Conferencia científica "Nuestro futuro común bajo el cambio climático"

Lunes, 20 Julio, 2015 - 13:30

Mientras que Bolivia vivía la emoción de la visita del papa Francisco, del 7 al 10 de julio de este año se reunieron casi 2.000 científicos del cambio climático en París en el mayor evento científico antes de la Conferencia COP 21 a fines de 2015.

La conferencia “Nuestro futuro común bajo el cambio climático” confirmó los datos principales del último informe del IPCC, intentó mostrar posibles soluciones prácticas al cambio climático y enfatizó la necesidad urgente de reducir las emisiones globales a cero.

Casi 2.000 científicos de más de 100 países se reunieron por cuatro días en la sede de la UNESCO en París, Francia, en el mayor evento científico dedicado al cambio climático antes de la próxima Conferencia Climática de las Naciones Unidas en la capital francesa a finales de este año. El evento ha sido organizado por la UNESCO,Future Earth y ICSU.

En su mensaje a la conferencia el Secretario General de las Naciones Unidas resaltó el rol de la ciencia para enfrentar el cambio climático a nivel global: “La comunidad científica tiene un papel central a la hora de dar forma a nuestro futuro”, dijo Ban Ki-moon. “El mundo está ante una encrucijada crítica. Los países han sido invitados a presentar sus contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (INDC) para el nuevo acuerdo que se aprobará en diciembre en París. (...) Todos los países deben ser parte de la solución”.

En un primer momento, la conferencia “Nuestro futuro común bajo el cambio climático” ratificó la información del último informe del gremio asesor de la Convención Climática IPCC, presentando algunos datos actualizados de investigaciones recientes. “De hecho, limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados por encima de niveles pre-industriales requerirá cortar las emisiones de gases de efecto invernadero entre 40-70% por debajo de niveles actuales hasta 2050”, se constata en la nota de prensa de la conferencia.

“Estamos avanzando hacia una era post-carbono, en la que la mitigación y la adaptación al cambio climático se combinan con objetivos para lograr un futuro sostenible”, comentó el presidente del Comité Científico de la conferencia, Chris Field.

Puntos principales de la declaración final

La declaración final de la conferencia “Nuestro futuro común bajo el cambio climático” lleva el título “La ciencia ofrece fundamentos sólidos para resultados ambiciosos en la COP 21 y más allá”, con lo que se indica que no se espera la solución de todos los problemas del cambio climático en la próxima Conferencia Climática de las Naciones Unidas. “París no resolverá todo, por supuesto”, dijo Laurence Tubiana, la embajadora de Francia para la COP 21. “Pero lo que tenemos que lograr es que cada actor crea firmemente...que una economía resiliente de bajo carbono es el futuro”.

“Debido a que el calentamiento del dióxido de carbono persiste por muchos siglos, cualquier límite superior del calentamiento requiere que las emisiones de dióxido de carbono a la larga bajen a cero. Para tener una probabilidad de dos en tres de mantener el calentamiento por debajo de 2°C será necesario contar con un presupuesto de carbono que limite las emisiones futuras a 900 mil millones de toneladas, aproximadamente 20 veces las emisiones anuales de 2014. Para limitar el calentamiento a 2°C, las emisiones deben ser cero o incluso negativas hacia finales del siglo XXI”.

Otros puntos destacables de la declaración incluyen los siguientes:

  • Cada nación tiene un rol”.
  • La ciencia es la base para decisiones inteligentes en la COP 21 y más allá”.
  • “Una mitigación ambiciosa para limitar el calentamiento a menos de 2°C por encima de niveles pre-industriales es económicamente factible”.
  • “La adaptación a corto y largo plazo puede ayudar a enfrentar los riesgos de impactos inevitables, pero hay límites para la adaptación”.

Un nuevo rol para los científicos

Un aspecto novedoso de esta conferencia científica sobre el cambio climático ha sido el intento de definir un rol nuevo y más activo hacia la sociedad para los científicos. “Para la ciencia, la oportunidad se está ampliando cada vez más desde la evaluación de los riesgos y de las opciones hacia la comprensión y asistencia para pensar y facilitar “caminos de transición” (transition pathways) hacia sociedades y economías sostenibles y resilientes”, dice el preámbulo de la declaración final de los científicos.

Christiana Figueres, la secretaria ejecutiva de la Convención Climática, en un artículo en co-autoría con Joseph Alcamolo pone todavía en palabras más directas: “Es hora de que los científicos se pongan manos a la obra y hagan ver a sus conciudadanos las claras evidencias sobre el cambio climático. Escribiendo en los diarios nacionales, dando entrevistas y dialogando con sus comunidades, los científicos pueden ser los embajadores que hagan posible un cambio para algo mejor”.

“La conferencia ha demostrado el compromiso de la comunidad de investigación sobre el cambio climático de contribuir a una visión de largo plazo para un futuro sostenible. Hemos entrado a una fase nueva para la ciencia climática, donde la agenda de la ciencia está cambiando – ya no es la tarea exclusiva de alertar sobre los riesgos, sino cada vez más la tarea es contribuir para encontrar soluciones”, señalizó Hervé Le Treut, el presidente del comité organizador de la conferencia al respecto.

Un impuesto sobre el carbón en vez de su comercialización

“Los mayores científicos del clima del mundo han subrayado la importancia crucial de que las naciones se concentren en un objetivo a largo plazo, llámenlo cero emisiones, cero neto de emisiones o neutralidad climática. Existe el consenso abrumador de que París 2015 debe enviar la señal inequívoca de que el mundo va a avanzar hacia una pronunciada y profunda caída de las emisiones de gases de efecto invernadero para la segunda mitad de este siglo”, afirmó Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Climática.

Sin embargo, el jefe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), Fatih Birol, hizo hincapié de que no solamente es importante tener una visión a largo plazo, sino que es crucial establecer objetivos específicos para enviar señales a los emisores de gases de efecto invernadero, como el sector de la energía, para poder alcanzar objetivos ambiciosos como que las emisiones toquen techo en 2020.

En este camino de buscar herramientas prácticas, varios economistas exigieron un impuesto sobre el CO2. También el economista influyente Joseph Stiglitz, ex economista principal del Banco Mundial, se pronunció a favor de un “impuesto de carbono transfronterizo” para lograr reducciones drásticas de emisiones de gases de efecto invernadero. Según él, acuerdos voluntarios y mercados de emisiones son el camino equivocado hacia la economía verde.

Schellnhuber pide “implosión inducida de la economía de carbono”

La mayor repercusión mediática han recibido las palabras drásticas de Hans Joachim Schellnhuber, el director del Instituto de Potsdam para la Investigación Climática (PIK). Schellnhuber es también asesor del gobierno alemán y del Vaticano y es uno de los científicos climáticos más influyentes en el mundo.

Según Schellnhuber, “Para quedarnos por debajo de los 2°C, incluso 3°C, necesitamos algo realmente disruptivo, lo que yo llamaría la implosión inducida de la economía basada en carbono en el transcurso de los próximos 20 a 30 años. Caso contrario no tenemos ninguna oportunidad de evitar un cambio climático peligroso y posiblemente desastroso”.

“Lo que espero de París es sobre todo una narrativa: Tenemos que decir a la gente, que la era fósil ha terminado ahora y para siempre”, agregó el director del PIK. “Al final de cuentas, creo que es una decisión moral si queremos realizar esta transformación durante las próximas décadas o no. Esto trata sobre la necesidad de un movimiento social global”.

 

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Hoffmann, Dirk

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Hoffmann, Dirk

Dirk Hoffmann está vinculado al movimiento ambientalista por más de 25 años, entre otras ha trabajado como coordinador en el Klimaforum ´95, el centro de coordinación internacional de las ONGs hacia la COP-1 de la Convención Climática en Berlín en 1995. Tiene un primer título universitario mag. art. en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín y un MSc en Protección del Medio Ambiente de la Universidad Humboldt de Berlín. Entre 2005 y 2008 ha trabajado con la cooperación alemana en el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) de Bolivia y entre 2009 y 2011 se empeño de responsable del Programa de Investigación de Cambio Climático en el Instituto de Ecología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en La Paz. Actualmente, es director del Instituto Boliviano de la Montaña – BMI, una fundación sin fines de lucro con sede en La Paz.

Información y foto utlizado de KlimablogCuyo espacio en el internet es dedicado a la información científica actualizada de los aspectos relevantes del cambio climático en Bolivia. 

 

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