Dia Mundial de Lucha contra la Desertificacion y la Sequia

Thursday, 17 June, 2004 - 00:00

El 17 de junio de 1994 se firmó la Convención de las Naciones Unidas de Lucha
contra la Desertificación (UNCCD). El 19 de diciembre del mismo año, la Asamblea
General de la ONU proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la
Desertificación y la Sequía. Se invitó a los Estados a que dedicaran el Día
Mundial a sensibilizar la opinión pública respecto de la necesidad de
cooperación internacional para luchar contra la desertificación y los efectos de
la sequía, así como de la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas de
la Lucha contra la Desertificación.


La Desertificación es la degradación de las tierras de zonas áridas,
semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores. Es un problema
plenamente relacionado con los cambios climáticos, la conservación de la
biodiversidad y la necesidad del manejo sustentable de los recursos naturales.
Los vínculos entre estos aspectos y los factores socioeconómicos son cruciales,
pues la problemática de la desertificación es un síntoma de ruptura del
equilibrio entre el sistema de recursos naturales y el sistema socio-económico
que los explota.


Hoy celebramos 10 años del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación.
Con tal motivo, adjuntamos parte de un artículo publicado en la web del diario
El Mundo de España.


Pueden ver la versión completa en la siguiente dirección:
http://aula.el-mundo.es/aula/noticia.php/2004/03/25/aula1080150211.html







17 de junio: Día Mundial de
Lucha 
contra la Desertificación y la Sequía


 


Este Año viene a ser la continuación del Año Internacional del Agua Dulce,
celebrado en el 2003. "El agua y la desertificación y la sequía están
intrínsecamente conectados, especialmente en zonas áridas, semiáridas y
subhúmedas, donde el agua es un recurso limitado", asegura la ONU en un
documento oficial. 

"La degradación de tierras afecta a los recursos
hídricos al reducir su disponibilidad y calidad. También cambia el flujo de los
ríos y corrientes de agua, lo que puede llevar a inundaciones, disminución del
agua subterránea, contaminación y salinización", se dice en el
informe.

Por eso es necesario concienciar de la necesidad de luchar
contra la desecación y renovar los compromisos políticos para llevar a cabo esta
lucha. Por eso se creó también la Convención de Naciones Unidas contra la
desertificación. No es una tarea fácil, pero la situación de peligro de
subsistencia de 1.200 millones de personas exige que se haga todo lo
posible.

Además 

QUÉ ES. La desertificación no es el
aumento de los desiertos existentes, sino el proceso de degradación de las
tierras áridas, semiáridas y subhúmedas secas. "Es un proceso gradual de pérdida
de productividad del suelo y de adelgazamiento de la cubierta vegetativa por
efecto de las actividades humanas y de las variaciones climáticas", asegura la
ONU en uno de sus documentos sobre desertificación. 

UN TERCIO. Según la
ONU, una tercera parte de la superficie terrestre está amenazada por la
desertificación. El problema afecta directamente a la subsistencia de 1.200
millones de personas, que dependen de la tierra para la mayoría de las
necesidades y que suelen ser los habitantes más pobres del planeta, repartidos
en 110 países. 

POBLACIÓN Y DEMANDA. Se prevé que los 6.200 millones de
personas que vivían en el mundo en 2002 sean 9.200 en el año 2050. Esto,
obviamente, supone un enorme incremento en la demanda de agua. 

DÍA
MUNDIAL. Cada año se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la
Desertificación. Es el 17 de junio, día establecido en 1994 por la Organización
de Naciones Unidas para llamar la atención sobre este problema que cada año va a
más. 

DESPLAZADOS. Según estimaciones de la ONU, se espera que en el año
2020 unos 60 millones de personas abandonen sus tierras desertificadas del
África subsahariana en dirección al norte del continente y a
Europa. 

Causas y soluciones para una tierra que se
seca 


No es fácil luchar contra un fenómeno natural, contra la fuerza
evolutiva de un proceso global que afecta a casi todo el planeta. Pero sí se
pueden erradicar algunas actividades humanas que están degradando el suelo. Es
el caso del cultivo y pastoreo abusivos, la deforestación y los regadíos
deficientes. Es, en resumen, una sobreexplotación de suelo que, según la ONU,
está motivada por "la presión económica y social, la ignorancia, las guerras o
las sequías". 

Señala sin tapujos a las fuerzas económicas
internacionales y a las pautas del comercio mundial, que afectan directamente a
los más indefensos. Aun así, no olvida que una causa fundamental es el cambio
climático, y una consecuencia de la desertificación, la pérdida de diversidad
biológica. 

Una primera solución puede ser la forestación -
agroforestería, con la que se lucha contra los cuatro males que van parejos:
desertificación, cambio climático y pérdida de la diversidad biológica e
inseguridad alimentaria. Pero se puede hacer mucho más. Para empezar, cambiar
las formas de trabajo entre estados, fomentando la participación, la
colaboración y la descentralización. También estimulando la cooperación entre
comunidades locales, grupos de mujeres y jóvenes, ONG, organismos donantes e
instituciones investigadoras. 

Con todos ellos, bajo el paraguas de los
gobiernos, debemos de llevar a cabo los planes y programas que palíen los
efectos de la desecación del suelo y de las consiguientes y nefastas
consecuencias para las zonas afectadas.


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