Perspectivas bolivianas sobre la COP 21: Entrevista con Pablo Solón

Wednesday, 2 December, 2015 - 11:00

A pocos días de los atentados terroristas de París hablamos con Pablo Solón* sobre las perspectivas desde Bolivia sobre las negociaciones climáticas de la COP 21 en París, que está comenzando hoy día.

Pablo Solón es el director ejecutivo de la Fundación Solón y parte del Encuentro de la Sociedad Boliviana frente al Cambio Climático. Fue ex-negociador de Bolivia en las Conferencias Climáticas hasta 2011.

Dirk Hoffmann: Desde Bolivia, ¿cuáles son los puntos clave?, y ¿cuáles las expectativas sobre París?

Pablo Solón: Bueno, el problema es desde Bolivia, creo que ahora hay dos perspectivas desde Bolivia; una desde el punto de vista del gobierno y otra, desde ciertos sectores de la sociedad civil que quieren que haya una acción más contundente en relación al cambio climático.

Desde la perspectiva del gobierno, se juega a mantener un cierto liderazgo en el tema de cambio climático, sobre todo a partir de propuestas que los países industrializados son los más responsables, que hay que tomar en cuenta las emisiones de gases de efecto (GEI) invernadero históricas, los temas del Tribunal Internacional para la Justicia Climática y de los derechos de la Madre tierra.

Pero mientras que hay este discurso, en el ámbito de la reducción de los GEI, las acciones que se están tomando dentro de Bolivia van a contrapelo de esta intención de liderar en el campo. Ahora el divorcio entre el discurso y la práctica es cada vez mayor y es cada vez más evidente.

¿Cuáles son las perspectivas desde la sociedad civil, de la cual tu formas parte?

Cuando aquí en La Paz hubo el 4º encuentro de la sociedad civil boliviana frente al CC, lo que se discutía es qué hacemos nosotros aquí en Bolivia para reducir nuestros GEI. Y creo que las propuestas han sido muy claras, una en relación al tema bosques, y es reducir la deforestación hasta llegar a erradicarla totalmente hasta el 2020.

Creo que esto es una propuesta del encuentro muy fuerte, que se ha visto reforzada por el hecho de que en septiembre se han aprobado los famosos SDGs (Metas del Desarrollo Sostenible o Sustainable Development Goals de las Naciones Unidas) y en el SDG número 15.2 hay una suerte de compromiso de todos los países de parar la deforestación hasta el 2020.

Otro de los grandes planteamientos es como realmente vamos a ir en Bolivia hacia el uso de energías renovables, fundamentalmente energía solar y energía eólica, micro-generadores hidráulicos. Al respecto hay un propuesta también muy clara que Bolivia no tendría que apostar por las grandes mega represas y mucho menos por energía nuclear. Yo creo que la alternativa es que “una Bolivia solar es posible”. Y hay todo un análisis de que esto es viable en términos económicos y socio ambientales.

Yo diría que básicamente ahí están las dos propuestas de la sociedad civil boliviana. Una Bolivia con bosque y una Bolivia solar es absolutamente posible. Ser líder en los hechos no solamente en las palabras.

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Pablo Solón en la entrevista con el Klimablog

Volviendo al ámbito de las negociaciones... ¿Cuál es la posición del gobierno boliviano, cuáles son sus puntos más importantes en la negociación?

Si uno se guía por los discursos se podría decir que la posición más importante es decir que queremos limitar el aumento de temperatura a 1,5 °C como lo máximo. Pero eso, que significa en concreto, no lo sé. Por qué no se va dar. Todos sabemos que vamos a tener un aumento de temperatura (hasta finales del siglo XXI) de 2,6 – 3,9 según el informe oficial.

El Tribunal Internacional de Justicia Climática, que esta ahí pero no va a estar en la versión final. Fue eliminado de la última versión del texto de negociación, y ahora que viene la Conferencia de Paris es obvio que el resto de los países desarrollados no quieren que haya ningún mecanismo vinculante, mucho menos un tribunal que pudiera sancionar.

Hablando del ámbito global, ¿cuáles serían los puntos clave de los países del Sur para esta COP 21?

Yo creo que en verdad el gran problema es que la división entre países desarrollados y en desarrollo es relativa y cambiante. Eso estuvo bien, unas décadas atrás. Pero ahora quienes cocinan el acuerdo y quienes defienden el acuerdo son básicamente la China y EE UU. Resulta que uno está en un bloque y otro está en otro bloque, pero los dos a su vez ya tienen su acuerdo y su acuerdo es el que va prevalecer.

Yo creo que hay países muy afectados por el cambio climático que quisieran ver que este mecanismo de daños y pérdidas realmente tome más fuerza. Pero con el texto del 5 de octubre no hay ninguna propuesta que diga que este mecanismo tiene que entrar con fuerza. En este tema ya estamos peleando en nuestra cancha.

El otro punto difícil es el financiamiento, ahí también veo los países en desarrollo peleando a la defensiva, porque el planteamiento ya no es "queremos 200 o 300 billones (mil millones)“; el planteamiento es "dennos por lo menos los 100 billones que nos han prometido en 2009“, anualmente para la década del 2020 al 2030.

Yo creo que vamos a acordar un texto donde no haya una obligatoriedad de que los países desarrollados deben proveer esos fondos. En general, no veo muchos puntos en los cuales los países en vías de desarrollo logren importantes o significativas conquistas.

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La Marcha Climática que no fue, París, 29 de noviembre de 2015

¿No crees que el tema del financiamiento sea una condición para que el Sur acepte un acuerdo?

Ojala fuera así, pero lo que yo he visto adentro y después de seguir las negociaciones, es que domina la actitud de que “bueno, esto es lo que pudimos conseguir, entonces aceptemos, que vamos a hacer.”

¿Cuál es el rol de la China en este contexto del financiamiento, del Fondo Verde Climático?

En mi opinión, la posición de la China desde Copenhague ha sido siempre la de apoyo a los países del G77 que ellos reciban fondos. Pero China nunca peleó de ser incorporado en este fondo. Diferente a la posición de la India; que está pidiendo una tajada grande de ese pastel.

Pero una cosa es pedirlo, otra es plantearlo firme hasta el final.

Entonces, ¿el Sur no tiene una posición mínima base? ¿Está negociando solo para conseguir lo más que pueda?

Mi visión honestamente es esa. Creo que cada vez se ha ido desmoronando más, y la posición es seguir negociando para conseguir lo que se puede.

¿En que está el ALBA ahora? Hemos visto que en su momento era una instancia fuerte, interesante a nivel internacional, sobre todo considerando que no hay una posición latinoamericana en conjunto, como es el caso de África, por ejemplo. La percepción desde Bolivia es que el ALBA con la muerte de Hugo Chávez y la baja de los precios de petróleo ha perdido mucho su fuerza.

Yo creo que en términos de cambio climático era una alianza firme para Copenhague, pero después de Copenhague esa alianza se fue debilitando. Por eso pasó lo de Cancún (en 2010), donde si viene el Acuerdo de Cancún que es el mismo que el Acuerdo de Copenhague (del año anterior), los países del ALBA que estuvieron en contra del Acuerdo de Copenhague, con la excepción de Bolivia, están a favor del Acuerdo de Cancún.

Frente a este panorama que nos estás dibujando, ¿cómo ves las posibilidades de poder contar con un Acuerdo de París efectivo en la COP 21 que está por comenzar dentro de muy poco tiempo?

Yo creo que el gran problema es ahora que va a pasar después de la COP. Ya sabemos que la COP va a tener un acuerdo bastante discursivo, pero no va a resolver el tema. Ahí para mí el peligro es que el acuerdo nos amarre, nos encadene a una lógica que sigue hasta el 2030. Para mi ese es el peligro de ese Acuerdo de París.

Es decir, si tuviéramos más tiempo, uno podría decir, bien, vayamos de poco a poco, pero creo que esta década es la última década que tenemos. Si esta década se pierde, ya estaríamos frente a un escenario catastrófico.

Mi preocupación es si este acuerdo nos va a crear el espejismo de que estamos haciendo algo, mientras que en realidad no estamos haciendo lo que deberíamos hacer. Yo creo que en esa medida es muy importante lo que podemos hacer organizaciones de la sociedad civil, campesinas, de trabajadores, para hacer acciones concretas a nivel local, nacional, municipal.

Yo me convencí que los políticos no van a resolver el tema.

Muchas gracias, Pablo, por esta entrevista.

*La entrevista se realizó el 17 de septiembre de 2015 en la ciudad de La Paz.

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Hoffmann, Dirk

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Hoffmann, Dirk

Dirk Hoffmann está vinculado al movimiento ambientalista por más de 25 años, entre otras ha trabajado como coordinador en el Klimaforum ´95, el centro de coordinación internacional de las ONGs hacia la COP-1 de la Convención Climática en Berlín en 1995. Tiene un primer título universitario mag. art. en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín y un MSc en Protección del Medio Ambiente de la Universidad Humboldt de Berlín. Entre 2005 y 2008 ha trabajado con la cooperación alemana en el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) de Bolivia y entre 2009 y 2011 se empeño de responsable del Programa de Investigación de Cambio Climático en el Instituto de Ecología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en La Paz. Actualmente, es director del Instituto Boliviano de la Montaña – BMI, una fundación sin fines de lucro con sede en La Paz.

Información y foto utlizado de KlimablogCuyo espacio en el internet es dedicado a la información científica actualizada de los aspectos relevantes del cambio climático en Bolivia. 

 

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Bolivia, Plurinational State of