El Anuario estadístico de la FAO ofrece un amplio y detallado panorama de la alimentación y la agricultura

Lunes, 1 Julio, 2013 - 12:11

La edición de 2013 del Anuario estadístico de la FAO aporta nuevos datos sobre la contribución de la agricultura al cambio climático, las tendencias en el hambre y la malnutrición y el estado de la base de recursos naturales de los que depende la producción mundial de alimentos.

 

Las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura crecieron un 1,6 por ciento anual durante la década que siguió al año 2000, según la nueva información que aporta el anuario de la FAO, con una producción anual total del sector en 2010 que alcanza 5 000 millones de toneladas de equivalente de dióxido de carbono (CO2 eq, una medida utilizada para comparar y sumar diferentes gases de efecto invernadero). Esto equivale al 10 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicas.

 

Entre los diversos sectores agrícolas, las actividades ganaderas y el uso de fertilizantes sintéticos son los mayores contribuyentes. Aquí no se incluyen las emisiones causadas por los cambio de uso de la tierra y los incendios forestales.

 

Publicado anualmente, el Anuario estadístico de la FAO es un compendio autorizado de datos sobre las principales tendencias que conforman en la actualidad la alimentación y la agricultura mundiales. Para cada área temática se combinan breves análisis de las principales tendencias con visualizaciones de datos gráficos y cuadros con indicadores clave.

 

Los temas que abarca el anuario incluyen: capital e inversión, cambio climático, disponibilidad de alimentos, producción y comercio de alimentos, precios alimentarios, hambre y malnutrición, consecuencias de la inestabilidad política y los desastres naturales y de origen humano en la seguridad alimentaria, el estado de la base de recursos agrícolas y la sostenibilidad y el impacto ambiental.

 

Hechos y cifras clave

 

Hambre y malnutrición

Casi 870 millones de personas, un 12,5 por ciento de la población mundial, estaban subalimentadas en el período 2010-2012, la gran mayoría de ellas (852 millones) vive en países en desarrollo.

 

Entre 2005 y 2011, uno de cada cuatro países de África padeció una tasa de retraso en el crecimiento de al menos un 40 por ciento. Estas tasas también superaron el 40 por ciento en el sur y el sudeste de Asia durante el mismo período, con máximos en la India, la República Democrática Popular Lao, Nepal y Timor-Leste.

 

Los países africanos muestran las mayores tasas de prevalencia de falta de peso. En 2005-2011, 16 países africanos mostraron tasas de falta de peso de al menos un 20 por ciento, con los niveles más altos registrados en el Cuerno de África.

 

Producción y suministro de alimentos

La producción agrícola mundial se ha triplicado en los últimos 50 años, principalmente a través de mayores rendimientos por unidad de tierra y la intensificación de los cultivos.

 

El suministro mundial de alimentos per cápita aumentó desde alrededor de 2 200 kcal/día a principios de 1960 a más de 2 800 kcal/día en 2009. Con 3 370 kcal/persona/día, Europa cuenta actualmente con el mayor promedio de suministro de alimentos per cápita.

 

 Los cereales ocupan más de la mitad de la superficie cultivada en el mundo y son la fuente de alimento más importante para el consumo humano. De los 2 300 millones de toneladas de cereales que se producen cada año, mil millones se destinan al consumo humano, 750 millones de toneladas se utilizan como pienso para animales y 500 millones de toneladas son procesadas por la industria, utilizadas como semilla o se desperdician.

 

Tendencias económicas

Tras una década de crecimiento más lento iniciada en 1990, el gasto público mundial en I+D agrícola aumentó de forma ininterrumpida desde 26 100 millones de dólares EEUU en 2000 a 31 700 millones en 2008. La mayor parte de este aumento se generó en los países en desarrollo. China e India representan cerca de la mitad de este crecimiento, pero otros países -en especial Argentina, Brasil, Irán, Nigeria y Rusia- también incrementaron significativamente su gasto público de I+D agrícola. Sin embargo, estas tendencias ocultan datos negativos en varios países más pequeños, más pobres y menos avanzados tecnológicamente.

 

Favorecida por los elevados precios de las materias primas, la agricultura ha demostrado una resiliencia asombrosa durante la crisis económica mundial. En 2010, el valor añadido de la agricultura a nivel mundial aumentó en un 4 por ciento, en contraste con un aumento del 1 por ciento del PIB global.

 

 

La nueva edición del Anuario estadístico de la FAO se presentó durante la reunión de la Conferencia de la FAO (15 al 22 junio de 2013).

 

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