Los Andes y las mujeres

Martes, 29 Marzo, 2011 - 13:42

Por Miguel Saravia - Director Ejecutivo de CONDESAN

La ecorregión andina alberga una extraordinaria diversidad cultural y ecológica, donde cerca de 40 millones de personas viven.

Los páramos, jalcas, punas son ecosistemas únicos y diversos, pero están bajo amenaza debido a actividades humanas insostenibles.

La ecorregión andina es vital para la producción de recursos hídricos que son utilizados en gran parte de Sudamérica.

La economía rural depende en gran medida de la irrigación de los campos, que usualmente se basa en conocimientos y sistemas ancestrales, pero que también es fuente importante de conflictos en los Andes. Además, el agua es un recurso que vincula al campo con la ciudad.

La falta de infraestructura básica y el acceso a servicios básicos como salud y educación; el aislamiento; las barreras idiomáticas; y la debilidad de sus organizaciones sociales son factores adicionales que afectan seriamente los medios de vida en la ecorregión andina, especialmente, los de las mujeres indígenas.

En nuestros países, los hombres son todavía vistos como las cabezas de hogar, a no ser que la mujer sea viuda o divorciada.

A pesar del hecho de que las mujeres en las áreas rurales juegan un rol activo en la agricultura, están mayormente dedicadas a las labores del hogar, el cuidado de los niños y de los animales menores.

Las mujeres se involucran en clubes de madres, dando charlas acerca de nutrición, planificación familiar y otros – responsabilidades que encajan mejor con el rol tradicional de cuidadora.

Algunas mujeres trabajan fuera de casa para incrementar los ingresos familiares, pero tienden a no ver estas actividades como trabajos; sino solo como una contribución a la familia.

Raramente las mujeres ostentan posiciones de autoridad, pero han trabajado efectivamente en los comités de mujeres por condiciones hacia una mejor calidad de vida.

Un ejemplo de ello es el caso de la asociación de mujeres Pamparomás. El siguiente vídeo producido por CECOPROS (Centro de Comunicación y Promoción Social) muestra la historia de un particular grupo de mujeres líderes en una comunidad remota de los Andes en Perú. Trabajan y aprenden juntas acerca de sus derechos y cómo llevarlos a la práctica en una sociedad liderada por los hombres.

Tal como menciona Soledad Ibañez, Presidenta de la asociación de mujeres de Pamparomás, muchas mujeres en los Andes enfrentan retos como los descritos anteriormente. Sin embargo, están avanzando hacia una sociedad donde sean escuchadas y respetadas como seres humanos en igualdad de condiciones.

CONDESAN y los miembros de la Alianza para las Montañas en los Andes están trabajando juntos en estrategias para hacer frente a los retos que el territorio andino experimenta en los años venideros.

El territorio andino no es ajeno a las dinámicas ambientales globales, marcadas por una diversidad de fenómenos que se interrelacionan, tales como la modificación de los ambientes físicos y biogeoquímicos, y por procesos que impactan los medios de vida y el bienestar de la población mundial.

Como se mencionó al inicio, los Andes albergan el más extenso y diverso ecosistema montañoso tropical en el mundo, pero, al mismo tiempo, se trata de ambientes frágiles sujetos a los efectos del cambio climático y a las dinámicas de los usos de la tierra y sus transformaciones.

Al mismo tiempo, los agroecosistemas, que representan una gran porción del territorio andina, son igualmente vulnerables y enfrentan problemas similares.

En este contexto, es imperativo analizar las relaciones entre los sistemas sociales y ambientales para, de esta manera, tener un mejor entendimiento de los grados de vulnerabilidad de las poblaciones rurales andinas. Al mismo tiempo, es necesario mantener un enfoque crítico acerca de las diferencias existentes entre los habitantes de áreas rurales, lo que implica impactos distintos y un amplio rango de posibles respuestas y medidas disponibles para mitigar esas vulnerabilidades.

Además de la minería, la exploración intensiva de nuevos recursos hídricos, los proyectos de mega infraestructura, los proyectos de generación eléctrica, la producción de biocombustibles y la expansión de cultivos de interés comercial bajo sistemas intensivos, generan alteraciones en los ecosistemas y cambios en el uso de la tierra. Estas dinámicas movilizan recursos económicos hacia las regiones, pero también afectan a la población andina que son las más vulnerables y menos preparadas para asumir estos cambios.

Pamparomás es solo uno de los varios ejemplos acerca de cómo las mujeres en situación de pobreza de los Andes se organizan para mejorar sus medios de vida y para entender la conexión entre derechos de la mujer, protección ambiental y una mejor vida para ellas y sus familias.

CONDESAN y los miembros de la Alianza para las Montañas en los Andes están comprometidos en continuar apoyándolas. Estoy seguro que, ahora, podremos contar con ustedes también.

* Traducción de presentación realizada en inglés en la segunda conferencia internacional “Women of the Mountains”. Marzo del 2011. Utah, Estados Unidos. www.womenofthemountains.org

 

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