Uganda sin fondos para adaptarse al cambio climático

Viernes, 7 Noviembre, 2014 - 00:00

Hasta octubre de este año, la única fuente de ingresos de la agricultora Allen Nambozo eran las coles, zanahorias y bananas que cultivaba en las laderas del monte Elgon, en el oriental distrito ugandés de Bulambuli. Pero desde que las lluvias arrasaron su pequeña finca no tiene idea de cómo se ganará la vida.

Las precipitaciones no solo destruyeron cultivos. La red vial que conectaba a Bulambuli con los vecinos distritos de Mbale y Kapchorwa también quedó devastada. Nambozo y sus vecinos venden lo que producen en los mercados locales de esos distritos aledaños.

“Ahora no tengo dónde cultivar alimentos. Tengo que esperar a que las lluvias paren para poder empezar de nuevo”, relató Nambozo a IPS.

Bulambuli se ubica cerca de las laderas del fértil monte Elgon, que es un volcán inactivo. Pese a los riesgos que implica cultivar allí, muchos de los vecinos de Nambozo han optado por hacerlo de todos modos por la productividad de su suelo.

Las autoridades distritales pidieron a los residentes que se mudaran a zonas más seguras, por temor a que las continuas lluvias puedan causar deslizamientos de tierras y posibles muertes. Actualmente, las precipitaciones hacen que unos 500 hogares corran peligro de no reubicarse, dijo Sam Wamukota, miembro del comité local de desastres, en diálogo con IPS.

Sin embargo, muchos se resisten, porque no hay instalaciones adecuadas para albergarlos y porque quieren permanecer cerca de sus fértiles huertos. “Aunque vayamos a la escuela en busca de refugio, no tendremos dónde dormir ni qué comer. Es inútil, pienso que deberían dejarnos en nuestras casas, porque allí tenemos algunos elementos que usar en vez de sufrir en grupo”, explicó a IPS el esposo de Nambozo, Mugonyi.

Festus Bagoora, especialista en el manejo de recursos naturales de la Autoridad Nacional de Manejo Ambiental, sostuvo que los esfuerzos de la entidad para que la población se mude a lugares más seguros se han visto frustrados por políticos que quieren mantener a los votantes en su distrito.

La continua práctica de la agricultura en el monte Elgon y las áreas cercanas provocó que se talaran árboles en sus laderas. “Se eliminó la vegetación que debería reducir la velocidad de los desechos líquidos que bajan desde la montaña. Es por eso que cada vez que se produce un deslizamiento de tierras, especialmente en el monte Elgon, es severo, porque esos líquidos acarrean mucho material, por ejemplo rocas, que son peligrosas para las comunidades”, señaló Bagoora.

Según él, la Autoridad vigila el área desde hace tiempo, pero los consejos que brindó al gobierno y a las comunidades de áreas propensas a desastres fueron vanos. Es probable que los deslizamientos de tierras continúen debido al cambio climático, agregó. Uganda es uno de los países de África oriental con probabilidad de experimentar mayores lluvias y sequías en los próximos años, y es necesario que implemente adecuadas prácticas de manejo ambiental.

Según el quinto y nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés), algunas zonas del sur y el oriente de África experimentarán cada década un aumento de entre cinco y 50 milímetros en el promedio anual de precipitaciones.

Algunas evaluaciones sugieren que las temporadas húmedas serán más intensas, como ocurre actualmente en Uganda. El informe agrega que la mayoría de los países que experimentan estos cambios de clima carecen de suficientes datos que les permitan elaborar planes adecuados para afrontarlos.

Este es el caso de Uganda. Y actualmente, esta nación de África oriental no posee los recursos necesarios para responder a las emergencias que conlleva un clima cambiante. El presidente del distrito de Bulambuli, Simon Peter Wananzofu, culpó al gobierno por tomarse demasiado tiempo para responder al desastre.

“Venimos suplicándole al gobierno que instale un campamento para reasentar (a la población en peligro), así mientras esperamos que (implemente) planes para la mejora de infraestructura estamos seguros en alguna parte. Pero no ha respondido a nuestra petición”, dijo Wananzofu en una entrevista telefónica con IPS.

“Mientras hablamos, hay dos grandes fisuras en la montaña, que están desde hace tiempo. Es probable que afecten a cinco subcondados del Bulambuli superior. La red de carreteras del bajo Bulambuli también quedó cortada por las inundaciones. Así que la situación se está volviendo patética”, señaló.

No obstante, el Ministerio de Agua y Ambiente, a través de su política de cambio climático, ha elaborado pautas para incluir actividades relativas a este fenómeno en su presupuesto, según dijo a IPS el secretario permanente de esa cartera, David Ebong.

“Empezando en los procesos presupuestarios de 2015-2016, queremos que estas pautas se integren al ciclo presupuestario, a fin de que cada sector se vea obligado a crear en su presupuesto un ítem dedicado al cambio climático, de modo que, colectivamente, podamos movilizar recursos de todos los sectores”, explicó.

Este funcionario considera que el país todavía no cuenta con los recursos financieros adecuados para hacer frente a los problemas relacionados con el cambio climático. “Aparte del financiamiento nacional debemos fijarnos en otras opciones, como el financiamiento bilateral y el realizado bajo la órbita de la Organización de las Naciones Unidas, como el Fondo Verde para el Clima, entre otros”, planteó.

Ambientalistas como Bagoora ven esto con buenos ojos. “Crear un fondo para el cambio climático es una medida bienvenida; la manera como reaccionamos es demasiado ineficiente… Deberíamos estar preparados en vez de reaccionar. Cuando ocurre un desastre, uno empieza a buscar dinero en todos lados en vez de actuar de inmediato. Y cuando ese dinero tarda en llegar, la población sufre y el problema empeora”, dijo Bagoora.

Editado por Nalisha Adams

Este artículo es parte de una serie auspiciada por la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN)

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