Día Mundial de los Humedales: desmitificando el concepto de «tierra baldía»
Desde 1900 se ha destruido más del 64% de los humedales del planeta; la pérdida es aún mayor en algunas regiones, sobre todo en Asia.
Como cada 2 de febrero -desde 1997-, hoy se conmemora el Día Mundial de los Humedales, fecha en la que se adoptó -allá por 1971- la Convención sobre los Humedales.
Las investigaciones más recientes indican que desde 1900 se ha destruido más del 64% de los humedales del planeta; la pérdida es aún mayor en algunas regiones, sobre todo en Asia, explica en una nota Christopher Briggs, secretario general de la Convención de Ramsar.
Además de la pérdida de agua y de los servicios ecosistémicos que reportan los humedales, la degradación de éstos también afecta a la biodiversidad. Según el Índice Planeta Vivo de WWF, las poblaciones de especies de agua dulce han disminuido en un 76% en los últimos cuarenta años: «Es una previsión peor que para cualquier otro medio de la Tierra», subraya Briggs.
Los cambios en los usos del suelo (debido a la agricultura, el pastoreo y el crecimiento de las ciudades y sus infraestructuras) suponen las principales amenazas para los humedales. «Todo esto se ve empeorado por el exceso de nutrientes que llega a nuestros humedales y la desviación de las aguas para construir represas, estanques y canales», matiza el secretario general de Ramsar.
Los humedales son vistos como tierra baldía y se desconocen los beneficios que reportan, se lamentan desde Ramsar. Por eso, este año han escogido el lema «Humedales para nuestro futuro»:
- Los humedales proporcionan agua dulce. Cada ser humano necesita, como mínimo, entre 20 y 50 litros de agua al día para beber, cocinar y asearse.
- Los humedales limpian y depuran el agua, filtrando productos químicos y residuos peligrosos. Las plantas de los humedales pueden contribuir aabsorber fertilizantes y pesticidas nocivos, así como metales pesados y toxinas de la industria. La Convención Ramsar cita el caso del pantano de Nakivubo (Kampala, Uganda), que filtra aguas residuales y efluentes industriales de forma gratuita; mientras que cualquier planta de tratamiento necesitaría invertir dos millones de dólares anuales para obtener el mismo resultado.
- Los humedales alimentan a la humanidad. El arroz, cultivado en arrozales que se consideran humedales, constituye el alimento básico de casi 3.000 millones de personas. Como promedio, cada persona consume 19 kg depescado al año, pero pocas personas saben que casi todos los peces de importancia comercial se reproducen y crían en humedales costeros y estuarios.
- El 70 % de toda el agua dulce que se extrae de los humedales en el mundo se utiliza para regar nuestros cultivos y ayuda a impulsar el sector de la agricultura, que mantiene a más de 570 millones de cultivos agrícolas.
- Los humedales están repletos de biodiversidad. Albergan a más de 100.000 especies conocidas de agua dulce y la cifra aumenta cada año. En solo una década se descubrieron 272 especies nuevas de peces agua dulce en el Amazonas.
- Los humedales actúan como los amortiguadores de la naturaleza, como esponjas naturales, absorbiendo las precipitaciones y creando amplias charcas que mitigan las crecidas de los ríos. La misma capacidad de almacenamiento puede constituir un remedio contra la sequía.
- Los humedales ayudan a luchar contra el cambio climático. Las turberaspor sí solas almacenan más del doble de carbono que todos los bosques del planeta. Cuando aumenta el nivel del mar, los humedales costeros reducen el impacto de los tifones y maremotos. Asimismo, proporcionan cohesión a la costa y resistencia a la erosión.
- Los humedales proporcionan medios de subsistencia y productos sostenibles. Casi 62 millones de personas dependen de manera directa de la pesca y de las pesquerías para ganarse la vida. Gracias al manejo sostenible de los humedales se pueden obtener madera para la construcción, aceite vegetal, plantas medicinales, forraje para los animales y tallos y hojas para la elaboración de tejidos.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por su parte, ha aprovechado también la efeméride para publicar los «alarmantes» resultados de un estudio de dos años realizado en la región oriental mediterránea tras analizar el estado de conservación de 1.236 especies (peces, moluscos, crustáceos, insectos, plantas, aves, anfibios y mamíferos). Casi un 19% de estas especies del área, y el 58% de los taxones endémicos, se encuentran amenzadas de extinción. Seis especies, todas ellas peces, se consideran próximas a la extinción global, y 18 especies (siete peces y 11 moluscos) han sido catalogados como «Críticamente En Peligro» o «Posiblemente Extintas», por lo que la UICN ha recomendado realizar con urgencia evaluaciones de campo más exhaustivas para confirmar si dichas especies continúan aún viviendo en el medio silvestre.
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