El 'tolimista' mayor lo demuestra: vivir sin vacas no es fácil!
En mis vacaciones de diciembre, emprendí una aventura espectacular: subir el Nevado del Tolima en Colombia. Es un volcán hermoso de 5200 metros, incluyendo un glaciar alucinante en su cumbre. Escalar esta montaña implica caminar cuatro días por los bosques y páramos del Parque Nacional Natural Los Nevados y dormir en las fincas de la gente linda que vive allí.
Uno de ellos, un muchacho llamado Germán, fue nuestro guía para llegar a la cumbre. A pesar de tener apenas 25 años, es probablemente la persona que más veces ha subido este volcán. Desde que tenía 14 años empezó a llevar gente a la cumbre y con nosotros, fue su 105a vez. Lo curioso es que este experto en alta montaña, no conoce otras montañas fuera de este parque. Por esto, no es andinista sino 'tolimista', experto mundial en subir el Nevado del Tolima. Y es el tolimista mayor.
Germán vive dentro del Parque Nacional, en una finca que está en las manos de su familia desde varias generaciones. Ser tolimista le da a Germán una alternativa de ingreso; es una de las personas que más aprovecha del turismo en el Parque. Esta actividad turística que tantas veces estamos promoviendo como la alternativa sustentable a la agricultura. Por esto, Germán ya no tiene que preocuparse de las vacas y las papas ¿cierto?
Después de que en Colombia hemos ganado la batalla contra la minería en los páramos, se empieza a mirar a las otras actividades productivas que tienen un impacto sobre el ecosistema. La ganadería y la agricultura siendo las principales[1]. Esta es una situación más compleja, porque donde la minería en páramos (salvo ciertas excepciones) es una actividad reciente y generalmente se asocia a capitales e inversionistas externos, la agricultura es una actividad tradicional, empleada por mucha gente que vive en este entorno desde hace muchas décadas. Aunque hay áreas afectadas por la agricultura industrial (pensamos en cultivos intensivos de papas o plantaciones de madera), mucha agricultura en el páramo es extensiva, con fuertes dimensiones sociales y culturales: el 'paramuno' en Colombia y el 'chagra' en Ecuador son asociados tanto al páramo como a su ganado y sus papas. Además, en muchas zonas es una actividad que tiene más historia que la tendencia conservacionista así que, aunque tiene su impacto ambiental, ¿quiénes somos nosotros para decir que ahora tienen que cambiar su actividad? Es un debate complejo...
Pero parece que Germán y su familia son un buen ejemplo de un medio de vida alternativa. Están aprovechando al máximo las oportunidades del turismo. Mientras que Germán camina con los turistas a la cumbre, su esposa y su madre hospedan y alimentan a otros y su cuñado arrea la mula hasta el pueblo de Salento con el equipaje de todos. Toda la familia es una micro-empresa turística innovadora. Como biólogo, que se graduó sobre estudios ecológicos en este mismo parque, estuve feliz de ver como estas opciones de ingresos alternativos se han incrementado durante las últimas décadas y están beneficiando a mis viejos vecinos.
Pero a la vez, estuve sorprendido de ver que todavía había mucho ganado dentro del mismo parque. Cuando le pregunté a German de quien era, dijo "¡de nosotros mismos pues!". Y estuve sorprendido."¿Se puede?". "Pues, si y no," me respondió "a pesar de que es Parque, esto sigue siendo nuestra finca porque el Estado no nos compró. Sí tenemos acuerdos con el Parque para bajar el ganado pero los guarda parques aquí pueden venir muy poco y no tenemos otros apoyos". Pero le pregunté lo obvio: "si usted y su familia tiene tanto trabajo del turismo, ¿porque todavía necesitan criar ganado? ¿No es mejor conservar este páramo para que sea aun más bonito y atraiga más turistas?". "Claro", contestó "pero mire mi señor: Mi mamá está sola desde que mi papá tuvo un infarto. Soy el mayor de 5 hermanos y ya tengo mi propia familia también. El turismo es muy bueno y nos da excelentes ingresos ...... ¡durante 4 semanas al año! Porque ahora en diciembre caminamos en fila india, pero usted viene aquí en febrero y no hay ni un alma. Entonces, ¿quién paga la comida de mis hermanos, la escuela de mis hijos y los médicos para mi papá, después de que se van los turistas?".
Y así es. La presencia de la agricultura en el páramo hace parte de una dinámica compleja de uso, ocupación y tenencia al interior de las áreas protegidas, sumado a la falta de capacidad humana y financiera de las autoridades de los parques y a una industria turística incipiente. Cuando finalmente llegamos a la cumbre del Tolima, y pude disfrutar de una vista espectacular sobre todo el Parque Los Nevados reflexioné. Sí, debemos limitar la agricultura en los páramos, para conservar la hermosura del paisaje y sus fuentes de agua. Pero lo debemos manejar bien, considerando que allí hay personas que tienen otra historia, otras necesidades y oportunidades que nosotros, los que vivimos en la ciudad y no dependemos del ordeño o la siembra. Porque ser tolimista es una profesión muy respetable y honrada, pero todavía no puede solucionar todos los desafíos de la vida del campesino paramuno.
- [FOTOGRAFÍAS DE ROBERT HOFSTEDE]
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