El Volcán Copahue sigue en Alerta Roja en la Argentina

Por Fundación Agreste, corresponsal de InfoAndina

El alerta roja y la evacuación de la localidad de Caviahue por la posible erupción del Volcán Copahue, continúa después de una semana en la Argentina.

La evacuación comenzó el lunes 27 de Mayo sobre un radio de 25 kilómetros en torno al volcán, lo que mayormente afecta a los 800 vecinos de Caviahue y algunos pobladores de la zona rural del lado Argentino.

Todo comenzó cuando los vulcanólogos del Observatorio Vulcanológico de los Andes del Sur de Chile (OVDAS) confirmó el incremento y la magnitud de la actividad sísmica en la zona, junto con el registro de un cuerpo ascendente de magma a niveles más someros que los verificados desde la última actividad (en diciembre de 2012). Estos datos son fuertes indicadores de una inminente erupción.

El volcán se enclava justo en la divisoria de aguas argentino-chilena, y las localidades más cercanas del lado Argentino son las villas turísticas de Caviahue y Copahue, dedicadas al turismo de invierno en las pistas de esquí y a las aguas termales durante el verano, respectivamente.

El área del lado Chileno es potencialmente la más crítica, pues se trata de la región del alto Bío-Bío, en el valle del rio del mismo nombre, que tiene una densidad de población mucho más alta y de carácter estable debido al fenómeno de las abundantes precipitaciones en invierno, provenientes de la condensación de aire húmedo del Pacifico que descarga toda su humedad en la zona.

El Copahue, o "Agua de Azufre" en lengua Mapuche, es solo uno de toda una cadena de volcanes andinos activos, como el Lonquimay, el Puyehue y el Villarrica. La placa de Nazca, que comprende una gigantesca sección del Océano Pacífico, choca y se desliza a velocidad infinitesimal de 2 a 3 centímetros por año debajo de la placa Sudamericana. En su descenso o subducción a una profundidad de más de 100 kilómetros la fricción entre ambas y la temperatura del manto funden la roca sedimentaria del fondo oceánico convirtiéndola en magma que presiona y, a veces sale a la superficie en forma de eventuales erupciones.

Las erupciones andinas, a diferencia de otros tipos, se caracterizan por la presencia de lo que los vulcanólogos denominan "fase sólida", es decir, emisión de cenizas y piroclastos (fragmentos de roca), más que por grandes coladas de lava. Aunque para la percepción corriente la lava parece ser el enemigo principal, la eyección de cenizas es el evento más temido en la gestión de desastres naturales, pudiendo alcanzar distancias enormes desde la zona de erupción y dar varias vueltas a la tierra si son empujadas a grandes alturas. Una vez depositadas bloquean la recepción de luz impidiendo la fotosíntesis en la vegetación, privando al ganado de alimento y comprometiendo el funcionamiento de ecosistemas enteros, con el consiguiente impacto económico a escala regional y nacional.

Estos eventos son de los que hemos tenido registros en los últimos años. Las zonas más afectadas por las cenizas del volcán Puyehue  desde mediados y hasta fines del 2011 aún no han terminado de recuperarse. Durante aquel periodo las cenizas llegaron incluso hasta la ciudad de Buenos Aires, por lo que se debieron interrumpir en varias oportunidades las operaciones en aeropuertos. En aquella oportunidad se registraron también más de 3.500 evacuados de las localidades más cercanas.

En este caso, la cantidad de evacuados en Argentina no alcanza tal cantidad, pero la incertidumbre acerca de la cantidad de días que deben alejarse de sus hogares es lo que mantiene preocupados a los pobladores. Sin embargo se encuentran cerca, e incluso algunos regresan en caravana cada uno o dos días para revisar sus casas y alimentar a las mascotas que quedaron allí. En la localidad de Loncopue, a 60 kilómetros del volcán, permanecen alojados en el gimnasio municipal 100 pobladores evacuados de Caviahue, mientras que en Las Lajas, a 120 kilómetros del volcán se encuentran a resguardo otras 50 personas en el regimiento militar. Muchos pobladores eligieron trasladarse por sus medios a casas de familiares, incluso en otras ciudades más alejadas.

El Gobernador de la Provincia de Neuquén, Jorge Sapag, dijo a los medios que "sabemos que en las últimas horas el volcán decreció en su actividad interna pero no a los niveles que supone terminar con el alerta rojo porque el magma sigue subiendo, los tremores (microsismos) se siguen produciendo, esta ascendiendo una masa importante por el conducto del volcán y tenemos que estar atentos para ver en qué momento el final de este proceso es sólido, líquido, gaseoso", indicó.

El gobernador consideró también que "tenemos que esperarlo y monitorearlo muy bien para no correr riesgos y por eso la decisión de la evacuación en una decisión también de Chile", y agregó "vamos a ser muy prudentes a la hora de tomar decisiones. Seguimos en contacto con Chile y al mismo tiempo trabajando con el Servicio Geológico Nacional de San Juan".

Fuentes: TELAM y La Nación