Combinar conocimiento tradicional y agricultura ecológica moderna
La vida en las zonas aisladas de los Andes es muy dura. Sobre alturas de entre 1,900 y 4,500 metros no crece casi nada, y sin embargo durante cientos de años los descendientes de los incas se adaptaron a este inhóspito lugar. Las familias quechuas producían papas, tubérculos y habas en armonía con la naturaleza. Criaban alpacas y cuyes, y protegían los suelos de sus montes empinados de la erosión con muros de piedra, arbustos y árboles. Hasta que en los años 60 del siglo pasado la agricultura moderna llevó a la región nuevas especies y sustancias químicas. Entonces se perdieron muchos tubérculos tradicionales y se talaron gran cantidad de árboles. Entre 1980 y 2000 la violenta acción del grupo terrorista maoísta «Sendero luminoso» y su enfrentamiento con el ejército peruano llevó al exilio a miles de personas. De los 70,000 muertos en el país, tres cuartos pertenecían a la población quechua. Sus predios quedaron abandonados y degradados.
Desde entonces las regiones Ayacucho y Huánuco, donde se ubican las dos Aldeas del Milenio en el Perú, se encuentran entre las regiones más pobres de este estado, el cual no consigue redistribuir las ganancias de su floreciente economía.
Aproximadamente la mitad de la población rural peruana aún vive por debajo del umbral de subsistencia. En las dos Aldeas del Milenio la tasa de pobreza incluso llega hasta el 85 por ciento. A ello se suma el cambio climático, cuyas consecuencias afectan especialmente las comunidades del altiplano: fuertes lluvias causan deslizamientos de tierra que arrastran laderas enteras de montaña y tierra fértil a las profundidades. Los glaciares desaparecen y los suelos deforestados pierden su capacidad de almacenar humedad. Durante los periodos de extrema sequía, las semillas recién plantadas se secan en las parcelas. Además las estaciones son cada vez más irregulares, las heladas y el granizo destrozan las plantaciones durante su fase de crecimiento. A menudo las cosechas resultan malas o se pierden por completo.
- Leer más del Informe (a partir de la pág. 13)
Facebook comments