Día Mundial de la Alimentación 2011

Jueves, 20 Octubre, 2011 - 11:40
Foto: CIP

Nota enviada por la Alianza para las Montañas en los Andes

 

"PRECIOS DE LOS ALIMENTOS - De la crisis a la estabilidad", ha sido elegido como el tema de este año del Día Mundial de la Alimentación para ofrecer alguna luz sobre esta tendencia y lo que se puede hacer para mitigar sus efectos en la población más vulnerable.

 

Este año, el Día Mundial de la Alimentación pone de relieve el tema de la volatilidad de los precios, pues para los más pobres del mundo, muchos de los cuales gastan hasta el 80% de sus ingresos en alimentos, esto puede ser devastador. En 2007-2008, la inflación de precios de alimentos empujó a cerca de 80 millones de personas al hambre. De acuerdo con el Banco Mundial, recientes subidas de los precios de los alimentos han impulsado a otros 70 millones de personas a la pobreza extrema.

 

El Índice Global del Hambre 2011 (GHI, por sus siglas en inglés) publicado recientemente, es un informe elaborado por el International Food Policy Research Institute (IFPRI) que presenta una visión multidimensional del hambre mundial, regional y nacional. Este informe llama a la acción para aumentar la resiliencia y mitigar los efectos de la volatilidad, especialmente en los países donde el hambre es más grave.

 

El Índice Global del Hambre opera sobre una base de escala de 100 puntos, en la cual cero representa la mejor puntuación (sin hambre) y 100 el peor. De los 59 países con las puntuaciones GHI grave, alarmante y extremadamente alarmante, alrededor de 28 se caracterizan por su territorio montañoso. Según el informe, desde 1990, un dramático aumento en el hambre se ha producido en la República Democrática del Congo (pasó de una puntuación de 24 GHI en 1990 a 39 en la actualidad). Por otra parte, los países montañosos como Yibuti, Etiopía, Haití, India, República Democrática Popular de Laos, Pakistán, Ruanda, Tanzania y Yemen se ven afectados por un nivel alarmante del hambre (GHI entre 20 y 29,9).

 

El GHI más alto en América del Sur corresponde a Bolivia (12,2), seguido por Surinam (8,0), Ecuador (7,9), Guyana (7,1) , Perú (5,9) y Colombia (5,7). El informe completo está disponible.

 

Los aportes de la conferencia electrónica: "La Crisis Alimentaria: retos y oportunidades en los Andes" realizada en agosto de 2008 por CONDESAN en co-auspicio con la Secretaría General de la Comunidad Andina, la Iniciativa Andina de la Alianza para las Montañas, la FAO y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación - COSUDE, permitió la reflexión regional sobre el impacto, los retos y las oportunidades que presenta la crisis alimentaria en los Andes y la potencialidad de los cultivos andinos.

 

En esta conferencia se concluyó que los países andinos son menos vulnerables al alza mundial de precios de alimentos, comparados con otros, dado que con excepción de Venezuela, son exportadores netos de alimentos. "Ecuador es el mayor exportador neto de alimentos y con una balanza creciente. Le sigue Bolivia, que, en cambio, ha venido contrayendo su saldo neto. Colombia y Perú se han mantenido como exportadores netos relativamente estables." Además, hasta el momento, la producción de hidrocarburos y otros productos minerales ha contrarrestado el riesgo de desequilibrios externos.

 

Sin embargo, la presión del alza de precios de alimentos y de la energía, la recesión de algunas economías desarrolladas y el impacto del cambio climático, pueden agravar las condiciones de inseguridad alimentaria y pobreza de un sector importante de la población andina.

 

La situación en los países andinos, con altos índices de malnutrición, desnutrición e inseguridad alimentaria, obedece más a un problema de "acceso" (especialmente de la población pobre y extremadamente pobre) y "buen uso" de los alimentos (que incluye a población no pobre), que de "disponibilidad" de los mismos.

 

Por otro lado, aunque a nivel macro, los países andinos tienen una menor exposición al tipo de cambio y al alza de las tasas de interés internacionales, contando con mayor acceso a financiamiento interno; el efecto positivo sobre los pequeños productores de alimentos dependerá de la transmisión de precios, los costos de transacción y la disponibilidad de factores de producción (especialmente: agua, tierra, insumos). Algunos estudios señalan que los beneficios derivados por el alza de precios no alcanzan a compensar los aumentos de precios de los alimentos consumidos por las familias rurales.

 

“El desafío que enfrentan los países andinos en el corto plazo está en el "balance o combinación que debiera haber entre políticas monetarias contractivas con una política fiscal que sin ser excesivamente expansiva, mantenga y amplíe programas sociales e incentive la producción de alimentos, particularmente en el amplio sector de la agricultura familiar." Para el mediano y largo plazo los desafíos serán "el logro de una mejor distribución de ingresos y políticas que conduzcan a un crecimiento económico con inclusión social."

 

Descarga el documento completo con las conclusiones y recomendaciones de la conferencia electrónica.

 

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