El Niño no está relacionado con el cambio climático

Domingo, 12 Junio, 2016 - 17:37

En el marco de las disertaciones teóricas de la exposición de Monje, el especialista de INTA analizó lo que dejó el fenómeno climático y las claves de lo que se viene, junto con algunos consejos de manejo.

El especialista en “agroclima” del INTA Castelar, expuso en el primer día de la muestra en el marco del programa de capacitación. Claro, explícito e ilustrativo, remarcó algunas cuestiones importantes que causaron el fenómeno y proyectó los ejes del clima que se puede venir.

“El fenómeno Niño fue fuerte y generó impactos muy determinantes en todo el centro norte de la región pampeana, sobre todo en el noroeste de Córdoba, norte de Buenos Aires, en todo el territorio santafesino y de Entre Ríos”. También sostuvo que las provincias aledañas sufrieron, ya que el fenómeno se asoció a lluvias muy intensas que ocurrieron en diciembre y enero, con meses de febrero y abril también muy llovedores. “Las mismas fueron con mucha extensión territorial, donde cada evento de precipitación cubría millones de hectáreas. Pero ese Niño terminó, y ya el Pacífico está en valores de temperatura normales”.

Según Mercuri, “El Niño” es una anomalía de temperatura del Océano Pacífico, y de hecho hay muchos estudios que demuestran que es un fenómeno cíclico que siempre existió, y que no está relacionado con el cambio climático. De hecho, el nombre se lo dieron los pescadores de la época colonial que se asentaron en las costas del Perú y Ecuador, y cuando el fenómeno tiene su pico a fin de año, por eso lo asociaron con el niño Jesús, con la navidad. “Y los pescadores lo seguían mucho, porque al calentarse las aguas, cambiaban de lugar los cardúmenes. Normalmente esas aguas están bañadas por la fría corriente de Humboldt, que viene del sur, y con este fenómeno esto cambia. El Niño tiene un promedio de ocurrencia de 5 a 7 años, pero no se sabe a ciencia cierta su origen, pese a que hay muchas teorías”, aseguró.

Lo que viene

Lo que viene -según el especialista- con más probabilidad es una “Niña” leve: se trata del fenómeno opuesto, a causa del enfriamiento del Pacífico, se generan situaciones deficitarias de agua de forma irregular. “No son sequías extensas, sino más bien una situación deficitaria en algún momento del ciclo productivo”.

Por eso, pidió pensar bien las cosas. “Pasamos en la vida del productor de estar parados en el lote de una situación de excesos de agua y saturación del horizonte superficial, a un esquema de agua más acotada, a un uso más conservador del agua en el suelo”.

Para escaparle al cepo que impone el exceso o futura escasez, plantea manejo. “Buscando algún ciclo largo o siembra tardía a meses que probablemente puedan ser deficitarios. Hay años fuertes seguidos de una Niña leve, en donde los meses deficitarios han sido noviembre y diciembre”.

Además, abrió el paraguas. “Estamos en junio, el momento menos preciso o certero para una predicción de clima estacional. Lo más certero es hacerlo en agosto septiembre, para ver cómo va a funcionar la primavera y el verano. Pero todos necesitamos saber información y esto es lo que hay”.

Tenemos una gran riqueza de agua en el suelo, “y estamos haciendo recomendaciones de no dejar expuesto el suelo, hay que trabajar con las malezas porque son grandes consumidoras del agua que tenemos en el perfil, y por lo tanto todo lo que tenga que ver con un manejo eficiente del agua en el suelo vía buenas decisiones agronómicas es importante para estas campañas que siguen”.

¿Se repetirá?

Según Mercuri es muy difícil que se repita un fenómeno “Niño” fuerte en dos o tres años, ya que esa recurrencia hasta ahora no ha ocurrido. “Pero la naturaleza nos está asombrando con muchas situaciones extremas”. Es más, los años que vienen lo más probable “es que nos encuentren con la necesidad de conservar el agua en el suelo”.

El especialista hizo hincapié en que hay que trabajar mucho con los problemas recurrentes asociados con las napas altas, porque es muy lento salir de esas situaciones, como la que ocurrió en el oeste de Buenos Aires, y está ocurriendo en el este de Córdoba, Santa Fe, donde han llovido más de 1.100 mm. en un ciclo, y con un cultivo único como la soja que consume 600, el resto del agua queda en el suelo, sobre todo en un año con muy poca evapotranspiración por muy pocos días de radiación neta, fueron muchas lluvias y días nublados.

Para ello, sugiere incorporar el doble cultivo, especialmente las gramíneas que son consumidoras de agua, o los verdeos. “El doble cultivo evita que el suelo quede muy expuesto y se conserva mejor la Materia Orgánica y los procesos microbiológicos”.

El camino hacia La Niña

En su informe del 9 de junio pasado, el Centro de Predicciones Climáticas del EE.UU. (perteneciente a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica NOAA), dio por terminado El Niño, a partir de la instalación de condiciones neutrales, y anticipó un 75% de posibilidades del desarrollo de La Niña hacia fines del corriente año y principios de 2017.

¿Cómo afecta el cambio climático?

  • “El cambio climático es un fenómeno gradual que estamos observando a través de sus principales signos, como el calentamiento global, y la mayor incidencia de fenómenos climáticos extremos; un gradual incremento de las lluvias ya las temperaturas. Se está tratando de trabajar en iniciativas que minimicen el incremento de las temperaturas a causa del efecto invernadero producto de la emisión de gases de la actividad humana. Por eso los científicos plantean que hay que trabajar para evitar que el planeta se caliente por encima de 1.5 a 2º para el 2050. Su esto no se logra controlar, tendremos hasta 5 grados de más, un motorizador de situaciones extremas e impredecibles”, advirtió.
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