Región: La ONU vincula por primera vez desertificación, cambio climático y conflictos armados

Jueves, 6 Marzo, 2014 - 17:35

La Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (Unccd, en sus siglas en inglés) afirmó esta semana, por primera vez, que existe relación entre la desertificación, el cambio climático y los conflictos armados.

En su publicación ‘Desertificación: la primera línea invisible’, la Unccd señala que la desertificación, el cambio climático y los enfrentamientos bélicos interactúan entre sí, algo que habían sugerido hasta ahora los científicos y las principales organizaciones de seguridad, pero que nunca antes habían vinculado.

El estudio concluye que en las regiones de África altamente vulnerables a la desertificación ha habido un aumento de sequías y escasez de lluvias en los últimos 40 años y una alta incidencia de ataques terroristas en 2012 y de disturbios motivados por el hambre en 2007 y 2008.

“La inseguridad alimentaria, los conflictos del agua, las migraciones, el desplazamiento interno, la radicalización política y el fracaso del Estado son cada vez más evidentes en los países donde hay grandes poblaciones pobres que dependen de tierras frágiles o desertificadas que están cada vez más expuestas a fenómenos meteorológicos extraordinarios”, señala el informe.

La secretaria ejecutiva de la Unccd, Monique Barbut, subrayó que “el cambio climático está trayendo un clima más extremo, como sequías prolongadas e inundaciones repentinas a las comunidades más vulnerables a la desertificación”, en un mensaje grabado en vídeo difundido en Maseru, capital de Lesoto, con motivo de un acto para poner en marcha una campaña con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, que se celebrará el próximo 17 de junio.

Esta campaña promueve un enfoque basado en los ecosistemas como una forma de asegurar la productividad para las generaciones presentes y futuras, y está encabezada por la ONU y las organizaciones intergubernamentales que forman parte del Decenio de las Naciones Unidas para los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación 2010-2020, entre ellas el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

RESTAURACIÓN DEL 15% DE LAS TIERRAS DEGRADADAS

El presidente del FIDA, Kanayo Nwanze, apuntó que “la pérdida de tierras cultivables por la desertificación es un enorme obstáculo para la erradicación de la pobreza y el hambre".

"Agricultores de subsistencia, pastores nómadas y otras personas que dependen de la tierra y la lluvia para su supervivencia son los más afectados. Su tierra es menos productiva y su suelo es menos resistente. Para millones de personas, detener la desertificación es una cuestión de vida o muerte. Cuando la gente no puede sacar una renta de la tierra o alimentarse por sí mismos, tienen que migrar o morir de hambre. Si vamos a eliminar la pobreza rural y que las comunidades más resistentes al cambio climático, tenemos que abordar cómo se gestionan tierras y recursos naturales", explicó.

El secretario ejecutivo del Convenio sobre Biodiversidad Biológica, Braulio Ferreira, destacó la importancia de la conservación, la gestión eficaz, la restauración y el uso sostenible de la biodiversidad para asegurar el mantenimiento de los servicios ambientales en tiempos de la variabilidad y cambio climático.

“Me gustaría destacar la Meta de Biodiversidad 15 de Aichi, que exige el aumento de la resiliencia de los ecosistemas y la restauración de al menos el 15% de las tierras degradadas, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático y la adaptación ya la lucha contra la desertificación", añadió.

Por último, la directora ejecutiva del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), Naoko Ishii, comentó que “en ningún otro lugar en el mundo las amenazas de la desertificación están más estrechamente vinculadas a la seguridad alimentaria y la estabilidad política y económica que en las tierras secas de África”.

Fuente: elEconomista.es

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