Día Internacional de las Mujeres Indígenas: La Situación de las mujeres indígenas en Chile y los desafíos para avanzar en el respeto, protección y garantía de sus derechos
Por Mariela Infante Erazo
El pasado 5 de septiembre se conmemoró el día internacional de las mujeres indígenas, fecha de reconocimiento a las históricas luchas y resistencias que ellas han sostenido contra las múltiples formas de violencia y discriminación que enfrentan cotidianamente.
Ser mujer indígena significa enfrentarse a una forma específica de discriminación que no se reduce a una simple convergencia o «fusión» de la discriminación étnica y sexual, se trata más bien de una realidad cualitativamente diferente que da lugar a situaciones de mayor vulnerabilidad y exclusión que obstaculizan el pleno ejercicio de sus derechos en diversos ámbitos.
En Chile, en el marco de una creciente movilización y protesta social indígena cuyas demandas se centran en la reivindicación de territorios ancestrales, el Estado ha respondido con una política represiva y criminalizadora. La violencia policial contra las comunidades indígenas ha sido materia de preocupación por varios órganos de Naciones Unidas pues se repiten episodios de represión policial y violentos allanamientos en comunidades mapuche, resultando niñas, mujeres y ancianas heridas y afectadas por el uso desproporcionado de la fuerza. En el año 2012, el Comité CEDAW recomendó al Estado prevenir, investigar y sancionar todo acto de violencia estatal, proporcionando a las víctimas, especialmente a las mujeres indígenas, reparaciones adecuadas.
Por otra parte, en lo que respeta a sus derechos económicos y sociales, la Encuesta CASEN del año 2009 evidencia que dentro de la población indígena existen brechas de género significativas, siendo las mujeres indígenas un grupo especialmente vulnerable, con los peores índices en términos de acceso a la educación formal, servicios de salud, integración al mundo del trabajo productivo y a las actividades generadoras de ingresos, entre otros aspectos.
En relación a la participación, es preocupante que hasta le fecha no se haya adoptado un mecanismo efectivo de consulta y participación indígena de acuerdo a las normas internacionales, particularmente el Convenio N° 169 de la OIT. Por otro lado, los pueblos indígenas continúan sin tener representación en el Congreso y gobiernos regionales, y su representación en los gobiernos municipales es ínfima. Para las mujeres indígenas, la situación es aún peor, pues su acceso a los cargos de decisión política es prácticamente nulo.
En materia de acceso a la justicia, persiste la ausencia de mecanismos jurisdiccionales que oportuna y eficazmente protejan a las mujeres indígenas afectadas por discriminación. Además, las y los funcionarios policiales y operadoras/es de justicia reciben escasa formación en derechos humanos de las mujeres indígenas, primando estereotipos y patrones socioculturales discriminatorios que vulneran los derechos de las mujeres indígenas a un juicio justo.
Las problemáticas mencionadas, demuestran la necesidad de que las mujeres indígenas se constituyan como un grupo prioritario del accionar estatal, el cual debe abordar la discriminación múltiple que ellas enfrentan a través de políticas públicas efectivas y medidas de acción afirmativa que permitan alcanzar la igualdad sustantiva, en particular en la política, educación, salud y empleo.
Así como en otros países de la región, en Chile las mujeres indígenas han tenido una importante participación en las demandas por el derecho a la autodeterminación y al reconocimiento de su cultura y territorio. Consolidar una participación política sustantiva de las mujeres indígenas a nivel local y nacional resulta indispensable para avanzar en el respeto y protección de los derechos humanos y en la superación de la discriminación estructural que caracteriza la realidad de Chile y la región.
Mariela Infante Erazo
Socióloga especializada en Derechos Humanos de las Mujeres, responsable del área de derechos humanos de Corporación Humanas. Candidata a Magister en Métodos para la Investigación Social, Universidad Diego Portales. Diplomada en Derechos Humanos y Procesos de Democratización, Universidad de Chile. Diplomada en Género, Cultura y Sociedad, Universidad de Chile.
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