Ferias y Exposiciones de la Agricultura Familiar en Argentina

Jueves, 14 Marzo, 2013 - 09:49

Por Fundación Agreste, corresponsal para InfoAndina

 

Promovidas por el Programa Nacional “ProHuerta” tienen por objetivo promover la producción local y generar canales alternativos de distribución y venta para los productos de la zona donde se realizan estas exposiciones y ferias.

El Programa Pro Huerta es una política pública del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (MDS) con más de 20 años de trabajo en todo el territorio argentino, contando actualmente con cerca de 589 mil huertas, 160 mil granjas y 3,3 millones de personas involucradas. El objetivo de este Programa es mejorar la seguridad y la soberanía alimentaria, y favorecer la participación y organización de sectores vulnerables de la población, tanto rural como urbana.

La población beneficiaria del Programa es la que se encuentra en situación de pobreza estructural y bajo la línea de pobreza (desocupados, jubilados, etc.), la que enfrenta problemas de acceso a una alimentación saludable, y es a través de ello que hace posible promover una dieta más diversificada y equilibrada mediante la autoproducción en pequeña escala de alimentos frescos por parte de sus destinatarios.

Se trata de un programa enmarcado en la seguridad alimentaria, y es así que este programa articula desde el año 2003 con el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria (comentado en la publicación anterior). Para esta pieza del Plan Nacional piedra angular amalgama la capacitación progresiva, la participación solidaria y el acompañamiento sistemático de las acciones en terreno, resultando estratégicos en la operatoria la intervención activa de los promotores voluntarios y de redes de organizaciones de la sociedad civil (OSCs).

Todas estas características de articulación junto al modelo técnico que se apoya en los principios de la agricultura orgánica, se complementan recíprocamente dotando al programa de una fuerte penetración territorial, valoración social y eficacia para la incorporación en la dieta de los hogares pobres de alimentos frescos, lo que lo convierte en una singular política pública.

Dentro del Programa se fueron organizando las exposiciones de estos productos y, en algunos casos, se va accediendo a la oportunidad de encontrar espacios permanentes para la venta de los productos excedentes de las huertas.

Un ejemplo de esto es la Feria Campesina de San Francisco que se realiza dos veces al año en la Plaza Pringles, del centro de la localidad de San Francisco del Monte de Oro, en la Provincia de San Luis. Esta Feria surgió de conversaciones entre una productora de la Asociación de Productores Minifundistas de Ayacucho y Belgrano, y un técnico del INTA. La idea era organizar un lugar donde los productores, artesanos e instituciones de San Francisco y la zona, mostraran su trabajo y actividades, pero lo principal era darle continuidad en el tiempo y que no girara sólo en torno a la venta.

En las convocatorias se logra reunir a más de 25 feriantes, entre los que se cuenta a productores huerteros y artesanos de la localidad y la zona, así como a ballets de danzas folclóricas, músicos locales, stands de establecimientos educativos, y hasta a los bomberos voluntarios y el municipio.

Otro caso es el de la Feria de los Huerteros de Tucumán que desde hace 10 años es organizada por la Red Orgánica Solidaria de Tucumán de la mano de ProHuerta. Esta extensa red solidaria realiza las ferias mensualmente donde se venden verduras, frutas, huevos, quesos y dulces de productores de toda la provincia de Tucumán, y a su vez brindan capacitaciones para el desarrollo y mejoramiento de huertas familiares.

Similar a esta es la Feria de Pequeños Productores del Paraje de Agua Negra con una participación de 35 productores del Departamento de Chicoana en la Provincia de Salta. Aquí se ofrecen productos tales como choclos capia, chauchas, poroto pallar, zapallos, zapallitos, papa criolla, manzanas, peras, duraznos y nueces, así como productos de elaboración artesanal como Chicha de maíz, dulce de cayote, mermelada de duraznos, de higos, de peras, de cuaresmillo, queisllo con miel, ajíes en escabeche y quesos de cabra, entre otros. También amenizada con danzas típicas y música popular.

También en la provincia patagónica de Santa Cruz, hace poco menos de un mes, se realizó la segunda edición de ExpoHuerta, dando lugar a un circuito alternativo de producción frutihortícola y de productos de granja, productos frescos comercializados por más de 2.250 productores familiares que desarrollan su producción en los alrededores de la Ciudad de Río Gallegos.

En esta ocasión la representación de ProHuerta  en la provincia contó también con un espacio demostrativo de las diferentes tecnologías. Además, productores y colaboradores, se encuentran a la espera del financiamiento de PRODERPA para la construcción de un espacio con cámaras de frío e instalaciones sanitarias para materializar un mercado permanente.  

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y en particular el ProHuerta, apoyan estas iniciativas de los productores de diversas formas, entre ellas en la formulación participativa y gestión ante los municipios, el acompañamiento técnico y organizativo a pequeños productores familiares y huerteros, el desarrollo de planes de trabajo y la aplicación de protocolos de seguridad bromatológica exigidos por organismos municipales y provinciales.

La Agricultura Familiar en Argentina representa un sector de gran importancia en relación a la producción de alimentos, fibras textiles, otros productos de las economías regionales, además de generar empleo en el espacio rural. Los cambios sociales y económicos producidos en Argentina a partir de la política neoliberal de los años 90 y la crisis que estalló en el 2001, han modificado la estructura y funcionamiento de los mercados de materias primas agropecuarias y alimentos, profundizando las asimetrías y el grado de dependencia de los agricultores familiares, que pese a su relevancia  encuentran una multiplicidad de problemas que condicionan el desarrollo del sector tanto en lo referente a la producción como a la circulación y distribución de los productos que generan.

En este contexto surgen las ferias y mercados, como intento de superar estos obstáculos, encontrando en estos espacios una alternativa para la venta de sus productos. El surgimiento de estos mercados expone, también la existencia de un potencial social que permite a sectores de bajos recursos producir, subsistir y construir nuevas y mejores formas de intercambio e inserción socioeconómica.

A lo largo de los años se ha dado la persistencia de ferias populares originadas a partir de las redes de trueque ante la falta de liquidez monetaria (años 2000, 2001 y 2002) y actualmente las ferias constituyen un espacio para la provisión comunitaria de alimentos a precios ventajosos y, adicionalmente, para el intercambio directo entre productores y consumidores.

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