Novena Reunión del Comité Científico de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de Tortugas Marinas

Lunes, 5 Noviembre, 2012 - 08:43

Por primera vez se llevó a cabo en Argentina la Reunión del Comité Científico de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de Tortugas Marinas. Nuestro país ratificó la Convención mediante Ley 26.600 del año 2010, la cual entró en vigor para Argentina el 7 de Junio de 2011.

Las palabras de apertura de la Novena Reunión del Comité Científico estuvieron a cargo de la Subsecretaria de Planificación y Política Ambiental, Dra. Silvia Révora, la Secretaria Pro tempore de la Convención Msc. Verónica Cáceres y el Presidente del Comité Científico, Jorge Zuzunaga.

El objetivo de esta Convención es promover la protección, conservación y recuperación de las poblaciones de tortugas marinas y de los hábitats de los cuales dependen, basándose en los datos científicos más fidedignos disponibles y considerando las características ambientales, socioeconómicas y culturales de las Partes.

El  Comité Científico tiene la función de  brindar asesoría técnica y científica a la Conferencia de las Partes para cumplir los objetivos de la Convención. Argentina estuvo representada en esta oportunidad por Diego Albareda, designado por la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación para integrar dicho el Comité.

Además, este Comité Científico brinda un marco adecuado para el intercambio de información y de experiencias entre los expertos de los países que integran la Convención. Se trató la propuesta de un proyecto piloto para recopilar información sobre interacciones de tortugas marinas con redes de enmalle y este es uno de los temas que Argentina deberá abordar y esta reunión brindó el espacio para su discusión.

La Convención está integrada por quince países: Argentina, Belize, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Hondura, México, Netherlands, Panamá, Perú,  Uruguay, Estados Unidos y Venezuela. Participan también, en calidad de observadores el Programa Regional de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas Argentina (PRICTMA), el Instituto de Investigaciones Costeras y Marinas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (IIMYC-CONICET) y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

Como animales longevos, de crecimiento lento y extenso tiempo de renovación generacional, las tortugas marinas son muy vulnerables. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, casi todas las especies de tortugas marinas se encuentran en peligro o en peligro crítico de extinción en todo el mundo. Las causas siempre remiten a actividades humanas como la colecta de huevos, la degradación de hábitat y la captura incidental en pesquerías.

Aparte del valor estético y cultural que asignamos a los animales con los que hemos convivido por siglos, las tortugas marinas cumplen funciones ecológicas como presas, consumidores, competidores y hospedadores. Esas funciones son cruciales para la transferencia de energía y de nutrientes en el ecosistema del que forman parte, e incluso entre distintos ecosistemas. Protegerlas implica cuidar un eslabón fundamental de los ecosistemas marinos y terrestres de todo el mundo.

El carácter migratorio de estas especies hace necesario un abordaje por parte de los distintos países en donde transcurre el ciclo de vida,  desde lugares donde ocurre anidación hasta zonas de alimentación.

Las tortugas marinas juveniles migran cientos y hasta miles de kilómetros entre zonas de alimentación invernales en mares cálidos y zonas estivales más frías. Incluso algunas especies alternan áreas de alimentación costeras con incursiones breves al mar abierto. Luego de varias décadas de vida y miles de kilómetros recorridos, llegan a la madurez sexual y tienen unos veinteaños por delante para cumplir sus funciones reproductivas.

La migración sería así una adaptación que permite aprovechar la abundancia de alimento en distintos lugares y estaciones del año. También permite escapar de aguas que se enfrían demasiado en invierno.

Si bien Argentina no tiene sitios de anidación, la porción costera y norte del mar argentino,  constituye una zona de alimentación de las mismas. Por tal motivo y en  un marco de cooperación internacional Argentina decidió ratificar la Convención.  

De las siete especies de tortugas marinas a nivel mundial, 3 llegan a  Argentina: tortuga verde, tortuga cabezona y tortuga laúd. En el caso de la tortuga carey (seria la cuarta especie) solo ha habido algún registro ocasional. Las tres especies mencionadas migran desde aguas cálidas a las latitudes templadas del Atlántico sudoccidental, donde encuentran alimento.

El estuario del Río de la Plata es hábitat de las tortugas desde fines de la primavera hasta comienzos del otoño, cuando inician su migración hacia aguas más cálidas del sur del Brasil. Una vez que abandonan la costa argentina, pueden ocupar ambientes costeros sobre la plataforma brasileño y también ambientes oceánicos con profundidades que superan los 1500m.

Las líneas de gestión que se  deberán  fortalecer en Argentina son el abordaje de dos amenazas directas, la captura incidental en pesquerías y la contaminación marina por desechos. Por otra parte se deberán fortalecer las líneas de investigación. La captura incidental sucede cuando además de capturar a la especie objetivo el arte de pesca trae otras especies no deseadas ni comercializadas, entre ellas delfines, lobos marinos, aves y tortugas. Además, pueden ocasionar problemas prácticos, como rotura de redes o lesiones a pescadores que intentan liberar animales atrapados. Las tortugas aprisionadas en las redes mueren en la mayoría de los casos por asfixia antes de que los pescadores las levanten, ya que necesitan respirar aire en la superficie. Las tortugas muertas arrojadas al mar suelen terminar en la costa.

Con respecto a la problemática de los desechos marinos, la ingesta de residuos, en particular de bolsas plásticas causa obstrucciones intestinales en las tortugas y les altera la nutrición. Además les perturba el buceo, pues un intestino obstruido actúa como un flotador que dificulta la inmersión.

Ello degrada la condición física del individuo y puede impedir la migración hacia zonas más cálidas cuando empieza el otoño. Consecuentemente, no son raros los casos de tortugas que durante el invierno aparecen varadas en las playas en estado letárgico por la hipotermia y la desnutrición. Al ser llevadas a centros de rehabilitación, es frecuente descubrir que el animal sufría de una obstrucción intestinal que le dificultaba alimentarse.

La mayoría de las siguientes acciones fueron llevadas a cabo por el Programa Regional de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas Argentina (PRICTMA).

Seguimiento satelital: Las tortugas marinas son animales difíciles de observaren el mar. Salen a la superficie brevemente para respirar y, en la costa de la Provincia de Buenos Aires, las aguas turbias dificultan advertir su presencia. El seguimiento remoto por telemetría satelital ha permitido estudiarlas a distancia y está aportando información que podría servir para protegerlas. El seguimiento satelital de las tortugas verdes, cabezonas y laúd permitió determinar, por ejemplo, que el Río de la Plata es un área de alimentación intensamente utilizada por esas especies. También se pudo saber que las tortugas frecuentan las zonas de pesca de las flotas costeras de la provincia de Buenos Aires y del Uruguay.

Interacción con pesquería: Se ha realizado un diagnóstico y evaluación de las diferentes pesquerías que capturan incidentalmente tortugas marinas en la Provincia de Buenos Aires y norte de la Patagonia (Provincia de Río Negro y norte de Chubut). Para las pesquerías artesanales del norte de la Provincia de Buenos Aires  se probaron espineles artesanales como arte de pesca alternativa a las redes agalleras. Esta prueba de mitigación se realizó entre los años 2004 y 2006, siendo una actividad conjunta realizada entre el proyecto de conservación del delfín franciscana (Pontoporia blainvillei) de Aquamarina-CECIM y el Programa Regional de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas Argentina (PRICTMA). Estas pruebas arrojaron preliminarmente resultados positivos tanto para la tortuga verde y la tortuga cabezona (Chelonia mydas y Caretta caretta), como para el delfín franciscana.

Capacitación: El Programa de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas de Argentina (PRICTMA) está trabajando activamente junto a los diferentes Programas de Observadores a Bordo, tanto nacionales (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, INIDEP) como provinciales (Instituto Alte. Storni – Provincia de Río Negro), en la capacitación de sus observadores en las diferentes temáticas vinculadas a las tortugas marinas.

Las líneas de gestión sobre conservación de tortugas marinas se articularán con los planes de acción nacional que está coordinando esta Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación en forma conjunta con la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca. Ellos son: el Plan de Acción Nacional para la Conservación y Manejo de Condrictios, aprobado por el Consejo Federal Pesquero mediante Resolución CFP 6/2009,  el Plan de Acción Nacional para Reducir la Interacción de Aves con Pesquerías aprobado mediante Res. CFP 15/2010 y el Plan de Acción Nacional para Reducir la Interacción de Mamíferos en Pesquerías, en elaboración.

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