 Mai, 2007 - 00:00

Adjuntamos una nota sobre el convenio marco entre el Ministerio de Defensa de la Nación y la Administración de Parques Nacionales para desarrollar en forma conjunta políticas activas en materia de conservación dentro de una serie de áreas militares de la Argentina.

"Este convenio busca consolidar el rol que Defensa tiene en la preservación del medio ambiente y en el uso racional de los recursos naturales". " Estos espacios naturales de interés para la conservación no pasan a ser Parques Nacionales, sino que seguirán dependiendo del área de Defensa, de cada una de las fuerzas; pero a través de este convenio se articula una sinergia entre ambas instituciones que permitirá proteger el valor de los recursos estratégicos que allí se encuentran."





PARA CONSERVAR LOS RECURSOS NATURALES
EN ÁREAS MILITARES

Miles de hectáreas se sumarían a la superficie deáreas naturales protegidas de la Argentina


Fundación de Historia Natural Félix de Azara

Buenos Aires, 9 de Mayo de 2007




Hace unos años atrás en la Administración de Parques Nacionales (APN) había surgido la inquietud de tratar de que algunas áreas naturales que se encontraban en manos de las Fuerzas Armadas pudieran integrar el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de nuestro país, mediante algún acuerdo de administración y manejo compartido entre la APN y las Fuerzas Armadas.


En el año 2004 por su parte la Fundación Azara se interesó también en el tema elevando al Diputado Nacional Dr. Juan Manuel Irrazabal en 2005 un proyecto de ley en la misma dirección que luego se presentó a la Ministra de Defensa de la Nación, Dra. Nilda Garré y su equipo de asesores.


Con posterioridad las iniciativas de la Administración de Parques Nacionales, que además cuenta en su Directorio con una representante por Defensa, y de la Fundación Azara (vía la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, y luego el Ministerio de Defensa) convergieron en un único proyecto: un convenio de comanejo entre Parques Nacionales y Defensa para conservar áreas naturales de gran valor para la conservación que son propiedad de las Fuerzas Armadas.


Finalmente el Ministerio de Defensa de la Nación y la Administración de Parques Nacionales firmaron ayer en el despacho presidencial de la Casa de Gobierno un convenio marco para  desarrollar en forma conjunta políticas activas en materia de conservación dentro de una serie de áreas militares.


Estuvieron presentes el Presidente de la Nación, Dr. Néstor Carlos Kirchner; el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el Secretario de Turismo de la Nación, Enrique Meyer y los vocales del Directorio de la Administración de Parques Nacionales María Cristina Armatta (por Defensa), Patricia Gandini y Raúl Chiessa (por Turismo).


El convenio entre Defensa y Parques Nacionales permitirá la preservación ambiental de varias áreas que son administradas por las Fuerzas Armadas.


El convenio fue firmado por la Ministra de Defensa, Dra. Nilda Garré y por el Presidente de la Administración de Parques Nacionales, Ing. Héctor Espina; y aumentará el porcentaje de la superficie del territorio nacional protegido, que llegará a 6,78% (unas 16 millones de hectáreas) y establece la creación de un Comité Ejecutivo que desarrollará su actividad en los espacios terrestres, marinos, aéreos, lacustres y acuíferos determinados para conformar los "Espacios Naturales de Interés para la Conservación de la Biodiversidad".


Según un comunicado de prensa emitido por la Administración de Parques Nacionales la Ministra Garré señaló: "este convenio busca consolidar el rol que Defensa tiene en la preservación del medio ambiente y en el uso racional de los recursos naturales" . Por su parte, Espina destacó que " estos espacios naturales de interés para la conservación no pasan a ser Parques Nacionales, sino que seguirán dependiendo del área de Defensa, de cada una de las fuerzas; pero a través de este convenio se articula una sinergia entre ambas instituciones que permitirá proteger el valor de los recursos estratégicos que allí se encuentran. Básicamente es un plan de manejo con zonificación, algunos con protección más estricta y otros con posibilidades de uso público".


Los espacios iniciales sobre los que se elaborarán planes de manejo específicos y que fueron propuestos en el proyecto inicial de la Fundación Azara son:


  • Los Manantiales : ubicado en el sudoeste de San Juan, incluye un sector de alta montaña con su fauna y flora peculiar adaptada a condiciones muy rigurosas. Allí nacen numerosos ríos y torrentes de importancia económica para la provincia. Contiene al magnífico cerro Mercedario, la altura máxima de San Juan y limita al sur con el Parque Provincial Aconcagua en Mendoza, por lo que se crearía una unidad de conservación de gran importancia y representativa del “techo de América”.
  • Tupungato : en el noroeste de Mendoza para crear un corredor de alta montaña protegido con el Parque Provincial Aconcagua, ubicado apenas más al norte y el área anterior. Es una reserva provincial no implementada que contiene terrenos del Ejército a los que urge manejar con el criterio de reserva natural. Esto se ve facilitado por su difícil acceso. El volcán Tupungato y algunas concentraciones de guanacos son sus principales atractivos en un marco paisajístico imponente.

  • Quebrada del Portugués :en Tucumán en los faldeos del Aconquija. La provincia ya lo declaró reserva provincial pero entendemos que el dominio es del Ejército, lo que crea una situación confusa que impide su adecuado manejo. Incluye sectores de alta montaña con anfibios, reptiles, aves y plantas endémicas del macizo del Aconquija que alguna vez fue proyectado como Parque Nacional y marginalmente bosques de aliso del cerro. Limita con la Reserva Provincial La Florida, una de las más antiguas del país y complementa a la Reserva  Provincial Quebrada del Río Los Sosa, la Reserva Provincial Cumbres Calchaquíes, la Reserva Provincial Santa Ana y el Parque Nacional Campo de los Alisos. Todo este conjunto merece una atención especial, dado que allí nacen los ríos que riegan las zonas llanas del Tucumán.
  • Puerto Península : en el noroeste de Misiones para crear la primera Reserva Natural Tripartita de Sudamérica. Allí quedaron 7.500 ha remanentes de una propiedad mayor del Ejército Argentino. Afortunadamente, las otras 7.500 ha se declararon Parque Provincial Puerto Península “Luis Honorio Rolón”. Limita al norte con el ejido de Puerto Iguazú que se ha expandido descontroladamente hasta los bordes de la propiedad y permite a través de sus selvas que el Parque Nacional Iguazú se contacte con el Alto Paraná y a través de éste con el Monumento Científico Histórico Puerto Bertoni que administra la dirección de Parques Nacionales del Paraguay. Protege manchones de palo rosa y palmito y numerosísimas especies animales.
  • Campo Sarmiento : en Diamante en Entre Ríos para ampliar el Parque Nacional Predelta. Actualmente el área del parque abarca sólo terrenos anegadizos impidiendo la construcción de la infraestructura necesaria para su correcto manejo. Además las barrancas poseen selvas en galería muy diversas y no contenidas en el diseño actual del parque. Al sumar este terreno se contaría con ese ambiente tan rico y necesitado de protección y con la terraza para construir la infraestructura de apoyo.
  • Magdalena : en el nordeste de Buenos Aires. Incluye un terreno del Ejército con tupidos talares costeros del Río de la Plata. Estos bosques apenas están representados en la Reserva Natural Otamendi y son los que poblaban el terreno donde actualmente se alza el cinturón industrial Rosario-Buenos Aires-La Plata. En este sitio llama la atención además del tala, la presencia del coronillo ( Scutia buxifolia ), especie muy perseguida por su leña y los matorrales ribereños y juncales del Río de la Plata.
  • Arsenal Naval Azopardo : en Azul para que unido a la Reserva Provincial Boca de las Sierras proteja la pampa bonaerense en las sierras de Tandil con sus especies únicas de plantas, como la Mimosa tandilensis . La escasez de reservas naturales de la Nación en la región pampeana y en particular en este distrito pampeano austral recomiendan que al menos parte de esta superficie se maneje como área protegida y fomentar allí el uso científico y ecoturístico.
  • Punta Bs. As. :en Península Valdés, en la provincia de Chubut para convertirla en núcleo de esta reserva provincial declarada Patrimonio de la Humanidad. Está en la boca del Golfo San José que es Parque Marino Provincial. Es un terreno de la Armada ubicado en un sitio estratégico para la conservación, dado que el Golfo San José es clave para la cría de la ballena franca austral ( Eubalaena australis ), especie declarada Monumento Natural Nacional y por la cual no se ha podido tomar medidas concretas por carecer la APN de terrenos vecinos a sectores marinos claves para la especie. Además tiene concentraciones de aves marinas y pinnípedos en especial del elefante marino austral ( Mirounga leonina ), foca gigantesca que tiene en la Península Valdés su único apostadero continental de cría en el mundo. Incluye un sector de estepas con guanacos, choiques y maras, entre otras especies características.
  • Cabo Blanco : en Santa Cruz. Es un faro con loberías del lobo marino de dos pelos o "foca peletera" ( Arctocephalus australis ) en los roquedales vecinos. También crían allí el cormorán cuello negro ( Phalacrocorax magellanicus ) y el cormorán gris ( Phalacrocórax gaimardi ). Es reserva provincial pero carece de implementación y el faro depende del Servicio de Hidrografía Naval. Es interesante señalar que cuando Santa Cruz era Territorio Nacional, el área había sido declarada Reserva Natural de la Nación.
  • Base CELPA de la Fuerza Aérea : en la boca de la albufera de Mar Chiquita en Bs. As. El sitio es importante por sus aves migratorias y elementos pampeanos. Es vecino a una reserva provincial y ya es Reserva de la Biosfera. Actualmente el predio es uno de los mejor conservados del área por lo que sería importante manejarlo con un criterio conservacionista, compatibilizando su uso actual con el interés científico y ecoturístico del área donde la provincia tiene destacados algunos guardaparques y la APN los tuvo en el pasado, debiendo retirarlos ante la falta de avance de esta propuesta.
  • Campo de Mayo : en el conurbano bonaerense. Es uno de los últimos pulmones verdes en esta zona densamente poblada y transformada, donde complementa a la Reserva Otamendi. Si bien no toda el área tiene mérito de reserva natural hay sectores como La Tosquera en Don Torcuato que es una vieja cantera inundada que han sido propuestas por una ley Nacional, actualmente en tratamiento como Reserva Natural Educativa a cargo de la APN. Además de este sector, las viejas forestaciones de Eucaliptos han generado en su estrato inferior un renuevo de bosques de talares, que originalmente poblaban el área y con un adecuado manejo podrían recuperarse como valiosas reservas. Su valor educativo y ecoturístico y su inmejorable ubicación (que la hace apetecible para intereses inmobiliarios o de expansión urbana de los municipios vecinos), recomiendan concretarla a la brevedad.


A los que se les agregó luego Campo General Belgrano (Salta) y Cuartel de Vigilancia de Ciudad de La Paz (Entre Ríos).


El por qué de la iniciativa


La República Argentina cuenta con 328 áreas protegidas las cuales apenas cubren una superficie de más de 16 millones de hectáreas (5,7 % del país, sin considerar el territorio insular y Antártico). De estas áreas protegidas, 33 constituyen unidades de jurisdicción nacional (unas 3,6 millones de ha.) que se encuentran bajo la autoridad de la Administración de Parques Nacionales (APN). Las restantes presentan diversos tipos de dominio (públicos provinciales, municipales, comunitarios, universitarios y privados) distribuidos en las veintitrés jurisdicciones provinciales y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sujetas a distintos tipos de gestión (gubernamental, provincial, municipal, a cargo de ONGs, etc).


La Administración de Parques Nacionales es el organismo que planifica y ejecuta -con proyección nacional e internacional- la conservación de la diversidad biológica y cultural de las áreas protegidas bajo su jurisdicción. Como se ha dicho, el Sistema Federal de Áreas Protegidas (integrado por Parques y Reservas Nacionales) cuenta con apenas un 1,28 % de zonas protegidas, por lo que puede deducirse, que tan exiguo porcentaje no representa ni siquiera la mayoría de los ambientes de nuestro país. En este punto vale recordar que otros países latinoamericanos cuentan con importantes porcentajes de áreas naturales protegidas. El caso de Venezuela, un país que bien podría –económica y socialmente- acercarse a nuestra realidad, es notable pues mantiene un 32,71 % de la superficie nacional protegida. Otros países de la región, puntales en cuanto a porcentaje de territorio protegido como área natural, son Ecuador (con el 25,48 %), Costa Rica (con el 24,87 %) y Panamá (con el 23,01 %). Por otra parte, los más recientes avances en las disciplinas científicas relacionadas con la conservación de la diversidad biológica, reconocen la importancia de establecer corredores biológicos que enlacen diferentes áreas protegidas a través de paisajes con usos más variados, como única forma de evitar los altos niveles de extinción de especies que se producen inevitablemente en áreas protegidas aisladas. Todo ello hace que nuestro sistema de áreas protegidas deba ser complementado creando nuevas áreas que aseguren la efectiva preservación de los recursos que encierran pues los niveles actuales de áreas protegidas estrictas parecen ser bajos respecto del mínimo aconsejable para garantizar el cumplimiento del Convenio sobre Diversidad Biológica, al que la Nación adhirió en octubre de 2004. Históricamente, la Administración de Parques Nacionales ha creado nuevas áreas utilizando terrenos fiscales, otros recibidos en donaciones o bien expropiando o adquiriendo inmuebles de especial interés conservacionista (más del 90% del territorio argentino se encuentra bajo dominio privado); teniendo en consideración la escasa posibilidad de continuar con la tarea de dicha creación por los medios mencionados, es clara y precisa la limitación que se enfrenta para el tan necesario crecimiento del área  cubierta por el organismo.


En este nuevo milenio, nuestras Fuerzas Armadas, en busca de consolidar su armoniosa inserción en la sociedad argentina, están convocadas para cumplir nuevos y diversos roles, listando entre sus objetivos el contribuir a la preservación del medio ambiente. Sabido es que las distintas fuerzas cuentan, a lo largo y a lo ancho de la República, con numerosas unidades y destacamentos, muchos de los cuales tuvieron que ser arrendados para actividades forestales o de agricultura para poder solventar su mantenimiento. Las mismas limitaciones de acceso han permitido que un buen número de ellos se encuentren libres de depredación o de extracción, lo que ha mantenido en condiciones óptimas los ambientes naturales que representan.


Varios países llevan adelante iniciativas en este sentido. Valgan para el caso dos ejemplos: en Estados Unidos de América en 1990 fue iniciado del programa “Partners In Flight” (“Compañeros en Vuelo”) como respuesta a la creciente preocupación por la declinación en las poblaciones de varias especies de aves terrestres y para hacer énfasis en la conservación de las aves excluidas de las iniciativas conservacionistas existentes. Aunque su principal preocupación son las migratorias neotropicales (o sea aquellas especies que anidan en el Ártico norteamericano y pasan el invierno en Centro y Sur América), también han incluido a la mayoría de aves terrestres y otras especies cuyos hábitats son eminentemente terrestres. La premisa central de programa “Partners In Flight” es que los recursos de organizaciones públicas y privadas de Norte y Sur América deben combinarse, coordinarse e incrementarse para lograr la efectiva conservación de poblaciones de aves en este hemisferio. Ahora bien, para cumplir su cometido han determinado una serie de áreas de importancia para las aves (“IBA” según su sigla en inglés: “Important Bird Areas”), ya sea por altas concentraciones de determinada especie, excepcional diversidad de especies o presencia de taxones raros o amenazados. Muchas propiedades del Ejército estadounidense son usadas como escalas por las aves neotropicales en sus largas migraciones para criar o invernar. El Departamento de Defensa entonces, permite la utilización de varias tierras de los militares como “IBAs”: dichas tierras no sólo son utilizadas para entrenamiento militar sino que además resultan benéficas para la conservación de la avifauna.  En el Reino Unido, por otra parte, el Ministerio de Defensa –como el mayor departamento del gobierno- posee un numeroso, variado y complejo número de propiedades, que incluyen muchos de los hábitats originarios de ese país así como una excepcional biodiversidad. Su mismo carácter militar ha significado que estas propiedades hayan escapado de los cultivos intensivos, del uso de agroquímicos y del desarrollo urbano. Al menos cuarenta y siete de esos predios han sido identificados como prioritarios, debido a su rareza, por estar en declinación o mantener ambientes originarios y se ha comprobado la presencia en ellos de varias especies amenazadas. Por ello el Ministerio de Defensa se ha planteado como objetivo la conservación de los restos arqueológicos y los ambientes naturales, propiciando su protección y mantenimiento y trabajando estrechamente con las agencias de conservación de la naturaleza nacionales, organizaciones no-gubernamentales, naturalistas, etc. reteniendo tierras sólo para entrenamiento del ejército en los intereses de defensa nacional. El Ministerio de Defensa posee y administra algunos de los sitios naturales más interesantes del Reino Unido, por ejemplo, el "Castlemartin Tank Firing Range", zona declarada de interés geológico y biológico nacional, que se extiende a lo largo del litoral marino rocoso con precipicios calizos y protege varias especies de aves marinas amenazadas.


En la Argentina existían dos casos de terrenos de propiedad del Ejército Argentino donde se les ha encomendado el manejo de los mismos con carácter de Reserva Nacional uno y de Parque Nacional el otro  (Reserva Nacional Campo Belgrano, en Salta y Parque Provincial Puerto Península “Honorio Rolón”, en Misiones).


Precisamente el objetivo de esta iniciativa es sumar una novedosa forma de comanejo a cargo de la Nación, para aquellas áreas de dominio nacional que ameriten su conservación a perpetuidad debido a sus rasgos de interés geológico y biológico o que aumenten la superficie de parques y reservas vecinas o bien mejoren su diseño, sin desmedro de los organismos y/o fuerzas que actualmente administran los predios.


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