Reelección en Ecuador: los desafíos de Correa

Jueves, 21 Febrero, 2013 - 11:49

Los pronósticos se han consumado: Rafael Correa, presidente de Ecuador desde 2007, ganó holgadamente los comicios de este 17 de febrero. DW habló con dos conocedores del acontecer ecuatoriano para analizar los retos que la última gestión del mandatario reelecto trae consigo. A juicio del politólogo Jonas Wolff, del Instituto de Investigación para la Paz de Fráncfort (HSFK), el ímpetu del forcejeo entre su Gobierno y la oposición dependerá de la nueva correlación de fuerzas en la Asamblea Nacional. Allí se debatirá acaloradamente, y no sólo sobre la polémica ley de medios que Correa quiere aprobar.

“Los planes para la extracción petrolera y la minería de gran escala que Correa busca materializar con apoyo de inversionistas extranjeros son muy controvertidos en Ecuador. El movimiento indígena y el ecologista –que tiene peso, a pesar de ser pequeño– ofrecerán resistencia a estos proyectos como lo han hecho en la provincia peruana de Cajamarca, siempre respaldados por una parte de la oposición y por las localidades que temen verse afectadas negativamente por la intensificación de la explotación de los recursos naturales”, prevé Wolff.

Thomas Fischer, director del Instituto Central de Estudios Latinoamericanos (ZILAS) de la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt, coincide con el experto de Fráncfort: “Ese conflicto ya había surgido durante el primer mandato de Correa, quien llegó al poder con apoyo del brazo político del movimiento indígena y luego lo perdió. Si Correa somete la explotación de recursos naturales en el Amazonas a una consulta previa, no es muy seguro que la gane”, dice Fischer, aludiendo a una forma de plebiscito contemplada en la Carta Magna.

 

Desarrollo económico, ¿a toda costa?

“A la ‘consulta previa' se le dio rango constitucional precisamente para poder resolver discrepancias en torno a temas de interés nacional, como la explotación de materias primas valiosas en los territorios indígenas. No obstante, está por verse si Correa hace uso de ese instrumento jurídico o si decide actuar en contra de los intereses de la minoría indígena, apelando al respaldo de la mayoría de la población ecuatoriana”, comenta Wolff. Fischer da por hecho que las rentas de esas actividades serán reinvertidas en los programas sociales.

“Correa se esmerará en mantener satisfecha a por lo menos una parte de la población para poder enfrentarse a la oposición de otros actores de la sociedad; no solamente a los indígenas, sino también a empresarios de sectores productivos menos favorecidos por el Gobierno y a miembros de la clase media que proponen otras formas de sacarle provecho al medio ambiente y los recursos naturales”, explica el especialista del ZILAS. En Bolivia, un conflicto de intereses similar golpeó la credibilidad del presidente Evo Morales.

¿Puede el dilema “derechos indígenas versus desarrollo económico” terminar empañando la imagen de Correa? “Ese careo va a influir negativamente sobre su próximo mandato, pero no necesariamente sobre su imagen. Primero, porque la credibilidad de Correa nunca dependió mucho de su discurso ecologista. Segundo, porque ni el movimiento ni la población indígena son tan grandes en Ecuador como lo son en Bolivia. Y tercero, porque, al contrario de Morales, Correa nunca se presentó como miembro de un colectivo indígena”, sostiene Wolff.

 

¿Crisis? ¿Qué crisis?

“Además, hay una gran diferencia entre la posición crítica asumida por el movimiento indígena de cara a Correa y el comportamiento electoral de las personas representadas por este movimiento: al ir a las urnas, muchos indígenas han recompensado a Correa por sus programas sociales y por las mejoras infraestructurales que él promovió”, señala el experto del HSFK. “Correa fue reelegido porque, a diferencia de sus predecesores, él cumplió buena parte de sus promesas e implementó reformas que la sociedad ecuatoriana necesitaba”, añade Wolff.

El investigador de Fráncfort enfatiza que el actual Gobierno ha aprovechado su buena racha económica tomando decisiones acertadas –“reaccionando de forma anticíclica ante la crisis”–; pero advierte que una caída en los precios del crudo complicaría su situación. No son pocos los economistas que le reprochan a Correa el hecho de depender demasiado del petróleo. ¿Y qué hay de los problemas fiscales y financieros que supuestamente penden sobre Ecuador como la espada de Damocles? “Ecuador ha recibido nuevos créditos de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y del Gobierno chino”, responde Wolff.

“En este momento no existe una emergencia financiera en Ecuador; su nivel de endeudamiento es muy bajo. En términos macroeconómicos, las posibilidades de aumentar sus reservas de divisas serán aún mayores, si los precios de las materias primas se mantienen altos y si el apogeo de la industria petrolera se suma al auge de la exportación de cobre, plata y oro. Y en cuanto comiencen a llegar las inversiones extranjeras, el dinero comenzará a correr en Ecuador”, cuenta Wolff con tono optimista.

 

Fuente: DW

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