FAO en CELAC: “podemos ser la primera generación de latinoamericanos y caribeños en vivir sin hambre”
La generación actual de latinoamericanos y caribeños puede ser la primera en superar el hambre, señaló Raúl Benítez, el Representante Regional de la FAO, durante la I Reunión de Ministros de Desarrollo Social y Erradicación del Hambre y la Pobreza de la CELAC.
Benítez destacó que América Latina y el Caribe está al frente de la lucha mundial contra el hambre: “nos podemos enorgullecer de ser la región que más avanzó en la lucha contra el hambre y la malnutrición en los últimos veinte años”.
“El mensaje que la región le da al mundo es sencillo y claro: América Latina y el Caribe no quiere seguir conviviendo con el hambre y la malnutrición”, señaló Benítez en su discurso durante la CELAC.
Un aumento del compromiso político
El Representante de la FAO señaló que una serie de países han renovado su compromiso con la seguridad alimentaria en los últimos años y que ALC fue la primera región del mundo en asumir el compromiso de erradicar el hambre a través de la Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre 2025, que recibió el renovado compromiso de Venezuela durante la CELAC, a través del canciller venezolano, Elías Jaua.
México, por ejemplo, lanzó su “Cruzada Nacional contra el Hambre”, Brasil implementó el “Brasil sin Miseria”, estrategia avanzada del Programa Hambre Cero; Chile desarrolla el Programa Elije Vivir Sano, Venezuela ha fortalecido su estrategia nacional de abastecimiento de alimentos y Perú creó la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
En el Caribe, CARICOM estableció su Política Regional de Seguridad Alimentaria y Nutricional y Antigua y Barbuda se sumó al Desafío Hambre Cero de las Naciones Unidas, que busca erradicar el hambre y la pobreza extrema del país en sólo dos años.
Benítez destacó que la seguridad alimentaria también figura de manera prominente en las principales instituciones supranacionales de la región, como CELAC, el SICA, UNASUR, MERCOSUR, el PARLATINO y CARICOM, signo de la creciente importancia que la región le asigna al tema.
Grandes retos pendientes
A pesar de los enormes avances que se han realizado, Raúl Benítez señaló que el hambre aún afecta a 49 millones de personas en la región, la pobreza alcanza 167 millones de personas y la indigencia a 66 millones.
La situación es particularmente desafiante para los pueblos indígenas, afro-descendientes y las mujeres. Benítez señaló que los índices de pobreza e inseguridad alimentaria entre los pueblos indígenas son tres veces más altos que entre el resto de la población de la región, y en algunos casos hasta ocho veces más.
El Representante Regional de la FAO destacó que luchar contra el hambre y la pobreza implica profundizar y acelerar los cambios estructurales y el trabajo que se viene realizando en la región, en favor de los más pobres, en áreas tan diversas como la generación de empleos, la transferencia de tecnología, la construcción de infraestructura, el comercio, la creación de mercados y el financiamiento para los pequeños productores y emprendedores, entre otros.
“Para ellos la única respuesta posible es el compromiso –cada vez más firme– de todos los gobiernos con la tarea de convertir el derecho a la alimentación en una realidad, y ese compromiso se está materializando aquí en la CELAC”, señaló Benítez.
Fuente: FAO
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