Argentina: Producción local para la Seguridad y Soberanía Alimentaria

Thursday, 14 November, 2013 - 10:28

Por Fundación Agreste, corresponsal de InfoAndina

El Instituto de Extensión junto al Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en la provincia de Córdoba, Argentina, organizaron un Seminario y Charla-Debate por la Seguridad y Soberanía Alimentaria.

El evento se realizó el 5 de noviembre en el auditorio del Rectorado de la Universidad Nacional de Villa María, contando con el auspicio del Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y derivará en una Diplomatura sobre la temática que se ofrecerá a partir del año próximo en la Universidad.

El encuentro buscó fortalecer los conceptos de Seguridad y de Soberanía, y del alimento como un derecho social, desde la definición de que soberanía alimentaria es la facultad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria, implicando al mismo tiempo la protección del mercado doméstico contra los productos excedentarios que se venden más baratos en el mercado internacional y contra la práctica de la venta por debajo de los costos de producción.

Especialmente enfocado a reflexionar y debatir sobre el modelo productivo, industrial, de comercialización y consumo, así como sobre la importancia de los términos utilizados, ya que “cuando se habla de seguridad alimentaria, aparece oculta la ‘excusa’ de la implementación de políticas de dependencia respecto a naciones industrializadas que necesitan dar salida a excedentes de producción de alimentos, ya sea generados por el sector primario (en menor medida) o secundario (mayoritariamente), y/o para ayudar a países dependientes al cambio del programa de producción agropecuaria, sustituyendo la producción de bienes para consumo directo, o como materia prima para la agroindustria, por la producción de bienes para satisfacer demandas especiales, como es el caso, por ejemplo, de la producción de los mal denominados “biocombustibles” y de alimentos para los países industrializados”, explicaron los organizadores.

En el caso específico de nuestro país, la producción de materia prima para la obtención de biocombustibles conllevó y conlleva a diferentes problemáticas: deforestación, contaminación, degradación de suelos, problemas en el manejo del agua superficial y subterránea, simplificación de los ecosistemas, monocultivos, desocupación en el sector productor de bienes agropecuarios, migración de población rural, tanto concentrada como dispersa, al medio urbano, deterioro de alta significación de infraestructura financiada, directa y/o indirectamente, por la sociedad en su conjunto, tanto en el medio rural como urbano, así como la concentración de la tenencia de la tierra y de la producción, entre muchas otras externalidades negativas cuyo costo recae en la sociedad en su conjunto, incluyendo en ella a amplios sectores que son doblemente víctimas del modelo de seguridad alimentaria implementado.

Entre los expositores, participaron Francisco Bianchi, Coordinador del evento y Darío Poncio, del Instituto de Extensión de la Universidad, el Médico Veterinario y Docente de la Universidad de Río Cuarto, Carlos Rang, y el Coordinador de la Delegación Córdoba del programa Municipios Sustentables del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, David Rosso.

Carlos Rang subrayó los derechos de producir de los productores y de decidir qué consumir de los consumidores, pero priorizando los mercados internos contra la prioridad de la exportación. A todos estos conceptos, el docente aportó gráficos y puntualizó a modo de crítica que la industrialización multiplicó la producción de alimentos, desde 1930, pero aseguró que “aun así no fueron más baratos ni se garantizó la llegada a la boca de los hambrientos”. Criticó también  que “si se cumplen algunos presagios y la demanda de alimentos aumenta un 35%, incluyendo la transformación de alimentos en combustibles, se daría más concentración de riqueza, ya que 147 corporaciones controlan más del 50% de los alimentos”, además de señalar que el 60% de granos en la Argentina los producen productores no dueños de la tierra; que 35 grupos manejan la tierra y cuatro o cinco las exportaciones, lo que aglutina el poder sobre nuestros alimentos.

Por su parte, David Rosso, Coordinador de la Delegación Córdoba del programa Municipios Sustentables del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, expresó que “para abordar la soberanía alimentaria debemos plantearnos el autoabastecimiento local, ligado a la producción de los pueblos, revisando las producciones básicas y el consumo".

Rosso, también se lamentó porque “nos cuesta organizarnos” y ejemplificó  con un criadero de cerdos la necesidad de planificar “el criadero además de ser rentable, tiene previsto el alimento para cada día, las vacunas necesarias y el control suficiente para que no sufra desnutrición. Pero, ¿dónde está ese plan para nosotros?”.

No es sólo cuestión de ver las necesidades de 40 millones de argentinos, sino la de 480 millones de latinoamericanos, y en ese marco, aseguró que “el 80% de los mal nutridos son hijos de productores de alimentos. Por lo que no es un problema de producción, sino de distribución”.

El especialista explicó con un esquema que un municipio de seis mil habitantes necesitaría la producción de 44 litros de leche, 204 mil kilogramos de pollo y 48 mil de cerdo, 170 mil huevos y 876 mil kilos de verduras por año, lo que con planificación se podría lograr fácilmente y a través de pequeñas inversiones.

Fuente: Diario de CBA | Diario AsíSomos

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