CONACS "descuartizada"

La decisión de que el INRENA y la Dirección General de Promoción Agraria (DGPA) absorban las funciones del Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (Conacs) ha sido recibida, por los criadores y gremios campesinos, como un «descuartizamiento» de este organismo.

Las organizaciones alpaqueras y campesinas le han planteado al gobierno revisar la decisión adoptada, abriendo un espacio de diálogo con todos los sectores involucrados quienes, por ahora, no se han pronunciado y han preferido mantenerse en el espacio del Instituto Peruano de la Alpaca, que cuenta con el auspicio del Ministerio de la Producción.

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Según el D.S. 012-2007-AG, dictado el 22 de febrero, el Conacs se extingue luego de transferir sus funciones normativas a la Dirección General de Promoción Agraria (DGPA), y las que conciernen a la coordinación, concertación y supervisión de actividades de conservación, producción y comercialización al INRENA. Este proceso debía realizarse en un plazo de 60 días, es decir, hasta fines del mes de abril, pero pocos días después —3 de marzo—, el D.S. 014-2007-AG precisó que la fusión se hará efectiva cuando culmine la transferencia de funciones del Conacs a los gobiernos regionales, cuyo plazo no excederá del 31 de octubre de 2007. Se precisa, asimismo, que la DGPA asume las funciones relacionadas con los camélidos domésticos (alpacas y llamas), mientras que el INRENA se hará cargo de lo relacionado con los camélidos silvestres (vicuñas).

Lo que se percibe de estas marchas y contramarchas es la improvisación, que empezó trasladando el Conacs a Puno, donde se concentra la mayor población alpaquera.

Jesús Cruz, directivo de la Sociedad Peruana de Criadores de Alpacas y Llamas Registradas (SPAR) y dirigente de la filial Pasco de esta organización, señala que la fusión decretada deja a los criadores sin una institución especializada, cuando lo que se necesita es que el Estado articule mejor sus actividades, fortaleciéndolas y, al mismo tiempo, descentralizá ndolas.

«La decisión es más política que técnica», señala Cruz, recordando que el traslado del Conacs a Puno respondió a una de las promesas electorales que el presidente Alan García le hizo a esta región. Según informa la directiva de la SPAR, hasta hace poco el Conacs no contaba con local establecido en Puno, y el desmantelamiento de la sede central representó todo un problema para los criadores de otras regiones del país.

El gobierno tiene que explicar qué se busca, a dónde se apunta con el desmantelamiento del Conacs, o si la opción es, finalmente, que el sector privado, a través del Instituto Nacional de la Alpaca, se ocupe de un rubro que involucra a muchos miles de familias campesinas altoandinas.

Las organizaciones alpaqueras y campesinas le han planteado al gobierno revisar la decisión adoptada, abriendo un espacio de diálogo con todos los sectores involucrados: los criadores —para empezar— y los industriales exportadores —quienes, por ahora, no se han pronunciado y han preferido mantenerse en el espacio del Instituto Peruano de la Alpaca, que cuenta con el auspicio del Ministerio de la Producción.

El «ojo australiano»

El dirigente de la SPAR, Jesús Cruz, anota que en once años más, países como Australia y Nueva Zelanda llegarían a tener la misma cantidad de alpacas que el Perú, e incluso nos aventajarían en ofrecer al mundo mejor calidad de fibra, gracias al apoyo tecnológico y los incentivos que allí se brindan. Por cierto que el apoyo también provino del Perú en la década pasada, cuando se dieron facilidades para exportar alpacas vivas.

Miski Paku, boletín electrónico que coproducen Cepes y SPAR (ver www.cepes.org.pe), viene informando sobre los avances que ya está logrando Australia en la producción y exportación de confecciones de fibra de alpaca, incluso hacia nuestro país. La Australian Alpaca Fleece Ltd. (AAFL), en alianza con el grupo Inca y el grupo Mitchell, comenzó a exportar fibra australiana al Perú en 2006, para volverla a exportar en confecciones de alto valor con su propia marca, según informa la empresa australiana.