"Hay que superar el antagonismo entre lo ambiental y lo productivo"

Lunes, 30 Enero, 2012 - 12:03
Foto: Diario El Tribuno

Nota publicada en el diario El Tribuno

 

Con el fin de realizar un análisis transversal del sector agropecuario Argentino e internacional, se presentaron las posturas y visiones de representantes de empresas, instituciones, organizaciones no gubernamentales (ONG), autoridades de gobierno y académicos en la segunda edición del Foro para el Futuro de la Agricultura en conjunto con el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (Ceads), organizado por Syngenta.

 

Alejandro Brown, presidente de la ONG ProYungas, sostuvo que Argentina tiene la oportunidad de crecer armoniosamente si lo hace de una manera amigable con el medio ambiente. Desde su perspectiva, hay oportunidades para que el sector empresario y ambiental se puedan unir para trabajar juntos, pero para eso -agregó- “hay que vencer la desconfianza mutua”.

 

Según Brown, es responsabilidad del sector empresarial capitalizar la oportunidad y liderar un proceso destinado a resolver el falso dilema entre conservación de la naturaleza y desarrollo productivo, proceso que permita sumar a los importantes avances de sustentabilidad in situ de base tecnológica con el mantenimiento de los bienes y servicios de los paisajes naturales.

 

Usted dijo que hay que vencer la desconfianza mutua entre el ámbito empresarial, político y ambiental. ¿Cómo desarrolla esta idea teniendo en cuenta que hay posiciones bastante encontradas?

Sí, lamentablemente esta dicotomía forma parte de la situación que nos toca vivir. Pero el desafío es superar el antagonismo y el mensaje es que el sector ambiental y productivo tienen que trabajar juntos.

 

¿Cómo se puede hacer realidad este trabajo conjunto?

Como con todas las cosas, hay que tratar de superar las diferencias y dejar de mirar sectorialmente. Nunca como en la actualidad estuvo tan claro que la producción tiene que estar acompañada de un desempeño ambiental importante. Para lograrlo no hay otra manera más que con el sector ambiental trabajando junto al productivo. El sector productivo tiene que tomar la iniciativa buscando los canales con las organizaciones ambientales que están dispuestas a acercarse al sector productivo y trabajar hombro con hombro y, a partir de ahí, generar una relación de confianza en la que el desarrollo y el éxito productivo esté acompañado del éxito en términos ambientales.

 

¿Por qué destaca que el sector empresarial tiene que tomar la iniciativa?

Porque creo que es difícil que el sector ambiental se movilice, primero porque hay una tradicional reticencia del sector productivo a abrirse a las organizaciones ambientales, creo que en parte por temores fundados. No creo que las partes imaginen cosas que no son, sino que hay un temor fundado de años de confrontación y el sector productivo ha demostrado, a través de los años, que tiene una capacidad de innovación tecnológica asombrosa. En ese espíritu emprendedor e innovador hay que buscar la forma de acercarse al sector ambiental y creo que dentro de ese sector hay muchas organizaciones que si ven que son convocadas para ideas interesantes, innovadoras, no van a encontrar muchas alternativas más que sumarse. ProYungas tiene muchas experiencias muy positivas de trabajo con el sector productivo en el NOA, y siento que logramos cosas sumamente interesantes.

 

¿Podrías nombrarme algún caso?

ProYungas trabaja con empresas de distintos sectores, de hidrocarburos, del sector agroindustrial, del sector forestal; y con algunos sectores, por la naturaleza propia de la actividad, es mucho más sencillo avanzar en desempeños ambientales y con otros es más complicado. El inicio de esa relación fue hace bastante tiempo, en el 98-99, cuando se construyó el gasoducto Norandino y, a partir de ahí, visualizamos una forma muy interesante que permitía alcanzar resultados novedosos y trascendentes como fue, por ejemplo, la compensación ambiental con la creación de la Reserva Natural El Nogalar en Los Toldos y el parque provincial Pintascayo en Orán. Eso, acompañado con un desempeño ambiental en cuanto a la construcción del gasoducto y la gestión muy adecuados fue la primera señal de que había cosas interesantes para hacer. Más actual y más vinculado al sector agroindustrial es la relación nuestra con el ingenio Ledesma en Jujuy, donde desarrollamos un concepto que llamamos paisaje productivo protegido que intenta vincular la producción intensiva con una intensiva conservación de la biodiversidad.

 

¿Son criticados por entidades colegas por este avance y por tratar de trabajar en conjunto?

Seguramente que sí, pero también somos observados como un grupo que hace vanguardia en esto de unir la visión ambiental con la productiva. En estas cosas, ser pioneros o punta de lanza a veces tiene sus costos, y nosotros estamos dispuestos a asumirlos porque entendemos que es el único camino porque forma parte de nuestra visión, de cómo vemos el mundo y el desarrollo para 2050. Los desafíos son enormes y tenemos que superar las diferencias y siento que en esta situación de confrontación, entre la visión ambiental y la visión productiva, no vamos a ningún lado.

 

¿Hay espacio para que crezcan de forma armoniosa los dos sectores?

Sí, por supuesto. La Argentina es un país enorme, con baja densidad poblacional, con una oportunidad histórica de crecer y salir adelante a partir de los productos que tiene. Lo que hay que hacer es acompañarlo con medidas ambientales importantes y yo creo que la oportunidad es tan grande que, estoy seguro, podemos encontrar formas sumamente atractivas de lograr desempeños ambientales que acompañen la producción y se permita que haya ya una visión en el mundo mucho más positiva de cómo se produce en la Argentina. Hay dos visiones en este momento, por un lado el sector productivo está haciendo esfuerzos muy importantes en términos de sustentabilidad pero yo creo que a veces a la sustentabilidad se la mira en términos restrictivos (como conservar el suelo, siembra directa, rotación de cultivos etc). Pero cuando se mira desde afuera, y se habla de sustentabilidad, piensan en algo más y tiene que ver con la sustentabilidad de mantener los sistemas naturales, la biodiversidad etc., así que el gran desafío no solo es conservar el recurso suelo y el recurso agua sino que, junto con un modelo de crecimiento productivo, nos aseguremos conservar una proporción importante de los sistemas naturales y de la biodiversidad. En este segundo punto es donde las asociaciones ambientales tienen mucho para aportar y mucho para acompañar al sistema productivo.

 

Realizaron una acción importante, el fin de semana de las Yungas, en el shopping de Salta...

La verdad que fue un evento interesante que nos permitió traer las producciones del interior profundo de la provincia de Salta al corazón comercial de la ciudad de Salta. Hace muchos años que trabajamos con comunidades campesinas y aborígenes en lo que son sus producciones tradicionales, fundamentalmente las artesanías textiles o maderas. También producción de dulces de Yungas con cultivos de sus ámbitos tradicionales, miel de yungas con polen y néctar de plantas silvestres, y a estas producciones tradicionales le hemos sumado servicios turísticos para que la gente pueda visitar las yungas con ciertos servicios básicos. Nuestro objetivo es ir sumando al sector empresarial y lo hacemos enmarcado en un concepto que llamamos “Producto Yungas”, que son producidos con parámetros o cuidados ambientales y un fuerte compromiso social. Por suerte la empresa Carrefour se ofreció a ayudarnos dándonos espacio en sus góndolas con estos productos.

 

Más información www.proyungas.org.ar

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