El problema del agua en la COP20: ¿El desabastecimiento en Lima es inminente?

Viernes, 21 Febrero, 2014 - 10:59

| Un 40% se pierde por los accesos clandestinos y las fugas de una infraestructura antigua e impide su mejor distribución, según el Fondo Mundial para la Naturaleza. La conferencia pone el tema en debate.

Abastecer de agua potable a Lima, una ciudad en medio del desierto, no es un reto fácil. Peor aún si la infraestructura antigua produce fugas y el robo de agua por medio de accesos clandestinos obstaculiza la medición. “Los patrones de consumo nos dicen que en 3 o 4 años tendremos crisis de agua serias, advierte el director de conservación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Juan Carlos Riveros. El tema será discutido en la COP20 –donde el experto participará–, que se realizará en Lima a fin de año.

Para entender la magnitud del problema, basta con la descripción de una situación común: un millón de personas en la capital no tienen agua potable y se abastecen por medio de camiones cisternas. “La ironía es que esta gente es pobre y paga 12 a 15 veces más que los que cuentan con el servicio“, precisa Riveros. ¿Cómo mitigar el problema?

CRIOLLISMO E INFRAESTRUCTURA

Riveros señala que la cantidad de accesos ilegales al agua no es menor. Además de impedir la medición, el robo encarece el precio para el resto y dificulta la distribución, lo que impide que el agua llegue a las personas que lo necesitan. Por si fuera poco, la infraestructura del sistema de agua en la ciudad es tan antigua que tiene fugas a lo largo de su recorrido. “Alrededor de 40% del agua potable se pierde en el camino de distribución porque se filtra o porque es extraída a través de conexiones no autorizadas”, dice.

La construcción de nuevos proyectos de agua en la sierra tampoco ha sido auspiciosa. Su falta de concreción generaría serios problemas para la ciudad a partir del año 2017. Para entonces Lima será particularmente frágil ante el desabastecimiento de agua potable. “Los proyectos de aprovisionamiento en la sierra no están avanzando con la suficiente rapidez”, aseguró Riveros, tras su exposición en el evento “Avances y retos frente a la COP20″, organizado por el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP).

ACCIÓN PRIVADA

Más allá de los problemas que el sector público tiene pendientes de resolver, Riveros considera que el sector privado y la sociedad civil deben adquirir consciencia de la magnitud del problema y tomar acción. En medio de un boom inmobiliario, las empresas constructoras pueden utilizar productos que permitan el ahorro del agua en los nuevos departamentos, como boquillas en los caños y las duchas.

“Hay boquillas que permiten que con un chorro de agua –gracias a un dispersor interno— tengas un chorro grande con la misma cantidad pequeña de agua”, señala Riveros. Se trata de dispositivos que también pueden ser instalados por los usuarios en sus viviendas, pero la implementación de normas municipales que establezcan su uso como parte de las especificaciones de construcción sería la mejor opción. Dichas boquillas no sólo permiten un ahorro del recurso, sino también un ahorro económico.

Tomar medidas ahora tiene un doble fin: la anticipación de un problema mayúsculo y la solución de uno social. El trabajo debe ser conjunto.

Fuente: Semana económica

 

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