Argentina: Rescate y liberación de tres ejemplares de Cóndor Andino

Por Fundación Agreste, corresponsal de InfoAndina

Tres ejemplares de cóndor andino arribaron al aeropuerto de Trelew, Provincia del Chubut, como parte de un operativo de conservación que se viene llevando adelante entre Chile y Argentina para el rescate y la posterior liberación de esta especie en su hábitat natural.

El traslado de los ejemplares, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas desde Buenos Aires, se realizó gracias a la activa participación del Gobierno del Chubut a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Bosques y Pesca de la Provincia, y en el marco de un programa binacional denominado “El retorno del Cóndor al mar”.

Los tres ejemplares de cóndores Andinos (Vultur gryphus), dos hembras y un macho, son trasladados a Trelew luego de un año de intensivo cuidado en aislamiento del humano. Las aves están listas para volver al mar y a las Sierras Pailemán, departamento de Valcheta, provincia de Río Negro, en el marco del programa “El retorno del Cóndor al mar”.

Tras el arribo la Dirección de Flora y Fauna Silvestre del Chubut y la Fundación Patagonia Natural los trasladarán a las Sierras Pailemán, donde efectuarán dos meses de adaptación junto a otros ejemplares que ya fueron rescatados.

De acuerdo a lo informado por el organismo provincial, como parte de este operativo del que participan además la Fundación Bioandina Argentina, el Zoológico de Buenos Aires y Aerolíneas Argentinas, se dispuso que el próximo 8 de septiembre los cóndores andinos sean liberados de manera definitiva en una ceremonia oficiada por la Comunidad Mapuche, como símbolo de la armonía entre los hombres, la naturaleza y la diversidad de especies.

En cuanto a las características de estos ejemplares, desde la Dirección de Flora y Fauna Silvestre de la Provincia destacaron que Killa Tutijak (Eclipse de Luna) es una hembra juvenil que nació en incubación artificial en el Zoológico de Buenos Aires a partir de un huevo proveniente del Zoológico La Máxima de Olavarría. En tanto, Pichi Malen (Pequeña Niña) es una hembra juvenil, incubada y criada por sus padres también en el Zoológico de Olavarría. Y Manke (Cóndor) es un macho proveniente de las acciones de rescate en Río Negro en sus primeros meses de vida, sin haber aprendido a volar con sus padres.

En el marco del Proyecto de Conservación del Cóndor Andino, ya se han liberado a unos 40 ejemplares en la costa del Atlántico, mientras que como parte del Programa Binacional de Conservación, 129 aves de este tipo fueron liberadas en toda Sudamérica.

A mediados del siglo XIX, naturalistas como Charles Darwin, Enrique Hudson y Perito Moreno, avistaban Cóndores en la costa atlántica patagónica, en la desembocadura del Río Negro o en lugares donde hoy la especie se encuentra extinta.

Debido a esto, en el transcurso de los meses de enero y marzo de 2003, bajo el marco del Proyecto de Conservación Cóndor Andino, se realizaron dos campañas de campo, recorriendo más de 2.000 kilómetros de caminos, a lo largo de la costa Atlántica, en las provincias de Buenos Aires, Río Negro y Chubut, con el propósito de estudiar los lugares que dichos datos históricos hacen referencia.

En estos relevamientos, las Sierras de Pailemán presentaron todas las características necesarias para que el Cóndor Andino pueda volver a ocupar ese ambiente. Allí, se pudo recopilar valiosa información científica, tomar contacto con especialistas y autoridades de fauna y rescatar el testimonio de pobladores que confirmaron, a través de los relatos de sus abuelos, la antigua presencia de Cóndores en la zona.

Las Sierras de Pailemán fueron declaradas en 1986 Reserva Natural Integral. Estas Sierras, ubicadas al borde mismo de la meseta, representan un lugar inmejorable para reintroducir el Cóndor Andino al mar. En ellas, esta especie encuentra numerosas repisas para dormir, cuevas y zonas protegidas para nidificar. La abundante presencia de alimento en la zona como Guanacos y las numerosas colonias de Lobos y Elefantes Marinos en la costa, aseguran la supervivencia de los ejemplares reintroducidos.

Si bien los programas de cría y rescate son una poderosa herramienta, la educación es fundamental para producir un cambio cultural en la sociedad, generando conciencia respecto de la necesidad de conservar las especies silvestres y el hábitat natural.

Fuentes: Prensa Chubut | Bioandina Argentina