Chile registra ante la ONU política nacional para mitigar CO2

Miércoles, 14 Noviembre, 2012 - 09:51

En 2007, luego de la cumbre sobre cambio climático celebrada en la isla de Bali, Indonesia, se acordó la creación de las Acciones de Mitigación Apropiadas a nivel nacional (Namas): un conjunto de políticas y medidas que los países en desarrollo emprenderían en el marco de un compromiso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020.

Hace unas semanas, Chile se convirtió en el primer país en registrar y validar ante la ONU una Nama. Y lo hizo sin solicitar financiamiento internacional. Se trata de los Acuerdos de Producción Limpia (APL), una iniciativa con que el Estado chileno ayuda -desde 1997- a financiar medidas de producción ecoeficientes en las empresas.

A la fecha, las APL han beneficiado a 5.400 empresas, de 37 sectores y subsectores productivos, entre ellos agropecuario, construcción, hotelería, gastronomía y minería. El 87% de ellas son micro, pequeñas o medianas empresas que han logrado reducir sus emisiones, eliminar riesgos en sus faenas, implementar medidas de recuperación reciclaje o mejorar higiene y seguridad.

Aunque la iniciativa lleva ya 15 años operativa, hace poco el Estado chileno calculó cuál será su efecto real en la reducción de gases de efecto invernadero y lo presentó a la ONU: 18,4 millones de toneladas al año 2020, según el Consejo Nacional de Producción Limpia (CLP), del Ministerio de Economía. “Eso más de la mitad del 20% de reducción que Chile comprometió hacia el 2020”, afirmó Jorge Alé Yarad, director ejecutivo del CPL.

Los más de 18 millones de toneladas de CO2 que dejarán de emitirse a la atmósfera gracias esta iniciativa son el equivalente a la captura de CO2 que realizará cerca de la mitad del bosque nativo (13,4 millones de hectáreas) hacia el mismo año, o a los gases emitidos en 1.648.814 vuelos Santiago-Beijing.

Alé dice que con este proyecto Chile está aportando parte importante de su meta, lo que no sólo muestra su compromiso con el medio ambiente, sino que mejora su imagen internacional y “permite promover sus exportaciones, pues hace que bajen los indicadores de huella de carbono del país”. De hecho, agrega que otros países de la región están mirando la iniciativa chilena para replicarla.

Alexa Kleysteuber, encargada de negociación internacional de la oficina de cambio climático del Ministerio de Medio Ambiente, dice que “efectivamente (el registro de esta Nama) es una señal de que Chile está aportando y que tiene un rol importante dentro de los países en desarrollo”.

Sin embargo, precisa que no se puede saber aún qué porcentaje exacto de la meta acordada para 2020 son los 18,4 millones de toneladas que reducirán las APL, ya que aún no se define cuál es la línea de base que se tomará como referencia para calcular cuánto es en toneladas de CO2 el 20% comprometido por Chile. “Se pueden hacer estimaciones con estudios y en ese caso, serían cerca de 2 millones de toneladas al año (lo que debemos reducir), pero estamos llevando a cabo un proceso participativo entre el sector público, privado, académico y las ONG, para delimitar esa línea de base”, explicó.

Kleysteuber dice que esta medición estará lista en 2013, por lo que no llegarán con ella definida a la próxima reunión de las partes sobre cambio climático, que se realizará en noviembre en Doha, Qatar, como habían esperado. Sin embargo, la experta adelanta que en la ocasión, Chile presentará nuevas Namas, para las que solicitará financiamiento internacional, los que están siendo diseñados por los sectores de energía, agricultura y transporte. Uno de esos programas es la implementación de una plataforma de generación y comercialización de bonos de carbono en el sector forestal.

México también llegará al encuentro de Doha con una petición de financiamiento para el primer Nama urbano: un proyecto de construcción de viviendas sustentables.

El ejemplo de los dos países en desarrollo contrasta con la lentitud de las naciones desarrolladas, que aportan la mayor cantidad de CO2. De hecho, según un informe de PricewaterhouseCoopers (PwC), ya es tarde para detener el aumento de la temperatura en 2 °C hacia el año 2100 y, posiblemente, llegaremos a los 6 °C si la economía global no alcanza una tasa de descarbonización de 5.1% al año por los próximos 39 años. Otro estudio del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado, señaló que hacia fines de este siglo el aumento de las temperaturas será de hasta 8 °C.

 

Fuente: La Tercera

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