La historia natural de los Andes: ¡un cuento fabuloso!
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Hoy no les voy a contar algo nuevo, pero más bien una historia antigua. La cuento porque siempre vale renovar el conocimiento sobre la enorme biodiversidad de los Andes y volverse a maravillar. Cuando revisitamos la historia natural de los Andes, nos encontramos con un cuento conocido pero tan fascinante, que es como volver a encontrar este viejo libro que nos gustó tanto hace tiempos y descubrir que sigue siendo un cuento fabuloso.
La fitogeografía es la ciencia que estudia el origen, distribución, adaptación y asociación de la flora con su ambiente. De hecho, es una de las ramas clásicas de la biología y generalmente es el primer capítulo de la historia natural de un paisaje. Gracias a las técnicas modernas,como la caracterización genética de las plantas, hoy en día el conocimiento fitogeográfico está innovado. Es como si el libro ha sido reeditado en una versión moderna.
La historia natural de la flora de los páramos fue descrita en detalle durante el siglo XX por varios autores[1] pero fue renovada más recientemente aplicando técnicas genéticas[2]. Estos nuevos estudios confirmaron las clásicas investigaciones descriptivas e inclusive aumentaron unos capítulos fascinantes a la historia natural.
Este cuento empieza hace 50 millones de años, justo después de la época de los dinosaurios. En este momento, los Andes eran apenas unas colinas bajas y las montañas grandes de Suramérica estaban en el centro de la Amazonía. El Amazonas fluía hacia el occidente, serpenteando entre las colinas andinas y desembocaba en el Pacífico. Entre 25 y 10 millones de años, los Andes empezaban a elevarse, pero sus montañas seguían aisladas. Las plantas que cubrieron las crestas de estas montañas, venían de las regiones tropicales circundantes. O sea, la flora original de los primeros páramos fue constituida por plantas tropicales que se adaptaron a las condiciones frías de la montaña.
Como en cualquier cuento emocionante, después de un inicio tranquilo, ocurre algo drástico. Igual aquí: entre 10 y 5 Millones de años, dos fenómenos importantísimos determinaron el futuro desarrollo de la flora. Primero, la Cordillera de los Andes se cerró y se formó la conexión ininterrumpida desde Venezuela hasta la Patagonia. De repente, especies de plantasacostumbradas a condiciones frías, originarias del antiguo continente Gondwana,podían migrar a latitudes tropicales. El segundo cambio dramático en la trama de nuestra historia fue la formación, hace 3 Millones de años, del Istmo de Panamá. Gracias a esto, Suramérica se conectó con el Norte y también podían llegar especies de zonas templadas del hemisferio Norte hacia los páramos andinos.
Si al escuchar este cuento piensa que ahora empezó el drama, está equivocado. Parece que todas las diferentes especies de plantas se gustaron entre ellas y empezaron a convivir en los Altos Andes. Por esto, hoy en día hay una mezcla de elementos que se desarrollaron en el trópico (como los frailejones), migrantes desde el Sur (por ejemplo las fucsias y los zapatitos amarillos - Calceolaria) y visitantes desde el Norte, como el Chocho (Lupinus) y mortiño (Vaccinium). Eso sí, gracias a esta historia, con protagonistas tropicales, del Norte y del Sur, nuestros Andes tienen una mayor riqueza de especies que cuando no hubiera existido la conexión con el Norte y Sur.
Pero todavía no termina la historia. Las épocas geológicamente recientes (en el último medio millos de años) tienen un clima bastante dinámico gracias a un ciclo de épocas frías y otras calientes. Durante los glaciales, los cinturones de vegetación bajaban y los páramos ocupan zonas mucho más grandes, interconectadas entre sí. En estos periodos, las plantas podían dispersarse a grandes distancias y colonizar nuevas zonas de páramo. En cambio, durante épocas interglaciales (como en la que vivimos ahora) las zonas de vegetación suben, y los páramos se retiran a las cimas y muchos están desconectados entre sí. Durante estas épocas, los páramos individuales evolucionan con el aislamiento y nuevas especies pueden desarrollarse. Este capítulo de nuestra historia explica que ahora tenemos muchos géneros de plantas que ocupan todos los páramosy un gran número de especies que solo se encuentran en áreas específicas. Esto contribuyó a una diversidad enorme: varios géneros que han llegado desde latitudes templadas, tienen hoy en día muchas más especies en páramo que en su región de origen.
Y con esto llegamos al final feliz del cuento: después de una emocionante crónica de decenas de millones de años, los páramos de los Andes son el ecosistema de alta montaña más diverso del mundo.
¿Cerramos el libro? ¡Por supuesto que no! Es que la historia es inconclusa; la historia natural es un proceso en marcha y la evolución sigue. El gran protagonista de las últimas pocas páginas del libro, y con un papel muy dudoso, es el ser humano. Ha influido más en la trama del cuento que la geología o los glaciales; destruyendo varias especies, aislando áreas y generando cambios en el clima por su propia cuenta. Del otro lado, también es el personaje que puede convertirse en héroe. Tiene la capacidad de estudiar la historia, entender su importancia, contarla a sus hijos y contagiarles de maravilla. Si lo hace, el próximo capítulo del libro, que queda por escribir, será muy agradable para leer. Y esto ¡no es una fábula!
[1] Por ej. Cuatrecasas, J. 1958. Aspectos de la vegetación natural de Colombia. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Colombia) 10(40):221-269.
Cleef, A. M. 1979. Thephytogeographical position of theneotropical vascular Paramo flora withspecialreferencestotheColombian Cordillera Oriental. In: Tropical Botany. Eds. K. Larsen and L. B. Holm-Nielsen. AcademicPress.
[2]Petr Sklenář1,3 & Eva Dušková1 &Henrik Balslev2 Tropical and Temperate: EvolutionaryHistory of Páramo Flora Bot. Rev. (2011) 77:71–108
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