Deshielo de glaciares no es el principal problema de falta de agua en la región andina

Jueves, 19 Agosto, 2010 - 09:41
Investigador Bert de Bievre

Puede parecer el principal problema, pues es el cambio más evidente. Sin embargo, es un mito que debido al aumento de la temperatura en los Andes, el deshielo de los glaciares sea el primer responsable que afecta la disponibilidad de agua.

Este hallazgo es parte de una investigación acerca de los mitos y certezas sobre la relación entre los recursos hídricos y el cambio climático en la región andina que el Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN) lleva a cabo desde inicios de año.

El investigador principal de este estudio, Bert De Bievre, añade además que “el peso de la hidrología glaciar en las cuencas hidrográficas es muy bajo” y agrega, mortificado: “es increíble cómo se siguen diciendo tremendas inexactitudes sobre el tema”.

Según el experto, el cambio climático es una señal adicional, que puede aumentar el estrés hídrico, pero de ninguna manera es la principal, “estamos sobre-estimando su peso por conveniencia”, sostiene.

¿Por conveniencia? “Creo que muchas veces resulta conveniente echar la culpa al cambio climático pues puede tapar responsabilidades en otros ámbitos. Por ejemplo, cuando hay déficit de generación eléctrica la verdadera causa puede ser que no se hayan hecho las inversiones necesarias a tiempo”.

La percepción de falta de agua se debe, mas bien, al aumento de la demanda que está creciendo significativamente, al deterioro de las cuencas hidrográficas y ecosistemas que afecta la capacidad de regulación y los caudales en la época seca, y a la variabilidad climática natural que siempre se ha dado.

 

¿Mito o duda?
Esta investigación trata acerca de las certezas, mitos y dudas relacionadas al impacto del cambio climático en los recursos hídricos de los Andes, ya sean los glaciares, cuencas hidrográficas o precipitaciones.

Así, un mito es un tema que está ampliamente difundido y aceptado en la opinión pública, pero que se sabe que es incorrecto.

Una duda es un tema que está ampliamente difundido y aceptado, pero del que no se está seguro si es cierto o no.

 

Pocas certezas
Hasta el momento, el panorama que se tiene en esta investigación es de más dudas y mitos, que de certezas.

Si la cantidad anual de lluvia y su periodicidad va a aumentar o disminuir es una duda, explica De Bievre, “no tenemos idea de cómo podrían comportarse las lluvias en un lugar cualquiera en el futuro”.

Es decir, no se puede demostrar que los regímenes de lluvia han cambiado o van a cambiar, ni existen coincidencias entre las predicciones que se han hecho hasta el momento. 

Otra duda que nos da a conocer el investigador de CONDESAN es que el volumen de agua que nos proporcionan las cuencas hidrográficas está disminuyendo drásticamente. Esto se debe a que nuestra percepción de disminución se basa en el aumento de la demanda de este recurso, la disminución de caudales en época de sequía, la degradación local y el aumento de las lluvias.

 

Ahora sí una certeza
Lo que sí es una certeza es que “los ecosistemas van a subir”, así como sus propiedades hidrológicas, revela De Bievre en su estudio.

Esto se debe a que los límites altitudinales entre los que se encuentran los ecosistemas, ya sean los páramos a 3,200 m.s.n.m. o la línea de nieve perpetua a 5 mil m.s.n.m., por ejemplo, están dados por una temperatura promedio, que está aumentando por los efectos del calentamiento global.

“En el caso de las nieves perpetuas es más sencillo: se derriten por el calentamiento global. En el páramo suponemos, aunque no lo hemos medido, que una de sus propiedades hidrológicas apreciadas, la de la gran capacidad de almacenamiento de sus suelos por la gran cantidad de materia orgánica que poseen, se verá afectada por este aumento”, explica De Bievre.

Habrá ciertas consecuencias por la subida de los páramos. Por ejemplo, en las zonas más altas, el páramo seguirá siendo páramo, pero sus propiedades hidrológicas podrían deteriorarse, es decir, cumpliría sus funciones a medias.

En las zonas más bajas, el área de páramo pasaría a ser bosque andino (por sucesión natural), por lo que las consecuencias hidrológicas no serían tan graves pues este ecosistema también cumple funciones de regulación hídrica.

"Pero donde estas áreas no sean reemplazadas por bosque andino, sino por agricultura u otras actividades, ya no cumplirán con su rol hidrológico", precisa De Bievre.

Otra certeza, ya más conocida, es que la temperatura aumentó y aumentará significativamente, pero en el caso de los Andes este incremento será mucho mayor. “La temperatura subiría más en la altura que a nivel del mar, aproximadamente el doble a 3 mil m.s.n.m”.

 

Investigar para conocer
Estos mitos y certezas se desprenden del estado del arte del conocimiento del programa Panorama Andino de CONDESAN, que también se encuentra investigando el estado de las acciones que se están ejecutando, y el estado de las políticas que las autoridades están diseñando e implementando en el tema.

“Analizar bien lo que sabemos y lo que no sabemos nos da la base necesaria para diseñar acciones y proyectos en forma eficiente. Hay que basarse en el estado del arte para hacer las cosas bien y no estar inventando la pólvora cada vez que se investigue”, indica De Bievre.

“Vamos a seguir investigando pues hay que tener información más precisa sobre muchos temas y hay que tratar de eliminar todas las dudas. Además se debe producir evidencia para poder sustentar bien qué es un mito, qué una duda y qué una certeza”.

Queda claro que es necesario seguir investigando acerca de este tema para que no haya más dudas y mitos en el futuro.

  • Vea más abajo una mini entrevista en video hecha a De Bievre  sobre este tema, durante el seminario-taller "Vulnerabilidad, Adaptación y Mitigación de los Efectos del Cambio Climático en los Andes Tropicales".

 

 

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