Los ciudadanos en la gestión del agua
Hemos visto muchas veces como, en la región andina, las comunidades organizadas participan en conservar el agua o en construir pequeñas obras que permiten la canalización o el uso del recurso. Otras veces, vemos que existen sistemas de administración del agua o cuerpos de agua abandonados por sus habitantes, en donde la indiferencia se apropia del destino común de las personas y en algunos casos consolida la pobreza existente y en otros genera conflictos por su utilización.
En la mayoría de países de la región andina la inclusión de los ciudadanos en la toma de decisiones sobre los recursos que utilizan directamente y que son indispensable para la vida, como el agua, es limitada. En el ámbito nacional, en general, los países andinos tienen una gestión del agua desintegrada por sectores que no conversan entre si, y que incluso se ponen trabas en la obtención de permisos de uso del agua, o donde el uso compartido del agua no es un derecho que concierne a todos los usuarios de una cuenca.
Casos de este tipo se pueden ver en el Peru, donde por ejemplo, en los terrenos de la comunidad de Cuchoquesera en Ayacucho, se ha construido una represa de 80 millones de metros cúbicos de agua para uso agrícola, a la cual no puede acceder la comunidad, la que además no cuenta con agua durante los meses de estiaje. Otro caso se da en la cuenca del rio Ica, en la región del mismo nombre, donde las presiones y el poder de los empresarios agrícolas no permite que el agua se comparta de manera equitativa y sostenible con los otros usuarios, especialmente de aquellos ubicados en la parte alta de la cuenca.
Mientras esto ocurre, se está dando un fenómeno poblacional en todos los países de América Latina, y con mayor énfasis en la región andina, que consiste en el despoblamiento de las cabeceras de cuenca, en donde las comunidades rurales de las partes altas buscan espacios con mejores oportunidades para vivir, o en donde la pobreza, los conflictos por el agua y la desatención sistematizada se han convertido en los mejores expulsores de estas poblaciones. Al mismo tiempo que la población de las partes altas migra, las actividades productivas agrícolas y forestales, que eran parte del sustento económico de estas comunidades, son abandonadas, y con ello desaparecen también, en la mayoría de casos, ecosistemas relacionados que ayudan a mantener los servicios hidrológicos de la parte alta de las cuencas.
¿Es posible tener una gestión nacional del agua integrada en donde existan criterios claros y sostenibles del uso compartido del agua en donde los ciudadanos tengan un rol importante en las decisiones y en el seguimiento de estas decisiones?
Iniciativas de este tipo, con miras a integrar la mirada ciudadana en las políticas de agua han sido desarrolladas por el Secretariado Internacional del Agua (SIA) en un instrumento denominado "el Libro Azul" el cual busca en un esfuerzo de integración de los intereses ciudadanos e institucionales, el diálogo y el acercamiento de los actores del agua, tanto públicos como privado, y ciudadanos e institucionales. El libro azul se apoya en tres elementos fundamentales:
• Una recolección de datos y de información cualitativa sobre el uso del agua y los ciudadanos, los cuales complementan los datos oficiales existentes. El trabajo sobre los aspectos cualitativos no excluye considerar el mayor rigor científico posible.
• Un análisis crítico realizado en común por los actores del sector agua y de aquellos implicados en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y ahora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
• El consenso ciudadano e institucional sobre qué hacer en el futuro y que permita mantener el trabajo conjunto entre los actores del agua con una mirada compartida.
Existen ya, a nivel internacional y en algunos países, numerosas iniciativas que buscan promover el acceso al agua potable y el saneamiento, o que buscan mejorar la gestión de los recursos hídricos. El libro azul no busca sustituir las iniciativas en marcha, buscando especialmente complementar un enfoque especialmente cualitativo.
Respecto a las políticas nacionales, el libro azul es una iniciativa que involucra de manera preferencial a los ciudadanos, quienes miden el avance de las políticas de manera independiente, buscando que todos los usuarios tengan acceso al agua, sea cual fuese su nivel de vida, la capacidad de pagar por el servicio, el peso político o su lejanía a los centros de decisión del país.
Algunos hitos que se pueden mencionar en el impulso del Libro Azul son: i) la reunión de la «Asamblea Mundial de los Sabios del Agua» organizada en la «Casa del Ciudadano y el Agua» en el marco del Tercer Foro Mundial del Agua en Kyoto en el 2003, que propuso al Libro Azul como un instrumento de gestión del agua.
La publicación de los tres primeros libros azules en abril del 2005 en Burkina Faso, Mali y NIger;
La adopción, en noviembre del 2005, en Bamako, Mali, de una Carta que garantiza la etiqueta «Libro Azul» en la escala internacional; El relanzamiento en el 2008 de los procesos de «Libro Azul» en Niger y en Mali.
El Libro Azul milita arduamente por aumentar la cantidad y la calidad del financiamiento y su accesibilidad en los ámbitos locales. También reivindica el derecho de interpelación de manera que las buenas intenciones no sean letra muerta. El SIA ha promovido la elaboración de "Libros Azules" en varios países de África del Oeste, y esfuerzos para fortalecer las políticas de agua en varios países de Europa, Europa del Este, Asia Central y América del Norte en los últimos 25 años. El Libro Azul, es un instrumento que podría implementarse con mucha facilidad en los países de la región andina, y entre cuyos beneficios se encuentran mejorar la calidad de les inversiones, fortalecer la continuidad de las políticas en torno al agua, y especialmente incorporar a los ciudadanos en los procesos decisorios del agua, en donde tanto las poblaciones como el recurso se encuentran en situación muy vulnerable.
La región andina es una de las más vulnerables del mundo al cambio climático, y la disponibilidad y acceso a los recursos de agua serán limitados. Esto sugiere la necesidad de integrar lo más pronto posible en cada país y a nivel de la ecorregión andina, las políticas de uso y gestión del agua, con una fuerte inclusión ciudadana que asegure la sostenibilidad de las políticas y de las intervenciones.
Mayor información sobre el SIA puede encontrarse en: www.sie-isw.org
Mayor información sobre el libro azul se puede encontrar en: www.sie-isw.org/fr/plaidoyers/livres-bleus
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