Ocho países amazónicos perdieron 2,3 millones de hectáreas de bosques
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La tala de bosques es el principal factor para que existan inundaciones. Foto: cantovivo.wordpress.com
Pese a la existencia de leyes y acciones institucionales, un reciente estudio de la Autoridad y Control Social de Bosques y Tierras (abt) con el apoyo de otras instituciones académicas y privadas llegó a la conclusión de que la pérdida boscosa histórica de Bolivia fue de 5,6 millones de hectáreas (has) hasta 2011.
El jefe de Conservación de Bosques de la abt, José Luis Osinaga, señaló que si bien hay un promedio anual de pérdida boscosa, hubo subidas y bajadas en los indicadores de deforestación.
“Lo obvio es que en los últimos años hubo una reducción importante de deforestación por diversas acciones que se encararon con una mayor presencia del Estado a través de monitoreo de los predios, que dio lugar al establecimiento de la ley 337 de Producción de Alimentos y Restitución de Bosques”, dijo.
Agregó que la campaña nacional de reforestación 2013, que arrancó la abt el 28 de noviembre tiene la intención de repoblar el bosque perdido. La abt sembró 4.000 plantines en una superficie de 4,3 has degradadas en la ribera del río Piraí, en el municipio El Torno, Santa Cruz.
La regiónSobre el tema, ocho países amazónicos perdieron 2,3 millones de has de bosque entre 2004 y 2012, sin contar Brasil, según reveló un estudio de Terra-i. En Bolivia, según datos oficiales, el promedio de pérdida boscosa asciende a 180.000 hectáreas anuales.
El equipo de investigadores asociados a Terra-i y la base de datos y noticias InfoAmazonía muestran mapas actualizados de cobertura boscosa en ocho países, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela. El reporte no incluyó a Brasil, que perdió 11,1 millones de has en el mismo periodo.
El trabajo señala que mientras en Brasil –que abarca el 60 por ciento de la selva amazónica– la tasa de deforestación continua en descenso, de 2,7 millones de has en 2004 a 465.000 has en el 2012, en el resto de los países amazónicos el fenómeno es a la inversa, excepto Bolivia y Ecuador.
Cambio Climático“Los impactos de la deforestación pueden ser mucho más grandes que los impactos del cambio climático y, por ello, procesos para frenar la deforestación son una prioridad”, dijo la investigadora Jocelijn Carmen-Thera François, basada en una revisión del estado del arte de los estudios e intervenciones realizadas hasta el momento en el país.
Los datos recogidos de estudios del desaparecido Programa Nacional de Cambio Climático muestran que la deforestación fluctúa entre 300 mil y 350 mil has por año, y sumada toda el área deforestada se tiene unos seis millones de hectáreas deforestadas (la mitad de esa superficie en la última década).
Los bosques cumplen la “función de regulación climática, protección de riesgos, conservación y regulación de los ciclos de agua, protección de cuencas y control de la erosión, fijación de carbono, hábitat de vida silvestre y diversidad biológica, provisión de alimentos, material de construcción, etc., de ahí su importancia en los procesos de adaptación y mitigación del cambio climático.
Jocelijn François elaboró el documento “Avances en el conocimiento. El impacto del cambio climático en la biodiversidad (Bolivia)”, en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el Instituto de Ecología de la Universidad Mayor de San Andrés.
“Hay indicadores de que a escala nacional los cambios previstos en la biodiversidad serán causados en su gran mayoría por la deforestación, pero en la zona andina la influencia del cambio climático sobre la pérdida de la biodiversidad será prácticamente 100%”, dice el informe.
El conocimiento de todos los procesos relativo a la biodiversidad es fundamental para tomar decisiones y aplicar políticas para su uso racional y su conservación. Pero, también en este aspecto existen vacíos y falencias que fueron anotados por François. A pesar de los avances en investigación, desde la generación de inventarios de flora y fauna hasta el desarrollo de modelos de proyección de la variabilidad climática, la conclusión es que, “a nivel general, la biodiversidad de Bolivia es todavía muy poco estudiada, tanto a nivel de la identificación de especies como a nivel de especies, comunidades y ecosistemas específicos”.
El panorama se ensombrece más si se considera que “no hay estudios sobre la relación entre funciones de ecosistemas, servicios y los beneficios ni sobre las consecuencias del cambio climático sobre esta interrelación por ejemplo, los impactos de la migración sobre los ecosistemas”.
Y en las acciones de intervención la situación es parecida, la compiladora de los estudios dijo que “en Bolivia las actividades de conservación de la biodiversidad frente al cambio climático, de gestión del riesgo climático y adaptación se encuentran en una fase inicial todavía y en la mayoría de los casos aún no existen datos concretos sobre los resultados, lecciones aprendidas, etc.”
Fuente: la Razón
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