En Colombia hay cerca de 400 especies de plantas nativas que se pueden comer. Los habitantes del territorio nacional podrían comer un fruto o semilla distinta al día sin repetir ¡por más de un año! Sin embargo, la mayoría de colombianos come pocas frutas y verduras, casi siempre son de la misma variedad y muchas provienen de otras partes del mundo.
El número de plantas nativas comestibles no es sorprendente si tenemos en cuenta que en Colombia se encuentra el 10 % de la biodiversidad del planeta y aquí viven alrededor de 80 grupos étnicos. Lo que sí sorprende es que a pesar de esa gran diversidad de frutos, semillas, raíces y tubérculos originarios del país, las frutas más consumidas por los colombianos sean el limón, el banano y el mango que vienen de la India. A esto se suma que en Colombia el consumo de frutas y verduras está muy por debajo de lo recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO): 222 gramos frente a los 400 gramos que sugiere la organización1 .
Y lo que más sorprende es que en el mundo la situación no es muy distinta. De las 30 mil especies de plantas comestibles que existen, solo se consumen 7 mil, 150 especies son las de mayor uso2, 15 especies proporcionan cerca del 90 % del consumo de proteínas y calorías en el mundo y la mitad de la energía que viene de las plantas corresponde solo a tres especies: trigo, arroz o maíz. Esto incluye la planta y sus derivados3.
¿Recuerdan la guama, el mamoncillo y la gulupa? A la guama le dicen guamo de osito hormiguero en el Amazonas y guamo de mico en el Meta. La palabra mamoncillo es una voz del pueblo Caribe y los indígenas del Orinoco tuestan la semilla de esta fruta para reemplazar el casabe y preparar tortas. A la gulupa, de la familia del maracuyá y la curuba, le dicen cholupo, curubo o granadilla de monte.
Colombia tiene plantas desconocidas, raras y comunes que sirven no solo de alimento sino que han originado múltiples recetas, medicinas, saberes ancestrales, artesanías, historias y expresiones propias de las diferentes regiones del país. Toda esta diversidad se puede reflejar en la mesa. El reto es rescatar plantas desconocidas, escondidas y olvidadas; elaborar un plato que tenga muchos colores, formas y sabores que den rienda suelta a más historias y saberes. Esta es otra forma de explorar nuestra #ConexiónVital, anímate.
Mi porro me sabe a frutas
a mamei patilla o tajá e' melón
también me sabe a yuca harinosa azá
mojá en asiento de chicharrón
A totuma e' guarapo
con hielo y limón
bajo un higo sato
sentao en un cajón
Los sabores del porro. Pablo Flórez
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- [1] Combariza, J. 2013. Perfil de oferta de frutas y verduras en Colombia. VII Congreso Mundial de Promoción del Consumo de Frutas y Hortalizas.
- [2] Banco Mundial http://bit.ly/1FCbavN
- [3] Biodiversity International. Aprendiendo sobre la importancia de la agrobiodiversidad y el papel de las universidades
Comentarios via Facebook